Cada vez son más sofisticadas las formas en que los delincuentes buscan obtener información de las personas. 



Desde engaños directos por teléfono o mensajes hasta sitios web falsos y aplicaciones apócrifas, los fraudes financieros se han diversificado, afectando tanto en entornos digitales como físicos. Las consecuencias pueden ir desde pérdidas económicas hasta el robo de identidad.

Aunque cualquiera puede ser víctima, el riesgo disminuye cuando se aplican medidas de prevención básicas, como configurar alertas de seguridad, usar contraseñas seguras, evitar redes públicas al hacer operaciones bancarias o destruir documentos con datos personales antes de desecharlos.

La clave está en mantenerse alerta y no compartir información sensible, incluso si la solicitud parece venir de una institución legítima.

 

En su edición de marzo, la revista Proteja su dinero , de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), expone los tipos más comunes de fraude que enfrentan los usuarios, como el phishing , smishing , llamadas falsas y clonación de tarjetas entre otras.

En entrevista para MURAL Antonio Sánchez Sierra, profesor investigador del Centro Universitario de Ciencias Económico-Administrativas, subraya que muchas personas caen en estos engaños debido a la urgencia económica y la falta de conocimiento financiero.

 

“No hay dinero barato en el mercado; eso es ilógico”, señala.

 

Uno de los métodos más utilizados por grupos delictivos es la creación de páginas que simulan legitimidad a través de múltiples dominios vinculados entre sí. Estas páginas aparentemente tienen recomendaciones en buscadores, pero en realidad se auto-replican para confundir al usuario.

 

“lo que hacen estos señores fraudulentos, crean una página y crean como cinco o seis páginas para que si la consultas por Google jale esa información que es de ellos mismos y los (auto) recomienda”, explicó el académico.

También alertó sobre esquemas de inversión que prometen ganancias mensuales del 5 por ciento o más, atrayendo a personas con ahorros que ven en ello una oportunidad de crecimiento rápido. Aunque en un inicio pueden recibir rendimientos, eventualmente los promotores desaparecerán con el capital de todos los participantes.

 

“Esos esquemas jalan a mucha gente, te pagan interés dos o tres meses, tú llevas más gente y de la misma gente que vas llevando te están pagando, pero llega el momento en que se rompe la cadena y finalmente desaparecen con tu capital”, advirtió.

Recomendó que, ante cualquier intención de invertir, se consulte primero la lista de entidades autorizadas por la Condusef o la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

Finalmente, el especialista recordó que la mejor forma de protegerse es la educación financiera.

“La mayoría de los fraudes ocurren porque la gente no se educa en temas financieros. No entienden cómo funciona desde lo más básico como una tarjeta de crédito, un seguro o una inversión. La prevención empieza por informarse bien”, concluyó.

En un entorno donde los fraudes son cada vez más elaborados, actúe con precaución, infórmese y consulte fuentes oficiales, puede marcar la diferencia entre conservar o perder el patrimonio construido con años de esfuerzo.

¿Qué sí puedes hacer?

  • Aprende a detectar señales de fraude. Si un mensaje te genera duda o presión para actuar rápido, probablemente sea fraudulento.

  • Guarda tus accesos en gestores de contraseñas. Así evitas repetir claves y reduce el riesgo de olvidarlas.

  • Revisa tu historial bancario con regularidad. Hazlo aunque no tengas alertas activadas, para detectar cobros no reconocidos.

  • Utiliza autenticación en dos pasos. Esta barrera adicional puede evitar accesos no autorizados incluso si roban tu contraseña.

  • Habla del tema con tu familia. Compartir estos riesgos ayuda a que personas mayores o jóvenes estén mejores preventivas.

¿Qué debes evitar a toda costa?

  • No respondas llamadas donde tú no inicias el contacto. Aunque suene legítimo, es mejor colgar y llamar directamente a tu banco.

  • No sigas instrucciones de personas que se identifiquen como empleados sin verificar. Siempre valida el número desde el sitio oficial.

  • No des clic en enlaces que te pedirán ingresar datos sin contexto. Sobre todo si vienen acompañados de advertencias o promociones.

  • No realiza pagos sin comprobar la identidad del receptor. Muchos fraudes en redes sociales ocurren con cuentas falsas.

  • No publicar datos personales en redes. Fecha de nacimiento, escuela o lugar de trabajo pueden ser usados ​​para adivinar contraseñas.