Qatar en el Parlamento

Príncipes y Presidentes recorrieron los suelos de mármol blanco del ultraselectivo palco con vistas a la cancha para el primer partido de la Copa del Mundo. Pero mezclándose entre las leyendas del futbol y la realeza del Golfo había una figura que pocos reconocerían fuera de la política europea: Eva Kaili.

Kaili, una política griega, fue vicepresidenta del Parlamento Europeo, un organismo en expansión con poder limitado. No tenía asuntos oficiales en Qatar. Su viaje fue privado, dijeron personas que la vieron en el palco.

Y luego, menos de un día después, estaba de regreso en Bruselas, entregando una defensa apasionada de Qatar contra las críticas a su explotación de los trabajadores migrantes que habían construido los estadios de la Copa del Mundo.

“La Copa del Mundo en Qatar es una prueba, en realidad, de cómo la diplomacia deportiva puede lograr una transformación histórica de un país con reformas que inspiraron al mundo árabe”, dijo Kaili. Reprendió a los críticos de Qatar como matones. “A todo el que les habla o se involucra, acusan de corrupción”.

Menos de tres semanas después, estaba en la cárcel, acusada de intercambiar decisiones políticas por dinero en efectivo.

Las autoridades belgas la acusaron el fin de semana pasado junto con su compañero Francesco Giorgi, y otros dos en una investigación sobre la influencia de Qatar.

En los allanamientos policiales se han descubierto 1.5 millones de euros en efectivo. Aproximadamente la mitad de eso se encontró en una habitación de hotel ocupada por el padre de Kaili; otros 150 mil euros fueron encontrados en el departamento que Kaili compartía con su pareja, según los fiscales.

El caso, que las autoridades belgas dicen que han estado construyendo durante más de un año con la ayuda de sus servicios secretos, ha descubierto lo que los fiscales aseguran fue un esquema de dinero por favores en el corazón de la Unión Europea.

También destacó las vulnerabilidades de un sistema opaco y notoriamente burocrático que decide políticas para 450 millones de personas de las naciones más ricas del mundo.

El abogado de Kaili, Michalis Dimitrakopoulos, aseguró que era inocente. “Ella simplemente no tenía conocimiento del efectivo”, aseveró. “No le hizo ningún favor a Qatar, porque todas sus posiciones estaban, de hecho, en línea con la política de la UE sobre Qatar”.

El abogado de Giorgi no hizo comentarios. El periódico italiano La Repubblica informó el jueves, citando documentos judiciales sellados, que Giorgi estaba cooperando con los investigadores.

 

Qatar ha negado enérgicamente las acusaciones.

“Ha sido una semana difícil en Bruselas”, comentó el jueves Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo, a los líderes de la UE. “Siempre habrá alguien para quien una bolsa de efectivo siempre valga la pena el riesgo. Es esencial que estas personas entiendan que los atraparán”.

Los investigadores en Washington también han tratado de tomar medidas enérgicas contra el cabildeo extranjero ilegal, incluso para Qatar, que ha sido acusado por separado de sobornar para ganar la sede de la Copa del Mundo.

El Parlamento Europeo es la institución menos poderosa pero la única elegida directamente en la estructura de poder de la UE. Sus 705 eurodiputados aprueban iniciativas y participan en el proceso legislativo, pero sus debates, eventos y resoluciones tienen mayormente un impacto en la reputación de los involucrados.

“El Parlamento es de fácil acceso y se ha convertido en un terreno atractivo para todo tipo de cabilderos”, apuntó Michiel van Hulten, director de Transparency International EU y ex legislador europeo. “Debido a esto, es relativamente fácil operar bajo el radar y no ser atrapado”.

Una combinación perfecta

Kaili, de 44 años, y Giorgi, de 35, comenzaron su relación en los laberínticos pasillos del Parlamento en 2017, según personas que los conocen. La eurodipurada estaba en su primer mandato y su pareja era ayudante de un alto miembro del Parlamento, Pier Antonio Panzeri. Ambos eran miembros del grupo socialista y demócrata de centroizquierda.

Este relato se basa en entrevistas con dos docenas de legisladores, funcionarios del Gobierno belga y de la UE, y asistentes directamente familiarizados con el caso y las personas involucradas, así como un examen de correspondencia privada, años de publicaciones en redes sociales, borradores de políticas y registros de votación.

La mayoría de los entrevistados para este artículo solicitaron el anonimato porque no querían verse arrastrados a una investigación criminal de alto perfil.

Giorgi está vinculado a la investigación de corrupción no sólo a través de su socio, sino también de su ex jefe. Panzeri, de 67 años, fue arrestado la semana pasada en su casa de Bruselas, donde la Policía belga encontró 600 mil en efectivo. Su esposa e hija también fueron arrestadas en su ciudad natal cerca de Milán.

El abogado de Panzeri no respondió a las solicitudes de comentarios.

