HAZLES LA PRUEBA

Cuáles son los signos de Covid-19 en niños? Los mismos que los vistos en adultos, apunta el infectólogo pediatra Oscar Tamez.

“Esto quiere decir fiebre, moco, dolor de garganta, de cabeza y tos. Sin embargo, debo decir que en la población pediátrica también es más frecuente ver diarrea e irritabilidad”, expresa el médico de TecSalud.

“O sea, cuando tienes un bebé, un lactante o un preescolar que aún no verbaliza lo que siente, puede estar irritable, donde nada le consuela. Puede tener humores más apagados o con menos vitalidad”.

La mera sospecha de contagio, apunta el experto, debe ser suficiente motivo para realizar una prueba diagnóstica. Y sí, tanto la PCR como el test de antígenos pueden ser aplicados a bebés recién nacidos y a niños sin ningún problema o peligro.

Días tras día, el pediatra César Lucio observa la reticencia de los padres a practicarles estos exámenes a los menores. ¿La principal objeción? La incómoda sensación del hisopo.

“A estos padres dudosos les digo: ‘Si el doctor les ordena una prueba para su niño, ¡háganla!’. A nadie nos gusta molestar a los hijos, sin embargo, en muchas ocasiones es necesario. Hacer la prueba nos ayuda a tener un diagnóstico temprano, nos ayuda a que los pacientes no infecten a más personas y a darle un mejor seguimiento a los casos.

“Véanlo como el dolor de aplicar las vacunas de la cartilla: a esas no las cuestionamos. Más bien, decimos: ‘Ni modo, vamos a ponerle el piquete al niño porque es por su bien'”.

Si los niños obtienen un diagnóstico de Covid-19 es altamente probable que los otros miembros de sus familias estén contagiados, añade el también profesor de TecSalud. Aquí la mejor práctica es tomar pruebas a los demás integrantes y, si no llegaran a tener síntomas, que dichas pruebas sean de PCR.

HABLA CON ELLOS

¿Qué hacer si los chicos dan positivo para Covid-19? Un buen primer paso es guardar la calma y hablar con ellos.

“Los niños están sobreinformados y, aunque no lo parezca, saben todo lo que ocurre en el mundo. Si saben que están infectados puede que tengan datos equivocados y piensen que sus vidas corren peligro”, apunta Tamez.

“Es importante que los papás se sienten con ellos, que les digan lo que pasa, que los van a cuidar y que no corren peligro en estos momentos”.

SI TU HIJO ES EL ÚNICO INFECTADO

Los consejos de las autoridades sanitarias es que los pacientes con Covid-19 realicen un confinamiento en casa, donde eviten el contacto con los otros familiares, quienes también requieren permanecer en la vivienda.

Pero esto es difícil y a veces imposible cuando los enfermos son bebés o niños, admite el infectólogo Tamez.

Si ninguna otra persona de casa ha dado positivo para Covid-19, la mejor práctica es que el menor mantenga contacto con un solo cuidador como papá o mamá, dice. La idea es que pase el mayor tiempo alejado de los demás. De ser viable, que tenga su propio baño y cuarto.

El pediatra Lucio recomienda un periodo de confinamiento de 10 días.

Durante estos días, el chico no podrá ir a la escuela o la guardería. Es más, continúa: nadie deberá recibir visitas y todos los habitantes del hogar que tengan arriba de 2 años de edad necesitarán portar cubrebocas de buena calidad, como el quirúrgico, el KN95 o el N95. Lavado de manos constante y ventilación de espacios también son deseables.

SI TODOS ESTÁN INFECTADOS

¿Qué sucede si todos en la familia tienen Covid-19? Pueden convivir, pero teniendo algunos cuidados especiales.

“Ya no es necesario que cada uno tenga un baño o un cuarto. El niño puede jugar con hermanos y estar en áreas comunes de casa, pero siguen vigentes el lavado de manos, la ventilación de los espacios y el uso de los cubrebocas”, dice Lucio.

“Los cubrebocas son recomendables por dos motivos. El primero es controlar la diseminación del virus dentro del hogar y el segundo es favorecer la adherencia del uso (de la mascarilla) del niño: él quizá no estará acostumbrado a traerlo, pero si todos los familiares lo traen, es más probable que se lo deje puesto”.

Es normal que durante el curso de la enfermedad el pequeño rechace la comida y las bebidas. No obstante, es vital que mamá y papá insistan en el consumo de agua, jugos y sueros para evitar la deshidratación, apunta el profesor de TecSalud. Mantener comunicación con el pediatra o el médico de cabecera también es altamente recomendable.

NO LOS MANDES CON LOS ABUELOS

El papá o la mamá ha dado positivo para Covid-19 y, en el intento de proteger a los hijos, decide mandarlos con los abuelos o los tíos. Esta es una práctica común, pero errónea, apunta Lucio.

“Muy seguramente estamos llevando el virus a otras casas con miembros vulnerables. El consejo es: si alguien del hogar se descubre positivo, todos los demás deben quedarse (en casa)”, enfatiza.

LAS SEÑALES DE ALERTA

Si bien los niños tienden a presentar casos leves de Covid-19, ¿qué signos deben llevar a los padres a buscar un experto?

Fiebre que no cede después de cinco días.

Vómitos constantes.

Dificultad para respirar. Si bien a veces los pequeños no son capaces de expresar esta dolencia, los padres pueden identificarla con la observación: las fosas nasales de los chicos aletean y sus cajas torácicas se hunden hasta que es posible ver las marcas de las costillas.

Fuentes: Oscar Tamez y César Lucio, pediatras.

SI PUEDES, VACÚNALOS

En Estados Unidos, la vacunación está aprobada para niños de 5 años en adelante. Algunos menores de Nuevo León han tenido acceso a los biológicos gracias al Programa de Vacunación Transfronterizo. Pregunta si la escuela a la que asiste tu hijo o la empresa donde trabajas está inscrita en el proyecto.

En México, la vacunación está disponible para niños de 12 a 17 años con comorbilidades. ¿Tu hijo o hija es elegible? Sigue estos pasos:

1.Regístralo en la plataforma mivacuna.salud.gob.mx

2. Localiza la unidad receptora y agenda una cita (Información en la página de Facebook de la Secretaría de Salud de NL).

3. Necesitarás un papel que acredite la condición de tu niño y la no existencia de una contraindicación para recibir la vacuna, un documento que acredite su identidad, tu identificación oficial y la firma de un consentimiento informado (lo proporcionan en el punto de vacunación).