EL HOTEL Y LAS GRABACIONES

El día 7 de agosto, Matthew Taylor Coleman, propietario de una escuela de surf en Santa Bárbara, California, se registró junto con sus dos hijos de dos años y 10 meses en el hotel City Express sobre la carretera libre Tijuana-Ensenada.

En la cámara de seguridad del inmueble quedaron grabadas las imágenes del padre con los niños en la recepción.

El 9 de agosto, a las 2:54 horas, el hombre, de aproximadamente 40 años de edad, salió del hotel con los pequeños y maletas.

A las 6:33 regresó, pero sin ellos.

LOS ASESINATOS

El mismo 9 de agosto, alrededor de las 07:27 horas, las autoridades recibieron un reporte en la línea de emergencia acerca del hallazgo de los cuerpos de dos menores cerca del rancho El Descanso, al sur de Playas de Rosarito.

En conferencia de prensa, la Fiscalía General del Estado informó que la niña de 10 meses de edad tenía 12 heridas punzocortantes en el tórax y el niño 17 lesiones similares.

En el lugar también se localizó una estaca de madera que se presumía era el arma homicida.

Los rasgos de los hijos de Coleman coincidían con las características de los infantes localizados sin vida a aproximadamente 29 kilómetros de donde se hospedaron.

LA DETENCIÓN

El hombre fue arrestado por el Gobierno de Estados Unidos debido a que ya existía una orden por la sustracción de sus hijos.

De acuerdo con medios locales, su esposa Abby llamó a la Policía de Santa Bárbara para informar que su esposo había dejado la casa y no sabía nada de él ni de sus hijos.

A través de una aplicación supo que estaban en Rosarito y después en puerto de entrada de San Ysidro, donde capturaron al hombre.

'ILUMINADO POR QANON'

Tras ser aprehendido en EU, Matthew confesó a agentes del FBI que los mató porque fue iluminado por las teorías de conspiración de QAnon e Illuminati, informó The San Diego Union Tribune.

Según su declaración, recibió visiones y señales que revelaban que su esposa poseía ADN de serpiente, se lo había transmitido a sus hijos y se convertirían en monstruos.

Por ello, usó una pistola de pesca submarina para cometer los asesinatos.

ENSEÑABA SURF

Lovewater Surf School, la escuela de la que es propietario, lo describe como una persona que utilizó el surf como un medio para orientar a los jóvenes de la comunidad.

En la página hay varias fotos de la familia Coleman.

“Después de una década trabajando en la educación y el sector sin fines de lucro, Matt finalmente dio el paso para fundar Lovewater Surf Co., una compañía comprometida con transmitir el amor por el surf a personas de todas las edades, etnias y orígenes”, se lee.