LOS INICIOS

Chiapas pasó de ser un estado donde únicamente se cultivaba mariguana para consumo y venta regional, a estar hoy en disputa por grupos criminales.

Las bandas delictivas no sólo quieren producir y comercializar drogas, migrantes, mujeres, mineral y extorsionar, también apoderarse de esta única ruta terrestre que de Centroamérica conduce hasta el Golfo y Pacífico de México.

A principios de los años 80 el Cártel de Guadalajara empezó a tener relación con el Cártel de Medellín, de Colombia. A pesar de que en los municipios indígenas Marqués de Comillas, en la región Selva Lacandona, San Juan Chamula y Zinacantán, en la región Altos, comenzó a sembrarse mariguana entre los cultivos de flores, aunque sólo era para venta regional de Chiapas, explica Gerardo Alberto González Figueroa, investigador del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR)

Había mucha pobreza y algunas personas entraron al negocio por voluntad, otras fueron obligadas. El territorio no estaba vigilado. Los narcos convivían con la población. Luego surgirían los capos locales que, posteriormente, se vincularon con los cárteles”, señala el activista Luis Abarca, del Comité Digna Ochoa.

Para finales de los años 90 la situación era más compleja porque en Chiapas se habían instalado el Cártel del Pacífico y el Cártel de Juárez, quienes vieron una oportunidad en la Selva Lacandona y en los municipios de Tapachula y Tonalá, en la región costa. Desde avionetas, lanzaban paquetes de cocaína en la selva y mar para que los lugareños las recolectaran, usándolos como traficantes.

Cuando sucede la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en 1993 en Guatemala, el Cártel de Sinaloa operaba sin problemas de vigilancia el tráfico de armas y migrantes en Tapachula, Arriaga, región Costa, Frontera Comalapa, región Sierra, pegada a Guatemala, y Selva Lacandona. Además, la entidad era un paso para los grupos criminales. 

“Cuando surge el levantamiento armado del EZLN, en 1994, los zapatistas tuvieron un control y vigilancia en la Selva, de no permitir alcohol ni presencia de ‘coyotes’ (tráfico de personas). Fue importante porque contuvo el paso, sí seguían  aterrizando avionetas en la Selva, pero se marcaba el territorio zapatista y el tráfico se movió a la Costa de Chiapas y a Frontera Comalapa, sin problema de disputas.

“Pero sucedió hasta el 2010, porque los zapatistas se metieron a lo político y ya no hicieron esa vigilancia que más o menos mantenía la zona sin tanto tráfico”, explica González.

Mientras el Cártel de Sinaloa se mantenía en el estado, el Cártel del Golfo y Los Zetas aparecían entre 2006 y 2008, entre las administraciones de los Gobernadores Pablo Salazar y Juan Sabines

Pero fue durante el Gobierno de Sabines cuando Los Zetas se quedaron con el control de Chiapas instalándose en la región Altos y convirtiéndose en “los maestros de grupos locales”, como de los indígenas de San Juan Chamula, quienes, años más tarde, en 2010, y bajo el nombre de “Cártel de Chamula”, abrieron ruta en los Altos para pasar migrantes y hacer pornografía indígena, entre otros delitos.

Finalmente, los indígenas de Chamula desplazaron a Los Zetas, y el Cártel de Sinaloa se quedó operando sin problema.

No había violencia como ahora, el cobro de piso y lavado de dinero se empieza a ver con el Gobierno siguiente, de Manuel Velasco, a cargo de células de los Beltrán Leyva”, señala el investigador.

La amapola que cultivan los indígenas de los Altos, con laboratorios clandestinos, era entregada al Cártel de Sinaloa.

“Uno de los hechos donde se veía que la guerra empezaba fue cuando habitantes de San Juan Chamula asesinan a su Alcalde, Domingo López, y al síndico Narciso Hernández, se dice que el trasfondo del asesinato fue que el Alcalde no fue equitativo en un reparto de armas”, agrega González.

Llega la pandemia y en 2021 asesinan a Gilberto Rivera “El Junior”, hijo del líder del lugarteniente del Cártel de Sinaloa, y Juan Valdovinos, “El señor de los Caballos”, quien pertenecía al Cártel de Sinaloa, se une al Cártel de Jalisco Nueva Generación, y empieza la disputa.

