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Al estudiar una licenciatura o ingeniería no sólo se adquieren conocimientos propios del área elegida, sino también se ejercitan y mejoran habilidades del pensamiento ampliamente solicitadas en el mercado laboral, coinciden especialistas.

El pensamiento analítico, por ejemplo, es la destreza que la mayoría de los empleadores identifica como esencial en los trabajadores, arroja una encuesta del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).

De acuerdo con el Informe sobre el Futuro del Empleo 2025, otra sumamente necesaria es el pensamiento creativo, ubicada en la cuarta posición del Top 10 de habilidades nucleares. En el duodécimo lugar figura el pensamiento sistémico.

“La capacidad de integrar distintos (…) tipos de pensamiento resulta un gran diferenciador entre los egresados que buscan incursionar en el ámbito laboral”, sostiene Leonardo Ruiz, decano de la Facultad de Filosofía de la UP Campus Ciudad de México.

El pensamiento analítico está dedicado a encontrar constantes, líneas o patrones en la información, explica José Luis Camacho, coordinador de la licenciatura en Literatura y Filosofía de la Ibero Puebla. Además, fortalece la interpretación de datos, otra capacidad útil en cualquier circunstancia.

“El pensamiento creativo se enfoca en dar forma a las cosas tal cual aparecen en nuestra mente. Se relaciona con procesos artísticos, estéticos y emocionales. También con la resolución de problemas complejos”, agrega el maestro en Estética y Arte.

Por otro lado, a través del pensamiento sistémico se busca comprender el funcionamiento del conjunto de las partes como un todo, apunta el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés). Sirve para analizar la complejidad y simplificarla.

Estas tres habilidades aumentarán su relevancia en el próximo lustro, señala el reporte del WEF que incluye la opinión de empleadores de 55 economías (incluida México).

Al ser competencias fundamentales, su aprendizaje suele estar contemplado en todos los planes de estudios, en mayor o menor medida según la carrera, tanto de forma transversal como por medio de materias específicas.

Actualmente, las herramientas de inteligencia artificial generativa, como ChatGPT, tienen una capacidad baja o muy baja de sustituir a las personas en la ejecución de tareas asociadas al pensamiento analítico y creativo, establece una investigación realizada por Indeed para el informe de WEF.

Amplio abanico

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Otros reportes del WEF incluyen al pensamiento crítico como una de las destrezas más prominentes, mientras que Indeed anota que el pensamiento lógico es buscado por gerentes de contratación de todos los sectores.

En tanto, la Universidad Stanford valora como crucial el desarrollo del pensamiento matemático. Puede afianzarse en asignaturas concretas. Tal es el caso de las carreras de la División de Ciencias Naturales e Ingeniería (DCNI) de la UAM Unidad Cuajimalpa, que integran en su primer semestre Introducción al Pensamiento Matemático.

“El curso funciona como un taller activo donde el alumnado aprende haciendo, explicando, escribiendo y discutiendo. Su propósito es que aprenda a utilizar las matemáticas como una herramienta de pensamiento y no como un conjunto de fórmulas a memorizar”, cuenta Marcia Guadalupe Morales, secretaria académica de la división donde se imparten los programas de Biología Molecular, Ing. Biológica, Ing. en Computación y Matemáticas Aplicadas.

“El alumnado descubre que (…) las matemáticas tienen sentido cuando se usan para entender y transformar el mundo”.

A decir de la doctora en Ingeniería Química, el pensamiento matemático consiste en razonar con lógica, abstraer situaciones, identificar patrones, formular y resolver problemas complejos, además de comunicar ideas con precisión. Una gran diversidad de sectores lo requieren.

“Va mucho más allá de realizar cálculos. Es una forma de pensar que permite analizar el mundo, construir modelos, tomar decisiones fundamentadas y anticipar escenarios. Es esencial en todas las áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y, de hecho, en prácticamente cualquier disciplina del conocimiento humano”, afirma Morales.

Otorgan 'superpoderes'

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Las habilidades del pensamiento son transferibles, establece Cambridge International Education. Es decir, son valiosas en cualquier industria y rol.

