Cementerio de Green Wood, Brooklyn, NY.

Memoria, recuerdo, homenaje, herencia… la comida lo es, y quizá valdría la pena preguntarse qué receta del catálogo personal o familiar se elegiría para la posteridad.

México no es ajeno al culto gastronómico post-mórtem, por el contrario entre platos y bebidas de fiesta trae de vuelta a sus muertos, pero Nueva York recién se ha entregado a los susurros mortuorios de una avalancha de fanzines, diarios y posteos en TikTok que relacionan camposanto y cocina.

El cementerio de Green Wood, erigido en las entrañas de Brooklyn en 1838, es el escenario donde Allison C. Meier, en colaboración con Bronwyn Hazlewood y Claire Voon, comenzó a recopilar recetas contra el olvido.

"La gente famosa dejará su nombre en calles y edificios; para el resto, el cementerio es el último lugar donde estará escrito. En una ciudad donde sientes que cada centímetro de tierra es reclamado y todas las historias han sido ya contadas, encontré que el cementerio de Green Wood alberga miles de secretos”.

Allison comenzaría, en 2011, a recorrer las tumbas, estatuas y columnas victorianas de aquel sitio, a repasar la cultura y el arte entre los muertos, ante los oídos atentos de los turistas. Una década después, encontró en una lápida la receta que la empujaría a gestar el fanzine colaborativo “Cooking with the dead”.

Allison C. Meier

"Durante mis tours, encontré una receta de galletas, nunca había visto nada igual. Me pregunté si habría más; tras una larga investigación, encontré varias. Me parece muy interesante pensar que toda esta gente, sin conocerse, tuvo la idea de ser recordada así".

“Las fechas, los nombres son fríos, no te dan mucha información sobre quién fue en realidad esa persona, pero con una receta, puedes saber hasta qué tenían en su alacena, es algo muy poderoso”, detalla la escritora.

Con todo y su escenario apocalíptico, la pandemia logró establecer y reforzar las conexiones de los involucrados en el proyecto: Claire, en Chicago; Bronwyn, en Melbourne, y la tía de Alice, residente en San Antonio y quien dedicó sus días de confinamiento a preparar las recetas halladas en las tumbas.

El aislamiento, la cocina como remedio al tedio de permanecer encerrados y el auge de TikTok se alinearon para enfocar las miradas del mundo hacía esos fragmentos del gran recetario post-mórtem. Aunque pocos atribuyan el crédito a quien corresponde.

"Ahora hay cuentas de TikTok con millones de visitas y notas del New York Times relacionadas al tema. Y a pesar de no siempre obtener crédito por ello, me alegro de haber encendido esa chispa, de que los cementerios hayan ganado visibilidad. Creo que la pandemia hizo que la gente pensara en la muerte como nunca lo había hecho".

Compendio de dulzura femenina

Allison buscó más allá de los confines neoyorquinos, exploró la posibilidad de alimentar el catálogo de memorias culinarias con cementerios en otras partes del mundo, pero tal como lo esperaba, la mayoría de estas recetas para la posteridad se concentra en territorio estadounidense: Alaska, Utah, Brooklyn e Israel dan forma al recetario mortuorio.

"La gente aquí tiene un arraigo por las memorias muy personales. En Oklahoma, mi ciudad natal, hay tumbas con tractores, vacas y vaqueros, algo que no he visto en París, Londres y en ningún lugar del mundo. Más que la exactitud en las recetas, me parece muy interesante el mensaje que alguien deja atrás con las instrucciones para preparar algo".

'Cooking with the dead'

Todas las recetas encontradas describen la elaboración de algún postre y fueron grabadas en tumbas de mujeres. La autora lo relaciona con el protagonismo femenino en las cocinas de fiesta, el acto de amor que representa preparar un apapacho repostero y compartir los gustos dulces en ocasiones especiales.

De entre las recetas publicadas en “Cooking with the dead”, la de galletas de avena sin hornear, hallada en una tumba en Alaska, es particularmente especial para la autora, pues no sólo describe el proceso de preparación, también incluye el logo de la crema batida Cool Whip.

“No sólo dieron las indicaciones, se tomaron la molestia de grabar la marca específica para prepararlas, cuando el grabado de tumbas se cobra por letra”.

"En Estados Unidos la gente entierra a sus seres queridos y no regresa al cementerio. No hay un sentido de comunidad como solía haberlo cuando la gente los veía como parques e incluso organizaba picnics. Un cementerio resguarda historias muy profundas, refleja las creencias de la gente, su estatus social y cómo quiere ser recordada, captura de forma precisa la cultura e historia de un lugar".

Galletas de mantequilla de Naomi

Con relieve de libro abierto, la lápida de Naomi inspiró a Allison a comenzar su proyecto literario y culinario.

“Naomi fue una apasionada repostera, la primera estadounidense de una estirpe originaria de Barbados que preparaba sus galletas con una máquina de 1950, es recordada por su hijo con cualquier postre o galleta”.

Ingredientes

  • 1 taza de mantequilla
  • ¾ de taza de azúcar
  • 1 cucharada de extracto de vainilla
  • 1 huevo
  • ½ cucharada de polvo para hornear
  • ⅛ de cucharada de sal

Preparación

Acremar la mantequilla y agregar el azúcar, la vainilla y el huevo. Bajar la velocidad del batido y agregar harina, polvo para hornear y sal hasta tener una masa homogénea. Moldear las galletas y hornear por 10 minutos a 200ºC. Dejar enfriar.

Receta tomada del fanzine “Cooking with the dead”.

Sabías que...

Los rituales fúnebres de Occidente se desarrollaron en Grecia, donde se creía que el perfume de las coronas de flores atraía a los espíritus, que flotaban en el círculos hasta que su cadáver fuera sepultado, y las tumbas se concibieron como un punto de reunión familiar para compartir banquetes.
Nayeli Estrada
Fotos: Iván Serna y cortesía Allison C. Meier
Coordinación de producción: Nayeli Estrada
Flores: @shaddai_disenos_florales
Edición y diseño: Rodolfo G. Zubieta
Síguenos en @reformabmesa