“Lo que buscan en general ahora es controlar, además de lo que hacen, sembrar y traficar, extorsionar, tener el control de mineral en la Sierra. Chiapas es un territorio estratégico, fundamental, de paso, al Pacífico y Golfo de México, hacia la Península, quien controle, que esperemos sea ninguno, van a asegurar dinero toda su vida”, lamenta el investigador.

ZONAS EN DISPUTA

La Sierra, Norte, Frailesca y Altos de Chiapas están en disputa por el Cártel de Sinaloa (CDS) y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), que opera junto a grupos locales.

De acuerdo a un mapa criminal que Grupo REFORMA elaboró —basado en información de fuentes de seguridad, activistas y especialistas, se encontró que al menos 28 municipios, de los 123 que hay en el estado-, de la Sierra, Norte y Frailesca, están en disputa por el crimen organizado.

“Los criminales siguen combatiendo para ver quién es el que gana la plaza de Chiapas”, dijo una de las fuentes de seguridad.

Ni el Gobierno morenista de Rutilio Escandón ni el titular de la Fiscalía General de Chiapas, Olaf Gómez Hernández, ni la Secretaria de Seguridad Pública estatal, Gabriela Zepeda, han informado si existe alguna estrategia para combatir a los criminales y mucho menos si se investiga a los jefes policiacos que, a través de videos, los mismos narcos han señalado.

En los municipios de Chicomuselo, Frontera Comalapa y Amatenango de la Frontera continúa la disputa entre el CDS y el CJNG. En varias localidades de Chicomuselo, el control lo tiene el CDS. Sin embargo, en la cabecera municipal, el grupo local El Maíz, que mantiene una alianza con el CJNG, es quien tiene el dominio. 

En Frontera Comalapa sucede al revés: el control lo tiene El Maíz y sólo en el poblado San Gregorio Chamic se ubica el CDS.

En Amatenango de la Frontera, el puente del río Grijalva, ubicado muy cerca de las localidades desde donde los pobladores se desplazaron a Guatemala, les sirve como límite a ambos grupos criminales. 

En La Grandeza, Bejucal de Ocampo, El Porvenir, Mazapa de Madero, Motozintla y Bellavista, el CDS ha logrado vencer a sus rivales.

En esta región Sierra, las actividades criminales son el narcomenudeo, tráfico de drogas, extorsión, tráfico de armas, de migrantes, trata de personas, el control del ayuntamiento para tener bajo su mando a la Policía local, y, en el caso de Chicomuselo y Frontera Comalapa, abrirles paso a las mineras para que extraigan bario y luego ellos cobrarles una cuota monetaria. 

Las consecuencias han sido devastadoras. En mayo, en el ejido Nueva Morelia, Municipio de Chicomuselo, el narco asesinó a una familia por resistir. Uno de los muertos era un catequista. En el mismo ejido, los pobladores, mediante una carta, denunciaron que, como saldo de enfrentamientos entre narcos, había 20 personas muertas.

En los municipios de Ocosingo, Chilón, Yajalón, Tila, Tumbalá, el CDS es quien ha mantenido el control, mientras que en Salto de Agua, el CJNG es quien hasta hoy logró prevalecer.

En el Municipio de Tila dominan los grupos locales “El Karma” y “Los Autónomos”, estos últimos desplazaron a los habitantes que se refugiaron en el Municipio de Yajalón en junio. Se desconoce el número de muertos y mujeres violadas que hubo en ese éxodo.

A decir de algunas fuentes, “Los Autónomos” podrían tener una alianza con el CJNG y el “El Karma” con el CDS

En esta región se trafica drogas, hay extorsión, tráfico de armas, de migrantes y armas, trata de personas, se busca el control del ayuntamiento y es parte de una ruta que viene de Guatemala.

En julio, esta región saltó al plano de la disputa entre cárteles. La formación del Cártel de Chiapas y Guatemala, que se desprendió del CJNG, desató una guerra en la zona que contra el Cártel de Sinaloa (CDS), hubo una masacre de 19 personas en el Municipio de La Concordia, entre otros hechos violentos.

Sin embargo, hoy, en La Concordia, Villa Corzo, Ángel Albino Corzo y Montecristo –además de Venustiano Carranza y Tapachula, en el centro y costa del estado–, el CDS ha tomado el control. En municipios como Villaflores, Coita, Cintalapa y Jiquipilas, en la región centro, que se conectan con la región franca, están dominados por el CJNG, tras una disputa a inicios de este año. 

