Para empezar

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El ChatGPT es una herramienta de inteligencia artificial gratuita creada por la organización OpenAI capaz de responder preguntas, redactar distintos tipos de escritos e inclusive resolver exámenes de nivel superior. 

“Es un chatbot con el que puedes conversar con una IA: puedes hacerle preguntas y puedes pedirle que hagas ciertas cosas por ti, por ejemplo, escribir un ensayo, escribir un texto con tantas palabras o sobre cierto tema o responder algunas preguntas”, explica Karina Fuerte Cortés, editora en jefe en el Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación del Tecnológico de Monterrey. 

“Si no puede resolver una duda, te da información de cómo buscar lo solicitado”. 

Desde su lanzamiento al público en noviembre de 2022 ha cobrado especial relevancia en el ámbito educativo por sus numerosas aplicaciones en el campo universitario y por cuestiones éticas vinculadas a su uso.  

A nivel global algunas universidades y dependencias gubernamentales han optado por prohibirla a fin de evitar el plagio. Tal es el caso de Sciences Po, en Francia; RV University, en India, y el Departamento de Educación de la Ciudad de Nueva York, en Estados Unidos. 

En tanto, otras, como el Tec, refiere Fuerte Cortés, han decidido incorporarla a sus dinámicas pedagógicas a fin de potenciar el aprendizaje de estudiantes. 

Su funcionamiento

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De acuerdo con The University of Sydney, en Australia, el ChatGPT requiere cantidades masivas de información para funcionar y mejorar. 

Por ello, ha sido alimentado con libros, artículos, sitios web y publicaciones en internet. 

“Si alguna vez has escrito una publicación en un blog, redactado una reseña de un producto o comentado en un artículo en línea, hay una buena probabilidad de que esa información haya sido consumida por el ChatGPT”, menciona la casa de estudios oceánica.  

A decir de Fuerte Cortés, el ChatGPT trabaja de forma similar a un asistente virtual: se le hace una pregunta o una petición y éste responde con base en información extraída de internet. 

“Básicamente le puedes pedir que te escriba un ensayo de tantas palabras o le puedes preguntar cosas como si fuera una ‘Alexa’, desde dudas sobre un libro del que quieres saber más o definiciones de algunos términos”, precisa. 

Sin embargo, agrega, tiene sus limitaciones, pues trabaja con datos anteriores a 2021, de modo que carece del contexto y la información relativa a temas coetáneos. 

Y si bien este chatbot es capaz de ofrecer respuesta en un amplísimo espectro de temas, sus respuestas suelen ser demasiado esquemáticas y pueden incluir información errónea, indica la University of Michigan, en Estados Unidos. 

“Además, no puede acceder a materiales detrás de un firewall, como son los artículos de JSTOR”, agrega la institución educativa estadounidense. 

En este sentido, Eric Wang, vicepresidente de inteligencia artificial de la Edtech Turnitin, indica que el modelo lingüístico del ChatGPT  tiende a generar frases lineales con un vocabulario ocasionalmente más limitado.

El revuelo

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El uso del ChatGPT en el ámbito educativo ha suscitado polémicas en el campo de la ética. 

Por un lado, universidades y académicos consideran que su forma de trabajo es equiparable al plagio, mientras que otros estiman podría ser una forma de engañar los sistemas de evaluación establecidos. 

En la University of Minnesota, por ejemplo, logró aprobar los exámenes de Leyes correspondientes a cuatro cursos, así como una prueba de la Wharton School of Business de la University of Pennsylvania 

Sin embargo, otros aseguran que se trata de una oportunidad para modificar la forma de enseñanza y descubrir su potencial al desarrollar capacidades y habilidades. 

“No será práctico el intentar prohibir o prevenir el uso del ChatGPT. Las herramientas de inteligencia artificial llegaron para quedarse”, asevera Morris Maduro, docente de Biología en la University of California, también en EU. 

Este sentir es compartido por la editora en jefe en el Observatorio del Instituto para el Futuro, pues en su opinión, estamos en el momento idóneo para definir cómo será aprovechado el chatbot en el aula, cómo podrá aprenderse de ella y cómo será su trayectoria en los años venideros. 

“Si se cancela o se prohíbe, perderemos la oportunidad de conocerla, de evaluar su potencial y de definir hacia dónde queremos que vaya”, enfatiza. 

Más que temerle, tenemos que aprovechar que estamos viviendo este momento para definir qué queremos que esta tecnología haga para nosotros y con nosotros en el futuro.
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Karina Fuerte Cortés
editora en jefe en el Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación del Tec

Sus aplicaciones

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Especialistas coinciden que esta herramienta de inteligencia artificial motivará el desarrollo del pensamiento crítico y facilitará la labor estudiantil de forma positiva. 

Ward Beyermann, profesor de Física y Astronomía en la University of California, sugiere que los alumnos podrán enfocarse en aspectos avanzados de sus asignaciones mientras que los chatbots se asistir en aspectos más triviales. 

Lluvias de ideas para proyectos o escritos e identificación de temas relevantes son algunas de sus posibles aplicaciones. 

En el caso del Tec, indica Fuerte Cortés, se estableció que los alumnos planifiquen y señalen los apartados de alguna tarea en los que se usó la aplicación. 

Fuentes

+ Karina Fuerte Cortés, editora en jefe en el Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación del Tecnológico de Monterrey 

+ University of California 

+ The University of Sydney 

+ University of Michigan

+ Turnitin

Créditos: Abel Vázquez
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