El punto de partida: J. R. R. Tolkien

El novelista J. R. R. Tolkien comenzó su aventura de fantasía en medio de la Primera Guerra Mundial, en 1917, luego de que una enfermedad lo hiciera llegar a un hospital en el que, mientras estuvo internado, empezó a idear el mundo al que le daría forma hasta el día de su muerte: la Tierra Media.

La trilogía de El Señor de los Anillos, conformada por los textos La Comunidad del AnilloLas Dos Torres El Retorno del Rey, se crearon como continuaciones a una historia infantil que tuvo muchísimo éxito entre gente de todas las edades: El Hobbit.

Fue el editor de Tolkien, Stanley Unwin, quien le pidió al escritor que trabajara más textos en ese universo fantástico, a lo cual accedió, aunque pidió tiempo porque ya estaba realizando los escritos de su compendio más complejo, El Silmarillion, en el cual se incluyen momentos importantes para el contexto de El Señor de los Anillos, pero que no se pudo publicar sino hasta los años 70, gracias a que su hijo Christopher lo lanzó a su nombre de manera póstuma.

Tras realizar un bosquejo del que sería el primer capítulo de la épica saga y enviarlo al editor, el novelista puso manos a la obra tiempo después, recreando ese episodio con parajes nuevos y esbozando los que lo continuarían, teniendo siempre en mente que tendría a un hobbit, de sus criaturas más queridas, como protagonista en un viaje épico.

Tolkien confeccionó muchos cambios al trabajar en el escrito completo, que para él era una misma novela dividida en seis partes (o libros, como él los tituló), por lo que no estuvo muy de acuerdo con la decisión de la editorial Allen & Unwin de dividirlo en tres libros diferentes, lo cual se hizo así por cuestiones de costos.

El primer tomo tuvo un par de nombres antes de quedarse con el definitivo: Crece la Sombra y El Retorno de la Sombra, los cuales no terminaron de satisfacer a Tolkien, quien habló con Unwin para pensar entre los dos el que más se adecuaba a la trama: La Comunidad del Anillo.

El primer texto está dividido en los libros I y II que Tolkien ideó, e incluye también un prólogo y un texto especial en donde el escritor incluyó fuentes ficticias en las que supuestamente se basó para trabajar la historia, ya que siempre deseó darle un toque de “realidad” a su fantasía.

Toda la saga en general, incluyendo El Hobbitt El Silmarillion, ha sido aclamada por generaciones y adaptada a varios medios, aunque las versiones más populares de todas son las películas que trabajó Peter Jackson, tanto de la trilogía de El Señor de los Anillos, como de El Hobbitt.

Sabías qué… 

   Las versiones originales al primer capítulo seguían historias muy diferentes a la que conocemos hoy día: en una de ellas, Bilbo Bolsón anunció en su celebración de cumpleaños que haría un viaje para casarse aunque en realidad se iba porque se había quedado sin dinero; en otra, emprendería un viaje junto a sus tres sobrinos, Odo, Frodo y Dogo, para quitarse de encima la codicia; y en una más tenía un hijo, Bingo, quien le había realizado su fiesta de cumpleaños y a quien le legaría el anillo con el que, al final, Frodo se quedaría para emprender su travesía.

 

De la Tierra Media al cine

Antes de llegar a la pantalla grande, esta historia ya había tenido su debut en radio con una versión de la BBC Radio de 12 capítulos la cual no fue del gusto de Tolkien; sin embargo, los grandes productores no se rindieron con él, por lo que el agente Forrest J. Ackerman le presentó una propuesta de llevar su trama a una versión animada que sí le llamó la atención.

No obstante, al final, esta película no se trabajó porque el escritor quedó molesto por el guion que Morton Grady Zimmerman trabajó, al cual le hizo varios cambios en la historia que fueron aborrecidos por Tolkien; aunque si hay algo bueno que se pueda decir de este intento es que sus bosquejos de dibujo le gustaron mucho, puesto que se alejaban al estilo que Disney ya tenía.

Años después, en 1967, Stanley Kubrick alzó la mano para señalar su deseo de llevar la historia al cine con los cuatro Beatles como protagonistas: Paul McCartney daría vida a Frodo; Ringo Starr encarnaría a Sam; George Harrison interpretaría a Gandalf; y John Lennon le pondría rostro a Golum. Cabe resaltar que Tolkien para nada permitió que esto saliera a la luz.

