1. Acude a tiendas especializadas en vino. A diferencia del súper o tienda convencional, ahí sí cuidan que las botellas no se expongan al calor, luz solar y otros factores que pueden dañar al vino. Además, las boutiques cuentan con personal capacitado para asesorar las compras.

2. Planea el presupuesto que quieres gastar, así como el tipo de vino y la ocasión que amerita el descorche, las sugerencias de vino para maridar una carne asada no serán las mismas a cuando se quiere regalar una botella para impresionar. 

3. Aprende a distinguir el perfil del vino que te gusta y descríbelo a los asesores de venta. Es importante comunicar correctamente el tipo de vino que gusta y el que no, pues un error común es confundir los afrutados con los dulces, siendo que el primero recuerda los aromas de frutos maduros, mientras que el segundo tiene azúcar residual. 

4. Opta por añadas recientes si eres novato en el tema, y deja para después las joyas que evolucionan con el tiempo porque tienen más complejidad de paladar y no suelen gustar a paladares poco familiarizados.

5. Date oportunidad de descubrir uvas, regiones vinícolas y estilos de vino. Puedes iniciar con vinos blancos y rosados, que están en tendencia en las bodegas mexicanas; pero también es buena idea dejarse sorprender por los caldos de vides de Australia, Sudáfrica y Nueva Zelanda, países no tan sonados en el tema vinícola, como lo son Italia, Francia y España. 

6. Las medallas que los vinos presumen en sus etiquetas pueden ser señal de que se trata de un vino sin defectos, aunque no son factor decisivo ni garantía de que a todos los paladares les guste. Así que reiteramos nuestra invitación a descorchar más vinos hasta dar con el perfil favorito. 

Fuente: Ignacio Orendain, sommelier tapatío y “La Guía Fácil de los Vinos”, de Ed McCarthy y May Ewing-Mulligan.

Información: Viridiana Muñoz