Dispuesta a ayudar: Daniela Arroyo-Olson en el lago de la comunidad que está apoyando actualmente. / Foto de Cortesía

Seguramente recuerdas a Daniela Arroyo-Olson, la joven tapatía que fue una de las ganadoras de la edición 2019 del Lamborghini Future FAB Award, en la categoría de sustentabilidad, por el trabajo que ha desarrollado con su empresa Ecofye.
Pues ahora está a punto de lanzar Noca, un proyecto con el que quiere ayudar a una comunidad de Morelos a extender sus habilidades y recursos naturales para impulsar la economía local y reducir la migración a las ciudades grandes.
Todo comenzó en 2018, cuando Daniela se unió a una iniciativa que tenía como objetivo auxiliar a una comunidad afectada por el terremoto de 2017.
Tras hacer una investigación, Daniela y una colaboradora descubrieron un poblado de Morelos que había sido sumamente dañado por dicho sismo.
“Fue súper emocional llegar y ver que pues realmente todo estaba destruido”, recuerda Daniela al hablar sobre su primera visita a ese lugar. “Y también ver que realmente, aún si trabajaran toda su vida, la gente no iba a poder reconstruir sus casas, ¿sabes?
“Y también como que había muchas cosas escondidas. Por ejemplo, de que personas les decían que les daban dinero para ayudarlos, y luego no. O luego gente llegaba y les daban tarjetas, y después se las quitaban. O sea, como que había muchas cosas. Y me acuerdo que la primera vez que fuimos, nos decían ‘no, con que no me la quites, así estoy bien'”.
Para poder demostrar que en verdad querían ayudar, Daniela y su colaboradora tuvieron que contactar a los líderes de la comunidad, y una vez que lograron su cometido, recaudaron medio millón de dólares para construir alrededor de 60 hogares con el apoyo de Échale, una organización que produce ladrillos de bajo costo.
“Lo más padre de estas casas fue que, como la comunidad está llena de albañiles, carpinteros y así, ellos mismos construyeron sus hogares”, comparte Daniela.
“Porque ya ves que a estas comunidades las vienen abusando desde hace muchos años, entonces, cuando les das una casa, ni siquiera se quieren mover a su nuevo hogar, porque luego no saben si es de ellos. Entonces lo muy padre es que si ellos construyen sus casas, sienten que son suyas”.

Confianza establecida

El terremoto de 2017 arrasó con las casas de esta población de Morelos; así se veía la zona antes de que Daniela y su equipo pusieran manos a la obra. / Foto de Cortesía

Una vez que concluyó la labor de construir casas para la gente de Morelos, Daniela se mantuvo en contacto con los miembros de la comunidad, y en octubre de 2020 estos la buscaron para pedirle ayuda nuevamente.
“Un día me marcaron y me dijeron ‘oye, Dani, ¿sabes qué?, pararon las obras, no tenemos trabajo, estamos sin comida, y no nos queremos ir a Estados Unidos, ¿cómo nos puedes ayudar?’
“Estuvo cañón que pensaron en nosotras como las que los podríamos salvar de este problema. Y al final del día trabajamos y estuvimos juntos, entonces pues te apegas a ellos”.
Acto seguido, Daniela contactó a su equipo y empezaron a explorar sus posibilidades: acabaron desarrollando un modelo para poder entender con qué habilidades y recursos renovables contaba la comunidad, y con ello descubrieron que sus fuertes eran la agricultura y la apicultura, por lo que decidieron nombrar al proyecto Noca, que significa miel en náhuatl.
“Dije ‘¡no!, como me lo imagino le voy a meter la tecnología de todo!'”, relata Daniela. “‘Vamos a reducir la corrupción, a asegurarnos que los procesos estén bien. Todo va a ser con energía limpia’. Hice una cosa increíble, y pues se ganó los fondos (alrededor de medio millón de dólares), y ahora es un proyecto que empezará en marzo, y la verdad está padrísimo”.

Los retos

Para poder brindar apo - yo certero, se hizo una investigación que resaltó los puntos fuertes de esta localidad, entre los cuales figura la producción de maíz. / Foto de Cortesía

Daniela comparte que, hasta la fecha, Noca ha tenido que enfrentar los siguientes obstáculos:+ Las complicaciones que provocó la pandemia (la prioridad es proteger a los habitantes mientras se desarrolla el plan).
+ Lidiar con terceros que fingen ser colaboradores para poder sacarle dinero a la gente de la comunidad.
+ Políticos que fingen haber ayudado en el proyecto de la construcción de casas para poder ganar más votos electorales.
+ Tener que traducir al náhuatl la encuesta que le realizaron a los habitantes del poblado, pues no todos hablan español.

En el futuro

El Gobierno les había prometido a los propietarios de esta casa que se las iba a reconstruir, pero al final fueron Daniela y sus colaboradoras quienes le otorgaron la ayuda para eso. / Foto de Cortesía

La idea que tienen Daniela y su equipo es que, dentro de un año o año y medio, puedan ver a través de sus resultados si Noca va en buena dirección.
“Queremos ver de qué manera podemos entender cómo procesan las cosas en esta comunidad de Morelos, después de ahí implementarla, y ver de qué manera apoyamos a otras”, dice Daniela.
“Por eso fuimos a recoger información para entender qué es lo que necesita la comunidad: qué es lo que están haciendo, que nos lo digan a través de qué es lo que necesitan desde adentro de la comunidad, cosas que a veces no vemos. Por ejemplo, yo jamás hubiera imaginado que saben apicultura desde secundaria, y he ido a la comunidad varias veces”.
Una vez que se ajusten todos los errores que puedan encontrarse en el sistema que están desarrollando, las creadoras del proyecto Noca quieren lanzar una plataforma para que la gente las pueda contactar desde sus comunidades.
“Y ya sea que juntemos 10 o mil peticiones, vamos para allá”, promete Daniela. “Dependiendo del tamaño de la comunidad, y de dónde esté.
“Pero la idea es que nosotros los vayamos encontrando, y vamos viendo de qué manera los podemos ayudar. Siempre y cuando también tengamos la confianza de los líderes de la comunidad. Hay varias cosas que nosotros tenemos que estar llevando para que sea un proyecto súper exitoso”.

¡Únete!

Daniela Arroyo-Olson conviviendo con niños de la Comunidad. / Foto de Cortesía

Daniela dice que la mejor manera de apoyar a esta causa es difundiendo su historia, ya que, mientras más gente la conozca, mejor.
“La idea es ayudarlos”, concluye Daniela. “Y lo que queremos hacer con este proyecto es que al final del día sea una empresa de impacto social. Que sea una empresa que se dedique a que el dinero que se genere sea para la comunidad: de la comunidad para la comunidad.
“Realmente me gustaría mandar el mensaje de que si estamos bien todos, estamos mejor. Hay que buscar cómo hacemos un bien, porque si ellos están bien, estamos bien todos. Si ellos están bien, baja la delincuencia, baja todo, y tenemos microeconomías que le ayudan muchísimo al País”.
Daniela te invita a acceder al sitio web del proyecto Noca, y a seguir la cuenta de Ecofye en Instagram; así podrás mantenerte al tanto de esta iniciativa.

¡Síguela!

Daniela y su equipo pegan códigos QR que les permiten medir la situación de la comunidad. / Foto de Cortesía

+ Instagram: @ecofye

La gente de la Comunidad realiza varias actividades en este lago; por ejemplo, pescar y comer. / Foto de Cortesía

Información: Carolina Herrera. Fotos: Cortesía.