UNA MOVILIZACIÓN CLASE TURISTA

Por: Abel Barajas

Foto: José Luis Ramírez

Sí, del Metrobús bajaron manifestantes. Una de las novedades fue el Metrobús de dos pisos de la ruta de Reforma, que también hizo su aporte a la movilización del domingo 27 de noviembre en apoyo al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Las unidades no estaban en su ruta habitual y llegaban casi simultáneamente a la esquina de Reforma y Ricardo Flores Magón, en donde descendieron los contingentes. Junto al número de la ruta aparecía otro número que identificaba al convocante. El número para que al regreso los pasajeros pudieran ubicarlo fácilmente.

Al pie del Monumento a Cuitláhuac, en el cruce con Paseo de la Reforma, también se vio una camioneta con las siglas de la DGSU (Dirección General de Servicios Urbanos), de cuya batea descendieron varios manifestantes. La camioneta no tenía placas. Pero era un vehículo oficial usado para estos menesteres políticos.

Para la movilización de una parte de los asistentes a la marcha no se usaron únicamente unidades de transporte público o de uso oficial. También se alquilaron camiones. De clase turista.

Entre los cientos de autobuses de los que descendían mares de personas, la mañana del pasado domingo, uno parecía extraño por sus rotulados. El autobús oficial del equipo de futbol de tercera división Pampaneros de Champotón.

“Turiscam apoyando al deporte”, “Pampaneros de Champotón, futbol club”, “Orgullosamente champotoneros”, decían las leyendas de la unidad color rojo que muy temprano arribó de Campeche, con gente que vino a apoyar la marcha oficial, encabezada por el Presidente Andrés López Obrador.

El vehículo fue uno de los tantos que abarrotaron Paseo de la Reforma Norte, un kilométrico estacionamiento que en algunos tramos, como el cruce con Eje 1 Norte, llegó a ocupar hasta 5 carriles de la avenida.

Los carriles exclusivos del transporte público, desde el Metro Hidalgo hasta Flores Magón, también fueron improvisados como aparcamiento, sin que los policías de tránsito aplicaran multa alguna. 

Era una rareza que el autobús de un equipo de futbol estuviera el domingo en Paseo de la Reforma, pero no lo era que esa unidad perteneciera a una empresa de transportes turísticos. 

El domingo 27 de noviembre no sólo fue el día del Presidente, también fue uno de los mejores días para las empresas transportistas, sobre todo las de viajes turísticos, si bien sus clientes de esa ocasión no eran propiamente turistas.

Sus unidades son las que aportaron el grueso de los contingentes que arribaron en toda esta franja de la avenida. La gran marcha del Presidente tuvo un importante ingrediente con la movilización clase turista.

La hilera de autobuses y vans tenían estampados los logos de empresas como Tania Tours, Turismo Galaxy, Servitur, Castañeda Tours, RC Tours, Turismos Heme, Padilla Tours, JJ Tours, Delfin Tours, Turmar, Aguilera excelencia en turismo y Maravi Tours.

También los había de Touring Coach Expressos, Turiscam, Turismo Vargas, Tourister, Turimaz, Ario Tours, Tour’s Red Mountain, Helen Tours, Econoviajes, Turismo Gran Lujo, Escobar Tours, Vagabundo Tours, Transporte de Turismo Misagar, Tour Fix México y Choco Tour. 

Llegaron de Sonora, Chiapas, Durango y Quintana Roo, Guanajuato, Oaxaca, Puebla y Tlaxcala, Sinaloa, Morelos y Veracruz, San Luis Potosí, Guerrero, Nayarit y Michoacán, Baja California, Hidalgo y Zacatecas.

“Este autobús viaja con recursos propios”, aclaraba una manta colocada al frente de un autobús procedente de Nayarit.

Foto: Abel Barajas

Transportistas

Si los fletes turísticos aportaron un número mayoritario de pasajeros, el segundo bloque que exhibió el músculo fue el de las corporaciones de transportistas.

Camiones y microbuses de las Rutas 14 y 18, del norte y oriente de la capital, superaron por decenas a otros del sistema de transporte público metropolitano, incluidos los numerosos colectivos de rutas de Cuautitlán Izcalli y Ecatepec que también se hicieron presentes.

Organizaciones como la Unión Independiente de Autotransportes y Servicios Colectivos y la Unión de Tolerados y Taxistas de Servicios Colectivos, ambas del Estado de México, también se hicieron presentes con sus Vans.

Ríos de pasajeros que a media mañana estaban aglomerados en las aceras de Reforma, también habían llegado en autobuses sin placas vehiculares.

En el lugar donde debían portar la lámina con el número de matrícula, estas unidades llevaban distintivos con las siglas de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos A.C. (CONATRAM) y la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas A.C. (AMOTAC).