La productora United Artists logró quedarse con los derechos de adaptación en los años 70, y contrató al director John Boorman para encargarse de la adaptación de la trama en una única película, en imagen real, la cual cambiaría muchísimas cosas de la historia (entre sus cambios quería añadir una escena de sexo entre Bilbo y Galadriel y convertir a Arwen en una niña).

Sin embargo, los costos de producción para el proyecto eran tan elevados que al final no se pudo trabajar; lo que sí ocurrió es que el cineasta Ralph Bakshi, quien ya estaba implicado en esta versión, se unió a Dan Melnick, entonces presidente de Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), para buscar comprarle el libreto a Boorman, pero como Melnick fue sacado de MGM al poco tiempo, el trato no se concretó.

Al final United Artists aceptó distribuir otro proyecto fílmico de El Señor de los Anillos, el cual se trabajó en animación bajo la dirección de Bakshi, la producción de Saul Zaentz y un guion de Peter S. Beagle, usando técnica de rotoscopio, para la cual se filman escenas con gente real que se pasan a animación tiempo después.

A mediados de los años 90 se planteó llevar la trama, por fin, al live-action, con el director Peter Jackson anclado al proyecto, lo cual llamó la atención de la productora Miramax, que al final no quiso comprar la idea ya que sólo deseaba producir una película, y el guion que Jackson y su esposa, Fran Walsh, desarrollaron contemplaba dos.

New Line Cinema fue el estudio que creyó en la visión de Jackson, pero decidió que al final se hicieran tres filmes, y que cada uno se enfocara particularmente en las tres novelas de la trilogía, por lo que los libretos se reescribieron, esta vez con ayuda de la guionista Philippa Boyens.

Fue entre 1999 y 2000 que la producción de la saga tuvo lugar; a la primera cinta, que se estrenó en 2001 bajo el título de El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo, le siguieron sus secuelas: Las Dos Torres (2002) y El Retorno del Rey (2003). La particularidad de estos largometrajes es que fueron de los primeros en rebasar los 120 minutos acostumbrados para una cinta de fantasía, ya que sus metrajes rondan entre los 170 y 200 minutos.

Sabías qué… 

   Existe un cortometraje trabajado por un grupo de fans el cual se tituló The Hunt of Gollum. Se estrenó en 2009, dura 40 minutos, y sigue a Aragorn en una búsqueda de Gollum por encargo de Gandalf, trama inspirada en los apéndices de la trilogía.

El deseo de sus realizadores, de acuerdo con el director y guionista Chris Bouchard, fue hacer un producto por diversión, el cual no fue autorizado por los herederos de Tolkien y contó con un presupuesto menor a 3 mil libras esterlinas (poco más de 4 mil dólares). Está disponible en internet.

La comunidad de actores

Elijah Wood, Sean Astin,  Billy Boyd y Dominic Monaghan interpretaron a Frodo Bolsón, Samsagaz “Sam” Gamyi, Peregrin “Pippin” Tuk y Meriadoc “Merry” Brandigamo, respectivamente.

Ian McKellen, Viggo Mortensen, John Rhys-Davies y Orlando Bloom como Gandalf “El Gris”, Aragorn, Gimli y Legolas, respectivamente.

Cate Blanchett, Sean Bean, Liv Tyler y Hugo Weaving como Galadriel, Boromir, Arwen Undómiel y Elrond, respectivamente.

Ian Holm, Andy Serkis y Christopher Lee como Bilbo Bolsón, Gollum y Saruman “El Blanco”, respectivamente.

Algunos datos curiosos

😮 El deseo de Tolkien de ver la trilogía como una sola historia de alguna forma sí fue respetada por Peter Jackson, ya que logró que las tres películas fueran rodadas al mismo tiempo, y no tuvieran procesos largos de grabación en momentos diferidos, como regularmente ocurre; al final, a todo el equipo le tomó 274 días completar las filmaciones.

😮 Al actor Sean Bean le daba miedo volar en el tiempo en que se trabajó la producción, y es por ello que decidió escalar a pie algunas montañas no tan altas en las que se grabarían algunas escenas, porque no quería usar el helicóptero en el que transportaban al equipo a menos que fuera absolutamente necesario.

😮 A Viggo Mortensen le gustaban los retos, y es por eso que no sólo pidió que le dieran más diálogos en élfico, lenguaje propio del mundo ficticio de Tolkien, debido a que siempre se le dieron bien las lenguas (habla inglés, español y danés muy fluidamente), sino que también realizó sus propias escenas de riesgo, y hasta se atrevió a usar una espada real de metal para sus momentos de pelea en lugar de ocupar una de utilería.

