La comunidad de corredores de la Ciudad de México está volviendo a la “normalidad” para hacer sus rutinas en espacios abiertos como el Autódromo Hermanos Rodríguez que reabrió sus puertas para ello hace un par de semanas.
Corredores de todas las edades volvieron a sonreír, aunque muchos lo hicieran detrás de sus cubrebocas, por regresar a la recta del autódromo, la cual comparten habitualmente con ciclistas, todos buscando la seguridad de poder entrenar sin la preocupación de encontrarse con autos u otros obstáculos en las calles de la capital del País.
Sin embargo, el uso de la pista del autódromo está limitada y deben seguirse ciertos protocolos sanitarios, aunque no todos los cumplen a cabalidad.
Corredores consultados por CANCHA externaron su satisfacción por volver a sentir el viento en la cara cuando realizan sus rutinas en una superficie plana y recta como la del autódromo.