Foto: Abel Barajas

 Tabasqueños

 La multitud que hizo el viaje desde el interior de la República provenía mayoritariamente de las capitales de los estados y de las principales ciudades del País. La excepción fueron los paisanos del Presidente de la República.

Los tabasqueños no sólo llegaron de Villahermosa. En las vialidades, se apilaron todo tipo de vehículos procedentes de Cárdenas, Centla, Comalcalco, Jalpa de Méndez y Teapa, entre otras localidades. 

También llegaron de Tabasco unas Vans de la Sociedad Cooperativa de Transporte Campo Santa María S.C.L. de C.V.; autobuses de JJ Tours,  Choco Tour y de Autobuses Red Allende.

El parabrisas de una de las unidades se distinguía con las pintas de “Jalpa de Méndez” y “María Félix”, en aparente referencia a María Félix García Álvarez, ex diputada local de Morena por el Distrito XVII.

Esa mañana, lo de menos fueron las consignas. No se trataba de eso. Algunos de los pasajeros incluso trajeron las pancartas equivocadas.

“Este 10 de abril vamos a votar”, enunciaba un cartel con la figura de López Obrador, invitando a la consulta de revocación de mandato. El cartelón quedó tirado sobre Paseo de la Reforma.

'AMOR CON AMOR SE PAGA'

Por: Francisco Morales V.

Foto: Alejandro Mendoza Mendoza

Estacionadas en doble fila sobre Circuito Interior, casi esquina con la calle Comte, siete combis vacías, provenientes de Guerrero, exhiben en el parabrisas trasero una pancarta guinda con una de las consignas de la marcha: “¡Amor con amor se paga!”.

Esta frase, que da título a una obra de teatro del poeta y libertador cubano José Martí, pero que el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho suya a golpe de repeticiones, implica, de entrada, un acto de retribución presuntamente desinteresado.

Aquí, sin embargo, en el caso de las combis que estorban el tráfico en la colonia Anzures, el senador Félix Salgado Macedonio no deja lugar a duda de que es él, con todo su aparato de transportes y de personas, el pagador de tanto amor. 

Junto a la leyenda “#Guerrero con AMLO”, cada uno de los vehículos distraídos de la ruta Tlacotepec-Chilpancingo para traer gente a la capital del País llevan también en el parabrisas una foto suya, orondo y rozagante, en un abrazo apretado con el Presidente. 

Son las 8:00 horas del 27 de noviembre y el Circuito Interior Melchor Ocampo se ha convertido, en la más literal de las acepciones de la palabra, en un gigantesco estacionamiento. 

Como Salgado Macedonio, prominentes figuras de la 4T compiten este día por demostrar quién tiene mejores formas de pagarle su afecto al Presidente. 

Foto: Héctor García

A una hora de que comience la megamarcha convocada por López Obrador en defensa de los logros de su Gobierno –la “contramarcha”, según acuñó la Oposición, a la llevada a cabo dos semanas antes para defender al INE–, ambos lados de la vialidad, del lado de Anzures y de la Colonia Cuauhtémoc, están desbordantes de vehículos y de personas que, trabajosamente, se abren camino hacia la Estela de Luz; el punto de reunión convenido. 

Sobre la diminuta porción de la acera que queda libre para transitar, un vecino despistado que salió a pasear a su perro como cualquier otro día repara en el cotejo de vehículos y placas realizado por colaboradores de Grupo REFORMA y se apresura a contribuir. 

“‘¡Ahí afuerita de mi casa, sobre Shakespeare, hay uno estacionado desde la madrugada!”, reclama para el conteo. 

Otro joven vecino de la Anzures, llegado a la colonia hace pocos años desde el Estado de México, preguntaría después a uno de los reporteros: “¿Siempre es así el descaro? ¿O fue más ahora?”. 

Y es que mil 787 vehículos –tan sólo los documentados por 25 colaboradores de REFORMA– son tan imposibles de ocultar que la idea de intentarlo, con seguridad, se desechó de inmediato. 

Haciéndole la competencia a Salgado Macedonio, el morenista Fernando Vilchis, Presidente Municipal de Ecatepec, también demuestra con vehículos sus cualidades como pagador de amor. 

Del mismo lado de Circuito Interior, una hilera de camiones y microbuses, con el último de ellos rotulado como “Autobús 26”, han quedado estacionados detrás de uno que lleva una manta que oculta las placas y que muestra a Vilchis, en mangas de camisa y mirando al horizonte, con la leyenda “¡Es un honor marchar con Obrador!”. 