Las autoridades dicen que Panzeri desempeñó un papel central en el cultivo de relaciones con funcionarios de Qatar y Marruecos y en facilitar el flujo de efectivo a Bruselas, incluso a través de una organización no gubernamental que dirige.

Antes del inicio

A medida que se acercaba la Copa del Mundo, la defensa de Qatar por parte de Kaili y Giorgi se intensificó. Ella se opuso a cualquier intento de condenar los abusos a los derechos humanos en Qatar, una monarquía absoluta que criminaliza la homosexualidad y requiere que una mujer menor de 25 años obtenga permiso de un tutor masculino para viajar al extranjero.

Ella presionó para que los qataríes que visiten la UE viajen sin visa. Sus colegas dijeron que la eurodiputada también socavó el escrutinio del Parlamento sobre el manejo de la Copa del Mundo por parte de Qatar.

Hannah Neumann, una legisladora europea de Alemania que preside el comité de relaciones con la Península Arábiga, había planeado un viaje del comité a Doha, la capital de Qatar, durante más de un año. Se suponía que los miembros del comité evaluarían críticamente el progreso de Qatar antes del inicio de la Copa del Mundo.

Luego, a fines de septiembre, el Gobierno de Qatar le dijo a Neumann abruptamente que el viaje debía cancelarse porque el edificio donde se reunirían estaba en construcción.

Un mes después, Neumann estaba atónita y enojada cuando Kaili apareció en Doha en su lugar. En un viaje relámpago de dos días, Kaili incluso celebró una reunión con el jefe de Estado, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani.

“Estaba dando declaraciones que eran mucho más favorables a Qatar que la posición del Parlamento, fingiendo hablar en nombre de todos nosotros”, señaló Neumann en una entrevista con el Times.

El abogado de Kaili y portavoz del presidente del Parlamento comentó que su viaje era una misión oficial.

Dos semanas después, a mediados de noviembre, una resolución aparentemente incontrovertible que criticaba el historial de derechos humanos de Qatar encontró una resistencia inesperada. “Fue difícil incluso ponerlo en la agenda”, señaló la legisladora liberal Katalin Cseh. “Me quedé impactada.”

Incluso los aliados políticos de Kaili estaban frustrados. “Como socialdemócratas, deberíamos tomar la iniciativa para poner de relieve las violaciones de los derechos humanos”, indicó el legislador danés Niels Fuglsang.

Fuglsang aseguró que una resolución que redactó criticando a Qatar fue rechazada por al menos una de las personas que ahora están siendo investigadas, no dijo quién, y finalmente fue rechazada.

Su resolición fue reemplazado por uno que elogió a Qatar por reformas que son “un ejemplo para la región del Golfo”. El nuevo texto decía que Qatar ya había mejorado las condiciones de trabajo y de vida de cientos de miles de trabajadores.

Empeñado en suavizar la resolución final, Giorgi, que trabaja para un nuevo miembro del Parlamento, envió un correo electrónico a todos los legisladores socialistas para rechazar una enmienda que decía que Qatar había sobornado para ganar la organización de la Copa del Mundo.

“El Parlamento Europeo no debe acusar a un país sin pruebas provenientes de las autoridades judiciales competentes”, señalaba el correo electrónico, enviado a nombre de la legisladora Andrea Cozzolino. Cuando se llevó a cabo la votación el 24 de noviembre, logró que se eliminara el lenguaje de soborno.

Desde su arresto, Kaili fue despojada de su título de vicepresidenta y expulsada tanto de su partido griego, Pasok, como de su grupo político en el Parlamento Europeo, los Socialistas y Demócratas. Las autoridades griegas también están investigando sus finanzas.

El Parlamento Europeo estaba listo para votar esta semana sobre la propuesta de viaje sin visa de Qatar. Esa votación, y todos los demás trabajos relacionados con Qatar, han sido suspendidos.

La zona gris

El cabildeo enérgico de Kaili para el pequeño estado del Golfo no fue del todo inusual para el Parlamento Europeo.

En los días posteriores a los arrestos, los legisladores y agentes señalaron con el dedo en privado, acusando a sus rivales de esfuerzos clandestinos similares. Pero la capacidad de realizar reuniones no reveladas con agentes extranjeros está incorporada en las reglas del Parlamento.

“No es un accidente que exista una zona gris en Bruselas”, aseveró van Hulten de Transparency International EU. “Así lo querían las instituciones”.

El escándalo parece destinado a atrapar a más legisladores, ya que las autoridades belgas allanaron las residencias de varios asistentes. También ha causado una profunda desconfianza.

“Pensé que las peleas políticas que tuvimos se basaron en evaluaciones políticas honestas que llevaron a conclusiones diferentes”, aseveró Neumann. “Pero ahora sé que probablemente estaba luchando contra una red de corrupción”..