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Cada vez más jóvenes consideran estudiar en una modalidad híbrida o mixta porque pudieron experimentar las ventajas de tomar clases en línea a raíz del Covid-19. Sin embargo, no buscan cualquier programa, sino aquellos con calidad asegurada y capaces de continuar a pesar de las contingencias.

Antes de la crisis del coronavirus, sólo el 8 por ciento de los alumnos en México pensaba concluir sus estudios en formato mixto o remoto, pero ahora es el 20 por ciento, según un reporte de EY-Parthenon.

“Los estudiantes de educación superior están más abiertos a modelos híbridos que otorguen autonomía y flexibilidad, siempre y cuando la calidad educativa sea comparable con la de un modelo presencial y ofrezca beneficios adicionales”, asegura Ángel Estrada, uno de los autores del informe basado en una encuesta a más de mil estudiantes de Colombia, México y Perú.

Una de las prestaciones complementarias más valorada es la posibilidad de inscribirse a cursos a distancia impartidos por universidades internacionales, según el especialista, pero también son demandados servicios de bienestar psicológico y nutricional, plataformas de ejercicio, apoyo en la búsqueda de empleo, mejores profesores y clases bilingües.

Bajo un esquema híbrido, la instrucción se lleva a cabo en línea con actividades de clases presenciales, en especial aquellas que requieren proximidad y contacto, como las de laboratorios y las prácticas de Ciencias de la Salud.

Algunos estudiantes se apersonan en las universidades y otros se conectan desde sus hogares, así que es una experiencia personalizada, de acuerdo con el Microsoft Educator Center. Además, se complementa la formación con distintos recursos, como videos y pódcasts.

Asegurar la calidad de los programas a distancia es uno de los principales retos para la educación superior, señala la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), que este año creó un sello de calidad exclusivo para la modalidad virtual. Se llama Kalos Virtual Iberoamérica (KVI) y pronto comenzará una prueba piloto de su aplicación.

Gracias a este tipo de instrumentos, los jóvenes pueden cerciorarse de que los programas que se imparten ofrecen una educación de excelencia.

Otro sistema de clasificación es el QS Stars de la consultora Quacquerelli Symonds (QS) que evalúa 13 categorías de una casa de estudios a las que otorga de cero a cinco estrellas.

Uno de los rubros valorados es Aprendizaje en Línea, que ha sido calificado en casi 40 instituciones de países como Alemania, España, México, Nueva Zelanda y Reino Unido.

A futuro, señala el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), será más común que las compañías busquen a profesionales egresados de estudios en línea y semipresenciales, puesto que esta modalidad aumenta su capacidad de aprender a un ritmo propio y de forma autodirigida, habilidades claves en el entorno laboral.

Las universidades, por otra parte, rediseñarán sus campus físicos: ante el menor espacio requerido para aulas, se adaptarán estos espacios para ofrecer nuevos servicios, indica el reporte de EY-Parthenon. Además, se espera que construyan recintos más pequeños como concentradores para los estudiantes inscritos en programas híbridos.

¿Qué piensan los estudiantes?

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Las características del modelo online que más atraen a los jóvenes son:
▪️Flexibilidad de horarios.
▪️Autonomía.
▪️Métodos de evaluación.
▪️Usar una plataforma digital.

Las áreas de oportunidad que más identifican los estudiantes son:
▪️Dificultad para prestar atención.
▪️Menor interacción con estudiantes.
▪️Menor interacción con profesores.
▪️Menor atención personalizada.

Fuente: EY-Parthenon

¿Qué distingue a un programa en línea?

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A través de una auditoría, QS Stars califica siete indicadores clave:

1. Relación con docentes
▪️Los alumnos deben tener la opción de agendar reuniones individuales con sus profesores, tanto virtuales como presenciales.
▪️Los profesores tienen que impartir clases o seminarios en vivo.
▪️También se requieren tutorías en las que grupos pequeños de estudiantes examinen su aprendizaje con cada académico.
▪️Son necesarios cursos pregrabados que puedan consultarse a conveniencia.
▪️Los alumnos requieren la oportunidad de dar retroalimentación sobre sus instructores.

2. Interacción entre estudiantes
▪️Se debe contar con un foro o panel de discusión donde los estudiantes puedan platicar sobre su trabajo en clase, lecturas ypróximos exámenes.
▪️La universidad debe contar con un sitio de internet para su comunidad de ex alumnos.

3. Servicios
▪️Es fundamental que los alumnos cuenten con acceso a libros electrónicos, bibliotecas en línea y a bases de datos.
▪️Las casas de estudio deben asegurar que personas con discapacidades puedan acceder a los recursos.
▪️Se debe contar con un centro de carrera en línea con ofertas de empleo, consejos para encontrar trabajo e incluso un asesor dedicado a los estudiantes en línea.

4. Alianzas
▪️Las universidades tienen que establecer acuerdos con compañías, entidades gubernamentales y otras instituciones educativas para ofrecer entrenamientos en línea y plataformas de aprendizaje online.

5. Matrícula
▪️Al comparar el número de aplicaciones con la matrícula de los programas en línea se mide la popularidad de estos.
▪️Se necesita mantener un porcentaje razonable de alumnos por docente.

6. Compromiso
▪️Las universidades demuestran su arraigo con la educación en línea mediante el número de programas que se pueden cursar enteramente bajo este esquema.

7. Experiencia
▪️Se reconoce que mientras más tiempo una institución haya contado con programas en línea, más ha aprendido cómo operarlos, por lo que se revisa cuánto tiempo llevan sus estudios en esta modalidad.

Calidad educativa

Diversas universidades públicas y privadas comparten cuáles son las principales medidas que han implementado para asegurar el nivel de sus programas académicos impartidos en línea y/o de forma híbrida.