Foto: Alejandro Mendoza Mendoza

Algunos otros actores políticos son más discretos, pero no menos estorbosos, como quien haya decidido mandar a siete camiones “Verdes de Morelos”, entidad gobernada por Cuauhtémoc Blanco –quien ganó el puesto por la coalición Juntos Haremos Historia– a colocarse, sin respetar el reglamento de tránsito, en los carriles centrales de Circuito, entre Río Elba y Río Lerma. 

O también como los múltiples camiones turísticos y camionetas con placas de Veracruz, entidad gobernada por el morenista Cuitláhuac García, que se amontonan por toda la zona. 

Entre el fervor genuino de múltiples grupos que se dan cita para la marcha, sí, de manera desinteresada, están también los muchos contingentes, enfundados ya en la indumentaria guinda de Morena, que bajan de camiones, combis y microbuses para hacer fila en las gasolineras de la zona para pasar al baño, todavía con las bolsas de lunch en las manos. 

Como demostraría, ese mismo día, un vuelo de dron sobre la zona, Circuito Interior se convirtió  durante varias horas, en el depositario de una forma muy particular del amor que se paga, de forma ostensible y declarada, con la acumulación de vehículos sobre el pavimento. 

Un estacionamiento monumental, inocultable y multitudinario, costeado con la amorosa cartera de los afines al Presidente.

LA CUARTA TRANSFORMACIÓN DE LAS MARCHAS

Por: Luis Pablo Segundo

Foto: Alejandro Mendoza Mendoza

Contrario a las noches de fiesta, restaurantes llenos de comensales y reuniones entre amigos, la mañana del domingo 27 de noviembre la Colonia Juárez, considerada de las zonas más bonitas de la Ciudad de México, se convirtió en un enorme estacionamiento de transporte colectivo, en el cual se trasladaron miles de ciudadanos con un solo objetivo: masificar la marcha la Presidente de México.

La mañana de ese domingo, una señora paseaba su perro de mediana estatura entre las calles de Havre y Liverpool, preguntándome si buscaba un local o negocio, con la cabeza le negué que no estaba buscando nada, pues mi mirada solo estaba rastreando los camiones de gran magnitud que se movían entre calles.

Y es que, desde días antes, el Presidente Andrés Manuel López Obrador convocó a una megamarcha para defender su movimiento denominado la Cuarta Transformación, a cuatro años de haber entrado en operación.

Foto: Alfredo Moreno Espinosa

Como en la gran mayoría de las marchas, el acarreo es una práctica común para inflar el volumen de asistencia y, con ello, argumentar que son “millones de mexicanos” que apoyan una causa. En este sentido, el último domingo de noviembre, el poder de movilización del Presidente se hizo notar con los miles de camiones que llegaron, hasta los alrededores de Paseo de la Reforma, con las personas que asistirían a la manifestación.

En parte de la colonia Juárez y el Centro, particularmente atrás de la Secretaría de Gobernación, camiones provenientes de Oaxaca, Veracruz y Tabasco se podían ver desde temprana hora.

Desde unidades de turismo –de empresas como ADO, AU y Estrella Blanca– hasta camiones que datan de los años 70 y 80, la Juárez ofrecía otra cara: un estacionamiento que gritaba con pancartas, fotos del Presidente y mensajes de “No estás solo”. Su devoción total a un Mandatario que esa mañana y tarde quiso ser él mismo quien encabezara la marcha.

Foto: Alfredo Moreno Espinosa

En un recorrido por las calles aledañas a Reforma y Avenida Chapultepec, entre el calor y una multitud que desbordó a los organizadores, se podía visualizar desde las 9:00 horas como cientos de camiones desfilaban con simpatizantes obradoristas, como si fueran a un concierto de Grupo Firme, pero en esta ocasión de su máxima figura política.

Mujeres y hombres de la tercera edad, personas en sillas de ruedas, niños acompañados de sus papás y, claro, operadores de Morena movilizando a las miles de personas que llevaron al evento. Uno de ellos, en su teléfono celular gritaba: “¡Tengo seis más! ¿Dónde estás?”. Una de las estampas de ese domingo.

Para las 13:00 horas, en Bucareli y calles como Morelos, los camiones con letreros como “Veracruz 101” aguardaban el regreso de sus ocupantes. Los choferes esperaban al interior de los vehículos, mientras ciudadanos marchaban a pie hacia el punto final de la marcha: el Zócalo.

MEXIQUENSES, HIDALGUENSES Y CAPITALINOS DICEN ¡PRESENTE!

Por: Argelia Maupomé

Foto: Alfredo Moreno Espinosa

Desde las cinco de la mañana de ese domingo 27 de noviembre, un grupo nutrido de personas descendió, frente al Teatro de los Electricistas, de camiones que se estacionaron en un carril de Insurgentes Centro.

