Por lo menos hasta los seis meses, la leche materna es la mejor aliada de una buena microbiota, pero ese conjunto de microorganismos se alimenta de fibra (soluble e insoluble) y polifenoles, que se encuentran en verduras y frutas. Importante proveerlas a la dieta con todo y cáscara para gozar por completo de sus aportes.
“En México, muchos niños no comen verduras, porque no se les inculcó desde pequeños. Están acostumbrados a la comida ultraprocesada que, entre otras sustancias, tiene emulsificantes que arrasan con la mucosa intestinal”, sostiene Mariangela.
De acuerdo con la Academia Americana de Pediatría, a partir de los seis meses, los bebés deben incorporar sólidos –fruta, proteína, vegetales y granos–, a su dieta. Vitaminas A, B, B12, D y ácidos grasos Omega 3 son algunos de los nutrientes esenciales para un sano crecimiento.
“El Omega 3 es vital para el desarrollo del cerebro y las neuronas. Se encuentra en las nueces y sobre todo en los pescados, especialmente en el salmón”, agrega Conconi.