Una vieja herramienta
El control de precios ha estado presente a lo largo de la historia moderna del mundo bajo diversas modalidades, que van desde la imposición de precios máximos y mínimos hasta la vigilancia coercitiva de las cotizaciones, pasando por creación de empresas subsidiadas para generar una “competencia” artificial y “pactos” o acuerdos con la iniciativa privada.
En México, el control de precios existe oficialmente desde 1951. En los sexenios de Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo alcanzó su máxima operación mediante la imposición de precios oficiales sobre un gran número de mercancías, entre las que destacaron las siguientes:
- Leche
- Tortilla
- Plan blanco
- Harina
- Pastas alimenticias
- Alimentos para niños
- Alimentos balanceados
- Azúcar
- Aceites comestibles
- Gas LP
- Cigarrillos
- Fertilizantes
El titular de la Secretaría de Industria y Comercio del Gobierno de Echeverría llegó a proponer precios “tope” para casi 400 mil artículos en 1974. Durante dicha Administración también se controlaron precios mediante la oferta subsidiada de las empresas paraestatales, que cada vez había más.
La Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo) jugó un papel determinante en el intento de controlar el crecimiento de los precios mediante la venta de mercancías subsidiadas.
"El Estado reforzará su papel para garantizar el abasto de bienes básicos a precios reducidos, dentro del Sistema Alimentario Mexicano, orientando los subsidios hacia quien es justo que los reciban y propiciando hábitos alimenticios que eleven el nivel nutricional de la población", se propuso en el Plan Global de Desarrollo 1980-1982, de José López Portillo.
Con esto se reforzó la proliferación de tiendas Conasupo y la Impulsora del Pequeño Comercio, con más de 8 mil 500 tiendas de abarrotes. Para proteger el salario se propuso, entre otras medidas, lo siguiente:
- Regulación de precios fortaleciendo la política antiinflacionaria
- Control de precios de los productos básicos para impedir elevaciones injustificadas
¿Funcionaría ahora?
Expertos advierten que un control de precios de la canasta básica, como propone AMLO, provocaría a mediano plazo mayores encarecimientos ante una escasez de productos.
Además, en el largo plazo, este tope en los precios también generaría una menor competitividad en el mercado, lo que se reflejaría en productos de menor calidad o que algunos productores prefieran exportar y dejen de vender en el mercado nacional.
Los expertos refieren que la estrategia de imponer precios máximos que se ha aplicado en el pasado, ante una elevada inflación no ha funcionado, aunque la intención sea buena. Asimismo, consideran que, en este caso, no tiene mucho sentido porque las presiones inflacionarias son por inconvenientes de logística a nivel mundial y, en algunos productos, por un tema de seguridad pública a nivel nacional.
Impacto en las finanzas
Los analistas subrayan que, aunque no se explicó cómo se controlarán los precios, una posibilidad es que se haga mediante subsidios, lo cual generaría una presión a las finanzas públicas.
Una medida inmediata más efectiva para hacer frente a las presiones inflacionarias, sugieren, sería reducir aranceles o barreras al comercio de algunos de estos bienes que componente la canasta básica para que exista una mayor oferta en el mercado y, en consecuencia, precios más bajos.
Esto dijo AMLO:
“Estamos haciendo un plan de producción de alimentos para que haya más oferta y podamos también con los alimentos controlar inflación. Eso se los vamos a dar a conocer en unos días más, ya estamos trabajando en eso, en lo que tiene que ver con la canasta básica, para garantizar que no haya carestía y que controlemos la inflación” (4 abril de 2021).
Realización: Azucena Vásquez y Juan Carlos Orozco
Fuentes: Plan Global de Desarrollo 1980-1982, Bx+ y CIBanco, “La Suprema Corte de Justicia durante el Gobierno del Presidente Luis Echeverría Álvarez” del Poder Judicial de la Federación y “La teoría del control de precios” de Ludwig Von Mises
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