En esta región también se trafican drogas, hay extorsión, tráfico de armas, de migrantes, armas, trata de personas, se busca el control del ayuntamiento y es parte de una ruta que viene de Guatemala.

El Municipio de San Cristóbal de las Casas está controlado por el CDS, aunque Los Motonetos están alineados con estos, según fuentes.

Pese a que en San Juan Chamula no existe una disputa actual, se sabe que el grupo local “Cártel de Chamula” está aliado con el CDS.

Mientras tanto, en Pantelhó y Chenalhó, los grupos locales Los Herrera y El Machete se disputan el control, sobre todo del ayuntamiento.

CONSECUENCIAS

Recientemente, en el Municipio Amatenango de la Frontera, en la Sierra de Chiapas; en el Municipio de Tila, en la zona norte, y en el Municipio de Chenalhó, miles de personas se han desplazado por la guerra entre el Cártel de Sinaloa (CDS) y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

En Amatenango de la Frontera, desde el 23 de julio, alrededor de 600 personas huyeron a La Laguna, Ampliación Nueva Reforma, Unión Frontera, Plan de las Vigas y Oaxaqueño, localidades del Municipio de Cuilco, en Guatemala, de acuerdo a la organización Médicos del Mundo.

Los pobladores son de las comunidades México Nuevo, Caracol, San José y Vado Real.

Las personas refugiadas refieren que algunos de sus familiares se encuentran desaparecidos por la violencia, y que han dejado atrás en sus comunidades pertenencias personales de valor, así como cultivos y animales de crianza, los cuales representaban sus principales medios de vida”, señala la organización internacional.

“A más de una semana del desplazamiento, vino un representante de México a este albergue de Guatemala, y nos ofrecieron trasladarnos a un albergue de Tapachula, pero ¿cómo nos vamos a ir hasta allá?, nosotros queremos estar cerca de nuestra tierra”, dijo una persona albergada.

“Tenemos mucho miedo, el cártel tomó el pueblo. Ya las personas nos sacaron de nuestras casas, queremos regresar, pero que salga el narco”, señaló una mujer.

“Vemos la noticia, yo no tengo televisión, dicen que no hay nada en Chiapas y no es cierto, Chiapas está pasando la vida muy triste, vea por la gente, votamos por él (AMLO), vivimos de la milpa, pero por lo mismo ya se perdió por las balas. Rutilio Escandón pon la mano en tu corazón”, dijo un anciano en uno de los albergues guatemaltecos.

Al norte del estado, en el Municipio de Tila, según datos oficiales del Gobierno de Chiapas, más de 4 mil personas abandonaron el poblado refugiándose en el Municipio de Yajalón, tras el desplazamiento que provocó el grupo criminal local “Los Autónomos”, que busca apoderarse de las tierras y el control del ayuntamiento.

“Aunque la mayoría de las personas ya regresaron a casa, varias, no sabemos cuántas, aún están rentando en Yajalón”, señaló uno de los desplazados.

“La violencia continúa. El nuevo Gobierno que va a llegar ha prometido paz, y nosotros ya queremos que llegue el nuevo para ver si de verdad hará valer su promesa de campaña”, dijo una habitante entrevistada en el albergue.

En el Municipio de Chenalhóen los Altos de Chiapaslas autoridades trasladaron “a un lugar seguro” a 107 personas indígenas de la comunidad de Tzanembolo. Sin embargo, algunas organizaciones han denunciado que las personas no han podido regresar a casa.

DESFILAN NARCOS

El desfile de los cárteles de la droga a bordo de vehículos en las regiones de la Sierra y Norte de Chiapas se ha profundizado. A decir de especialistas, sucede ante la total impunidad que impera en el estado.

El primer desfile sucedió la noche del 20 de septiembre del año pasado en la cabecera municipal de Motozintla, en la Sierra del estado, a cargo del Cártel de Sinaloa (CDS). En caravana, a bordo de vehículos, los criminales tomaron rumbo al Municipio Mazapa de Madero

De acuerdo con videos en redes sociales, el convoy se abría paso ante un bloqueo que estaba en la vía carretera. En el mapa criminal que Grupo REFORMA elaboró, el CDS sigue manteniendo el control en ese municipio.

