Al acecho

Según OCC Mundial, 1 de cada 2 personas en México trabaja en un ambiente tóxico.

De acuerdo con Manuel Hernández, experto en Capital Humano y académico de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), un posible indicio de esto es sentir malestar al llegar a la zona de trabajo.

Para ratificarlo, el especialista sugiere a la persona preguntarse ¿qué te hace levantarte para ir a trabajar?

Si la respuesta conlleva al temor de padecer una consecuencia, al ridículo o a quedarse sin trabajo, se refuerza la posibilidad de que se labore en un ambiente tóxico.

“Un mal clima laboral repercute en muchos ámbitos, porque en lugar de estar viendo hacia la competitividad, productividad o innovación, empiezan a ver hacia cómo golpear al otro grupúsculo”, advierte el catedrático.

“Comienza una carrera contra tiempo, será una carrera de desgaste, de ver quién quiebra primero, si la persona, la empresa o el mercado, porque esto tiene implicaciones de largo plazo”.

¿Quién es el colega tóxico?

A simple vista, tus compañeros de trabajo pueden verse iguales, pero hay actitudes específicas que te permitirán identificar quiénes son los elementos dañinos en un corporativo.

De acuerdo con OCC Mundial, este tipo de personas se caracteriza por no dejar de hablar de sí mismos, por minimizar el éxito de sus compañeros, por emitir frases y discursos pesimistas y por tener cambios de humor no predecibles.

“Al no saber manejar tus emociones, careces de la capacidad de actuar o de expresarte de los demás de forma saludable, por lo que cualquier logro ajeno es sinónimo para ti de criticar y desprestigiar”, indica.

En este mismo sentido, Harvard Business Review agrega a las personas que proyectan frialdad en su trato, egoísmo y son tajantes en las reglas también pueden crear un ambiente hostil en el trabajo.

El motivo, explica, reside en cómo está configurado el cerebro y las percepciones que tiene del entorno.

“Los cerebros humanos están programados para tratar de averiguar si los demás representan una amenaza para nosotros, para nuestras relaciones, para nuestras carreras, para nuestro bienestar general. ¿Me vas a crear problemas? nos preguntamos (a menudo inconscientemente). ¿Vas a ser competitivo o intentarás socavarme?”, detalla.

 

Es momento de actuar

Si has detectado actitudes tóxicas en tu actuar cotidiano, OCC Mundial sugiere:

+ Reconocer qué detona las actitudes negativas

+ Expresar tu sentir y cómo influye en tu vida

+ Rodéate de gente positiva

+ Concentra tu atención en lo que tienes y haces, no en lo que te falta

+ Aprende a reconocer los logros de otros

+ Identifica si las agresiones son hacia un individuo o un colectivo

+ Pon un alto rápido, entre más actos dejes pasar, más control tendrá el otro de la situación

+ No te quejes con los demás; confronta a la persona. Si no funciona, ve con tu jefe inmediato

+ Controla tus emociones cuando trates con la persona en cuestión para evitar respuestas impulsivas

Busca nuevos horizontes

Si consideras que tu ambiente de trabajo es tóxico, Hernández recomienda: 

+ Revisar si realmente es el lugar donde uno quiere estar.

+ Si lo es, analizar en qué aspectos uno puede adaptarse y cuáles del sistema pueden ceder

+ Hacer una estrategia de movimiento: desarrolla nuevos proyectos y habilidades para salir de la organización o del área.

Créditos: Abel Vázquez y Tania Romero
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