POREČ, Croacia.- Cada año, desde diversos rincones del planeta, expertos del mundo vitivinícola (periodistas, enólogos, sommeliers, importadores, distribuidores y académicos) viajan hasta la sede en turno del Concurso Mundial de Bruselas (CMB) para tener un encuentro sui géneris con el vino.
Este 2023 tocó turno a la región vinícola de Istria. Durante tres días las instalaciones del centro deportivo Žatika se transformaron en las “Naciones Unidas” del vino, fueron testigo del imponente espectáculo de descorches que hace a distintas lenguas entenderse en un sólo idioma el de blancos y tintos.
“Croacia es un destino vinícola al alza, con una gran tradición. Esta región combina maravillosos paisajes, gastronomía refinada y vinos de calidad”.
Baudouin Havaux, presidente del CMB
Durante la 30 edición, 320 jueces evaluaron a ciegas; es decir, con las botellas cubiertas por un capuchón de tela, un total de 7 mil 504 muestras provenientes de 50 países.
Los vinos son catados por comisiones con cinco miembros. No se revela origen, marca o variedad, el único dato disponible es la añada. Los jueces califican de forma individual características en vista, olfato y paladar; la suma máxima posible es de 100 puntos, y están obligados a escribir comentarios para cada vino.
Cada comisión evalúa un promedio de 45 vinos por día, las evaluaciones se realizan de forma digital con un sistema desarrollado específicamente para este propósito. Los catadores pueden elegir el idioma en que escribirán sus comentarios. Un algoritmo desarrollado por la start-up Wine Space hace su magia: entiende y analiza las reseñas para traducirlas en gráficas: rueda de aromas y perfil de gusto para cada etiqueta catada.
El concurso otorga, según las calificaciones, medallas gran oro a vinos excepcionales, preseas de oro a aquellos sobresalientes y platas a vinos correctos.
Los resultados del CMB 2023 se publicarán en la página web del concurso el próximo 23 de mayo a las 12:00 horas.
La relevancia del CMB
“Ganar una medalla en este concurso tiene una gran repercusión. Te catapulta esa etiqueta hasta convertirla en tu vino más vendido no sólo en la añada ganadora, sino en muchas más. Bien comunicada, una de estas preseas es una bomba en tu portafolio”, señala Laura Santander, catadora mexicana y representante global de los vinos de EU para CMB.
Por sus estrictos estándares y la tecnología desarrollada en pro de la evaluación, esta justa se ha convertido en una guía de confianza para el consumidor, pero es también una ventana a regiones vinícolas pujantes.
“Con la organización del Concurso Mundial de Bruselas, Istria se ha posicionado en el mapa mundial del vino y ha reforzado su nivel europeo e internacional. Esta prestigiosa competencia impacta directamente en el turismo, la economía y el vino; aumenta la visibilidad de la región donde se organiza”.
Luka Rossi, presidente de Vinistra
Mexicanos al alza
México se ha hecho cada vez más presente en el CMB. Hace cinco años apenas 60 vinos mexicanos se cataban en esta competencia, hoy son casi 300.
La delegación de catadores coterráneos también ha crecido. Mientras que hace un lustro sólo eran un par, este año fueron siete los connacionales sentados en los paneles de evaluación, entre ellos Laura Santander, Andrés Amor, Georgina Salazar y Manuel Negrete.
Finalmente, ningún otro país tiene un capítulo nacional del concurso. Desde hace siete años México Selection, con sede itinerante por el interior de la República, evalúa bajo el mismo sistema los vinos nacionales. Este año se realizará en Mérida, durante noviembre.
Y la CDMX es la única en el mundo que alberga un Wine Bar by CMB, donde sólo se sirven las etiquetas que han sido premiadas con alguna medalla.
Así que razones sobran para ser el primer país de América que recibirá esta prestigiosa competencia en 2024.
Información: Teresa Rodríguez | Enviada
Edición: Rodolfo G. Zubieta
Imágenes: Cortesía CMB
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