En 2020 entró en vigor la modificación a la NOM-051-SCFI/SSA1-2010, que contempla la aparición de octágonos negros a fin de informar al consumidor el contenido de nutrimentos críticos que representen riesgos para su salud en un consumo excesivo, detalla el Diario Oficial de la Federación.
Calcio, aminoácidos esenciales, probióticos y vitaminas A y D, presentes en yogures y quesos, son razones para no perder de vista que no todos los productos sellados deberían desaparecer de la dieta diaria.
El rotulado nutricional frontal es una de las políticas recomendadas por la OMS para motivar a la población a mejorar su calidad nutricional, pero en la decisión de compra es importante tomar en cuenta la naturaleza y proceso de elaboración, así como los beneficios nutrimentales de cada producto.
“Hay dos principales problemas en este nuevo etiquetado: no toma en cuenta la calidad real del alimento ni la porción; discrimina por igual sin considerar nutrimentos de importancia, como proteínas y micro nutrientes”, señala el nutriólogo Aries Terrón.
De acuerdo con la revista Nutrición Hospitalaria, los lácteos contienen proteínas de alto valor biológico y alta digestibilidad, grasa, hidratos de carbono, vitaminas y minerales, especialmente calcio y fósforo, y diversificar su consumo permite ingestas más adecuadas de nutrientes.