Con gorras y pancartas, querían demostrar su apoyo al Presidente de México y celebrar sus cuatro años de Gobierno.

Al llegar a Valentín Gómez Farías, era evidente que muchos habían madrugado ese día. No cabía un carro más en las laterales de la calle.

Foto: Héctor García

Los autobuses, que recién llegaban, detenían el tránsito por varios minutos para que sus ocupantes pudieran descender sin problema. Aunque los vehículos no tenían alguna insignia que indicara de dónde provenían, las placas revelaban su origen: el Estado de México, en su mayoría. Muchos de los autobuses eran de turismo. Lo mismo las camionetas tipo vans, las cuales tenían calcomanías de agencias turísticas.

Conforme avanzó el día, el panorama fue más claro y, aunque algunos peatones se dirigían al FIFA Fan Fest ubicado en la explanada del Monumento a la Revolución para presenciar el partido mundialista Bélgica contra Marruecos, un gran porcentaje se dirigía al punto de reunión en el Ángel de la Independencia.

Foto: José Luis Ramírez

Alrededor de las 9 de la mañana, Avenida Plaza de la República fue el centro de reunión de varios grupos provenientes de la zona comercial cercana al Metro Pino Suárez. Se distinguían por sus carteles en apoyo a Esther Martha Chavarría, en los que se leía “Plaza Comercial Pino Suárez Plaza del Nuevo Volador”.

Al caminar por las calles Tomás Alva Edison, Ponciano Arriaga y México Tenochtitlán era notorio que ese fue el punto de concentración de los provenientes de Hidalgo. Eran visibles vehículos de pasaje con placas de ese estado con distintivos de Ixmiquilpan, Tizayuca, Ajacuba, Tecomatlán, Atotonilco y Organización VI Tulancingo, ésta última pertenece al SNTE.

Había sólo un carril libre para transitar, por lo que los choferes prefirieron ocupar el carril confinado del Metrobús para esperar a que los contingentes regresaran del primer cuadro de la Ciudad, lo que agravaba el caos vial para quienes transitaban por la zona.

MICROBUSES: ACARREO SOBRE RUEDAS

Por:  Roberto García

Foto: Roberto García

Ya sea regulares o piratas, una gran cantidad de microbuses que operan en la “Ciudad de la Esperanza” se pusieron al servicio de la movilización de los asistentes al mitin del pasado domingo. Se les podía ver estacionados muy cerca del Zócalo, donde el Presidende culminó su marcha de celebración de cuatro años de gobierno. 

“Amor con amor se paga”, la frase que tanto repite el Mandatario en sus discursos, fue multiplicada en las pancartas colocada sobre estas unidades de transporte público.

Foto: Roberto García

Desde muy temprana hora, los microbuseros partieron, con sus unidades llenas, desde varios puntos de la Capital –Xochimilco, Milpa Alta, Tláhuac, Iztapalapa…– hasta las inmediaciones del Centro Histórico. Después, su tarea fue buscar un lugar de estacionamiento. 

Pasaban las 8:30 horas, decenas de personas descendían de los microbuses en la calle Diagonal 20 de Noviembre, a unos metros de la Plaza de la Tolerancia. Bajaban con gorras, pequeños bancos y cartelones de apoyo. Varios de ellos aprovechaban para tomarse fotografías. 

Desde esta calle hasta su cruce con Simón Bolívar, en la Colonia Obrera de la Alcaldía Cuauhtémoc, más de un centenar de vehículos aguardaban el retorno de sus ocupantes, lo cual ocurrió muchas horas después.

Foto: Roberto García

Otros microbuses transportaron a los asistentes a la zona de Paseo de la Reforma, justo antes de que iniciara la caminata encabezada por el propio Presidente López Obrador. Incluso, algunos comenzaron a llegar a los alrededores del Ángel de la Independencia desde la noche del sábado. En el transcurso de la mañana dominical, se pudo observar caravana de diferentes tipos de vehículos de transporte circular por las principales vialidades de la Ciudad de México. 

“Tomé un viaje en el sur y me incorporé en Avenida Revolución, pero me extrañó ver más de 10 autobuses escolares que iban en fila y no se detuvieron, pese al semáforo en rojo”, explicó Rodrigo Arana, taxista de aplicación.

“Después anduve por allá por el Toreo (de Cuatro Caminos) y también vi varios camiones que se dirigían al Centro y no sabía por qué, pues no me acordaba que hoy (domingo) era la marcha, pero sí me sorprendió ver tantas unidades durante mi turno”, dice Rodrigo, quien comenzó su jornada el sábado a las 22:00 horas y la culminó el domingo a las 10:00, cuando la marcha, multitudinaria y desorganizada, avanzaba lentamente sobre Paseo de la Reforma hacia el Zócalo.