Para tener en cuenta
De uso frecuente en redes sociales, el término “red flags” hace referencia a conductas que fungen como señales de alarma dentro de cualquier relación afectiva.
Se pueden dar tanto en hombres como en mujeres.
Los chantajes, las mentiras, los actos de celar y culpabilizar, la intimidación, las burlas hirientes, el humor negro, el control de la pareja, el aislamiento de sus seres queridos, así como los gritos, los golpes, las relaciones sexuales forzadas y las amenazas de muerte son algunos ejemplos.
En el ámbito virtual, se pueden manifestar como bloqueos y desbloqueos de redes o sistemas de comunicación como reprimenda, insultos electrónicos, violación de los datos personales, hostigamiento virtual, difamación, extorsión y ciber persecución.
Las ideas socialmente aceptadas de “el amor duele”, “sólo existe un amor verdadero” y “amar implica un sacrificio” pueden desembocar en la normalización de actitudes malsanas, tales como la sumisión y la explotación emocional de la pareja.
Del mismo modo, la normalización de estas actitudes motiva el avance gradual de la violencia, ya sea física, psicológica o sexual.
Algunas de las consecuencias en la pareja son afectaciones en la autoestima, codependencia, heridas e inclusive la muerte.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Violencia en el Noviazgo (ENVIN), 76 por ciento de las participantes afirma haber sufrido violencia psicológica, 17 por ciento, violencia sexual y 15 por ciento, violencia física.
Asimismo, cifras de la Organización Mundial de Salud indican que más de una cuarta parte de las mujeres de entre 15 y 49 años ha sido víctima de violencia física y/o sexual de pareja en su vida.
Identificar, nombrar y aceptar las “red flags” constituyen los primeros pasos para eliminarlas. Las redes de apoyo, como familiares y amigos, pueden contribuir a visualizarlas y a promover tanto la autorreflexión como el autocuidado de las personas afectadas.
Las personas víctimas de violencia pueden solicitar apoyo telefónico al centro de atención ciudadana La Línea de la Vida (800 911 2000), a Fundación Diarq Iap, a la Asociación para el Desarrollo Integral de Personas Violadas, A. C., a Casa Gaviota o acudir a los Centros de Justicia para las Mujeres.
Las relaciones sanas son aquellas donde se prioriza el respeto de las partes, la reciprocidad y el equilibrio de valor en la pareja.
Fuentes
+ Dulce María Gutiérrez Valdovinos, especialista en psicoanálisis con acentuación en pareja y familia en la Universidad Intercontinental (UIC)
+ Gaceta UNAM
+ Organización Mundial de la Salud
+ ENVIN
+ Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes del Gobierno de México.
Créditos: Abel Vázquez
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