Tres días después, el 23 de septiembre, el CDS en la localidad San Gregorio Chamic, Municipio de Frontera Comalapa, en la misma Sierra del estado, a bordo de vehículos, los criminales desfilaron gritando “¡Puro Sinaloa!”, entre aplausos y chiflidos. 

Pobladores que mantenían un bloqueo se replegaron a orilla de la carretera para ver desfilar a integrantes del Cártel.

Los delincuentes iban encapuchados, portaban armas de alto poder y chalecos antibalas. Un habitante contó que era la primera vez que sucede eso en la región y a plena luz del día.

En este lugar donde fue el desfile, San Gregorio Chamic, el control lo tiene el CDS, mientras que, en el resto de las comunidades de este municipio, el dominio está a cargo del grupo El Maíz, aliado del CJNG, de acuerdo al mapeo de este medio.

El 13 de enero de este 2024, hombres y mujeres con banderas blancas y globos, coreando “Queremos paz”, recibieron una caravana de vehículos del CDS, en la vía carretera entre el Municipio de Bellavista y Chicomuselo, en la Sierra de Chiapas.

En ese momento, las camionetas con hombres armados pasan por una bifurcación, en tanto que personas corean: “Queremos paz”, “Libertad”, mientras un hombre que va en una de las unidades los exhorta: “Griten, griten…”.

En Bellavista, el CDS tiene el dominio en las comunidades de Chicomuselo, porque en la cabecera municipal el CJNG mantiene el control a través del grupo local El Maíz.  

Especialistas entrevistados afirman que pobladores han dicho que existe un saludo cordial entre militares del Ejército y los narcos en la Sierra, sin embargo, ha sido imposible grabar videos o fotos, por las amenazas de los criminales.

LAMENTAN INACCIÓN

Ante la guerra de los cárteles de la droga en Chiapas, especialistas aseguran que hasta que el Gobierno federal y estatal tomen el control de la entidad, la violencia no se detendrá. En caso contrario, tendrán que ser los cárteles quienes, a través de sus combates, decidirán quién se quedará con el dominio territorial de esta importante ruta.

Mientras tanto, la narcoguerra continúa y los grupos de autodefensas surgen en redes sociales señalando que “defenderán a la población”. 

El pasado jueves 8 de agosto, en Chenalhó salió un grupo que dijo ser autodefensa y ex zapatistas, y que irán contra el grupo local Los Herrera; el 6 de agosto, en municipios del norte, Solosuchiapa, Ixtacomitán, Ixhuatán, Pueblo Nuevo y Rayón, se presentó la autodefensa de Chiapas, que señaló que no permitiría la entrada al “cártel”; el 20 de julio, en los Altos, salió a la luz el Ejército Civil Indígena, que proclamó que también defenderá al pueblo.

Y seguirán apareciendo mientras el Gobierno no actúe. Lo que no sabemos es cuántas de estas autodefensas son del narco”, señaló Gerardo Alberto González Figueroa, investigador del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR).

“Es mejor que los cárteles se den en combate y que ellos decidan cómo quedarán, porque negociar con el Gobierno no se pondrán de acuerdo y la violencia continuará… ahora Chiapas está hundido y parece que seguirá hundido”, señala una fuente cercana a los grupos criminales. 

Luis Abarca, activista del Comité Digna Ochoa, señala que, más allá de lo que diga el Presidente Andrés Manuel López Obrador, es inocultable la crisis de derechos humanos provocada y acentuada por este mismo Gobierno morenista.

“Es enfermizo hablar de abrazos y no balazos. Es una continuidad de una guerra que está costando vidas en Chiapas, desapariciones y miles de desplazados. Por primera vez en la historia se tiene conocimiento de que mexicanos se desplazan hacia Guatemala huyendo de la violencia. No vemos que el Ejército esté realizando acciones para contener y combatir a estos grupos delincuenciales, más bien que los protege”, lamenta.

El activista no cree en un cambio de la situación con la llegada de nuevos Gobiernos, que, a nivel estatal, será encabezado por el morenista Eduardo Ramírez Aguilar.

“Nosotros vemos hacia el futuro, hacia el nuevo Gobierno federal y estatal, es una continuidad de estrategia de proteger a los cárteles y que tengan el control del territorio y pueblos completos del estado de Chiapas”, resume.