“Piensa en ellas como superpoderes, pueden ser usados en cualquier escenario profesional; por ejemplo, programación, idiomas, investigación, coordinación de proyectos, soporte administrativo, captura de datos, edición, entrenamiento”, señala Yolanda M. Owens, especialista en reclutamiento corporativo, en una publicación de la Universidad de Pennsylvania.

María de Lourdes Najera, subdirectora académica de la Facultad de Ingeniería de la UAEMéx, comparte que los estudiantes de las ingenierías Civil, en Computación, en Electrónica, en Inteligencia Artificial, en Sistemas Energéticos Sustentables y Mecánica entrenan los pensamientos computacional y el ingenieril que, contrario a lo que pudiera parecer, resultan útiles para desempeñarse en prácticamente cualquier posición.

“Son habilidades clave para una amplia variedad de trabajos que requieren el análisis, la innovación y la resolución de problemas”.

El computacional busca resolver problemas complejos de forma estructurada y lógica al descomponerlos en partes pequeñas. No se centra en programar, sino en diseñar soluciones mediante algoritmos. Analistas de sistemas, científicos de datos y desarrolladores de software recurren a dicha competencia, dice Najera. Este razonamiento influye en disciplinas más allá de las científicas.

Respecto al pensamiento ingenieril, la doctora expresa que es una manera de razonar orientada a la solución de problemas reales con base en la eficiencia, sostenibilidad y viabilidad de las propuestas. Apoya en la evaluación de riesgos, gestión de recursos y planificación de proyectos.

Formación integral

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Consolidar distintos tipos de pensamiento fortalece otras habilidades blandas. El pensamiento complejo, que posibilita ver las partes de un problema como un todo e interconectarlas, facilita la comunicación en equipos de trabajo y la toma de decisiones, ejemplifica Ruiz.

“En los entornos laborales actuales, donde se exige que los colaboradores analicen situaciones desde distintos puntos de vista, esta forma de pensamiento nos permite identificar conexiones entre variables y transmitir información de manera clara”, aclara.

El pensamiento lógico, por otro lado, es una forma de razonamiento que prioriza las cadenas argumentativas de un problema, los patrones y las relaciones de causa y efecto. Nutre la justificación de resoluciones, añade Ruiz, cuyos exalumnos de Filosofía sacan provecho a ambas modalidades de pensamiento en empleos de cumplimiento normativo (“compliance”), comunicación política y consultoría de inteligencia en empresas de seguridad internacional.

A juicio de Camacho, el pensamiento crítico es imprescindible en el mejoramiento de los ambientes laborales, pues se encarga de poner en duda la naturaleza de las decisiones, las normas existentes y las relaciones de poder.

“Le interesan los porqués, además de las relaciones causa-consecuencia y la lógica interna de los argumentos y los procesos. Cuestiona la manera en la que están construidas las nociones y gusta de desafiar conceptos redondos o considerados infalibles”, plantea el lingüista.

Sus egresados, tras solidificar estas competencias, son aptos para colocarse en puestos de bioética, entrenamiento de inteligencia artificial, ética empresarial y generación de programas socioculturales, comparte el coordinador en la Ibero Puebla.

A sumarlos

De acuerdo con Morales, Najera y Ruiz, los principales tipos de pensamiento a desarrollar en la universidad son:

  • Analítico.
  • Colaborativo.
  • Computacional.
  • Creativo.
  • Crítico.
  • De diseño (“design thinking”).
  • Emprendedor.
  • Estratégico.
  • Ético.
  • Lógico.
  • Ingenieril.
  • Sintético.
  • Sistémico.

Top 5

Las habilidades que los empleadores consideran esenciales para los trabajadores son las siguientes, según el Informe sobre el Futuro del Empleo 2025 del WEF.

  1. Pensamiento analítico.
  2. Resiliencia, flexibilidad y agilidad.
  3. Liderazgo e influencia social.
  4. Pensamiento creativo.
  5. Motivación y autoconciencia.

Aprendizaje en línea

Información: Tonatiúh Rubín.
Edición: Ana Gabriela Rezc.
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