Vivir por tu cuenta, en la casa o depto de tus sueños, es la meta de muchas personas.  

Antes de lanzarte a rentar o comprar tu propio espacio te compartimos estos puntos que vale la pena tomar en cuenta.

La regla de oro

Algo que por lo común los especialistas sugieren es que gastes máximo el 30 por ciento de tus ingresos mensuales en la renta de una vivienda.

No te estreses si tu sueldo todavía no te alcanza para destinar sólo ese porcentaje.

Siempre existe la opción de buscar un “roomie” con quien compartir gastos en los primeros meses o años de tu independencia.

Si tienes la posibilidad de elegir a una persona de confianza, como un amigo, compañero de clases o trabajo, es aún mejor.

Tendrás la certeza de que cumplirá con sus responsabilidades.

Haz tu presupuesto

Todos quisieran que la vida como persona independiente comenzará con lujos.

Pero no es momento de concentrarte en esto, al hacer tu presupuesto de gastos fijos mensuales debes crearlo con toda honestidad e incluir tus gastos extra.

Al tener identificado tu presupuesto es momento de elegir en dónde vas a vivir, así irás a la búsqueda sabiendo para qué te alcanza.

Checa bien el lugar

Puede que la casa o departamento te haya gustado mucho, pero es ideal que calcules el tiempo que tardas en llegar de ahí a tu trabajo o escuela.

Revisa las alternativas de transporte que tienes o la distancia en automóvil.

De esta forma sabrás cuánto tiempo y dinero gastarás en moverte, pasajes o gasolina y podrás analiza si te conviene o no.

Ahorra desde antes

Algo que por lo común los especialistas sugieren es que gastes máximo el 30 por ciento de tus ingresos mensuales en la renta de una vivienda.

No te estreses si tu sueldo todavía no te alcanza para destinar sólo ese porcentaje.

Siempre existe la opción de buscar un “roomie” con quien compartir gastos en los primeros meses o años de tu independencia.

No todo es dinero

Es importante que tengas en regla tu identificación oficial o pasaporte.

También a alguien que pueda servir como aval, referencias laborales y personales, además de un comprobante de ingresos.

Estos documentos son los que por lo general te piden para rentar una propiedad.

Fuente: BBVA Educación Financiera