😮 Esta saga fue una total proeza en el mundo de los efectos especiales, no sólo por la calidad del realismo de sus paisajes y criaturas fantásticas (algo admirable por el avance tecnológico de la época), sino también por la utilización del programa MASSIVE, que le dio “libertad” de movimiento a los elfos, orcos, trolls y más especies al momento de pelear, puesto que cada personaje creado podía batallar de manera independiente e identificar a sus oponentes.

😮 El fan de hueso colorado del mundo de Tolkien en el elenco fue Christopher Lee, quien no sólo conoció en persona al escritor sino que además tenía como hábito leer, al menos una vez al año, la trilogía; por ello, fue el primero en ser añadido al reparto, ya que también fungió como consultor por su extenso conocimiento de la historia.

😮 Contrario a lo que muchos podrían pensar casi no se usaron efectos especiales para mostrar la disparidad de tamaño entre Gandalf y los hobbits, ya que se hizo algo más sencillo: perspectiva forzada, es decir, a Ian McKellen regularmente se le ponía más adelantado a la cámara que a Elijah Wood, para poder crear la ilusión que uno era más alto que el otro. En escenas de movimiento se tuvieron que adecuar varios sets para no romper la fantasía óptica.

😮 Viggo Mortensen no iba a dar vida a Aragorn en un principio, ya que Peter Jackson le había dado el papel al actor Stuart Townsend, a quien le dieron las gracias por su trabajo al cuarto día de grabaciones debido a que el director se dio cuenta que necesitaba a alguien mayor para el personaje; sin embargo, la participación de Mortensen se la debemos a su hijo Henry, quien lo presionó para que firmara el contrato.

😮 El gobierno de Nueva Zelanda tuvo que crear un puesto especial debido al derroche económico que la producción de esta saga le trajo al país: lo llamaron Ministro del Señor de los Anillos, y quien estuvo al frente del mismo se encargó de explotar las oportunidades monetarias que le trajo el fenómeno (una aportación de alrededor de 200 millones de dólares).

😮 Algunos accidentes memorables en el set: Viggo Mortensen se rompió un diente durante la filmación de una escena de pelea; Liv Tyler se apuñaló en el muslo derecho en una toma (la cual se añadió en los bloopers del DVD), y Orlando Bloom se rompió una costilla por hacer sus tomas de riesgo.

Sabías qué… 

   Ian Holm ya tenía experiencia con la familia Bolsón, ya que en una de las primeras adaptaciones que se hicieron del libro a otros medios, una radionovela de la BBC estrenada en 1981, el actor le dio voz al mismísimo Frodo, sin saber que años más tarde se convertiría en el tío bonachón del personaje en la pantalla grande. Y fue justo su trabajo en aquella producción lo que incitó a Peter Jackson a contactarlo para las películas.

 

Un legado para el mundo

Al momento en que los libros se publicaron en Reino Unido y Estados Unidos se convirtieron en un éxito de ventas…. pero también en objeto de malas críticas por varios conocedores de literatura; a Tolkien buscaron desprestigiarlo por su relación amistosa con C. S. Lewis, por considerar su obra como infantil y poco realista, y hasta lo tildaron de protofascista.

Sin embargo, el paso del tiempo le dio a su obra el reconocimiento que se merecía al granjearse muchos más fanáticos alrededor del mundo y posicionándose en los primeros puestos de popularidad de medios como Channel 4, The Daily Tepegraph y hasta de Amazon.

Aunque el verdadero boom de los textos se dio hasta los filmes de Peter Jackson, que fueron considerados proezas dentro de la cinematografía al lograr recrear una historia tan basta y compleja en unas cuantas horas, con una riqueza visual como no se había contemplado antes y un reconocimiento en premiaciones y festivales tal que ningún filme de fantasía había logrado hasta ese momento.

La genialidad de Tolkien logró inspirar cientos de escritos y producciones de cine y televisión que también se han ganado los corazones del público, entre ellos la saga Canción de Hielo y Fuego, de George R. R. Martin, mejor conocida por su adaptación a la serie, Game of Thrones.

Martin es uno de los escritores que ha reconocido públicamente que si los textos de Tolkien no hubieran nacido, los suyos tampoco habrían podido ver la luz.

Otras sagas que también encontraron inspiración en su narrativa serían La Saga de Geralt de Rivia, de Andrzej Sapkowski (adaptada a serie por Netflix en The Witcher); La Rueda del Tiempo, de Robert Jordan (adaptada a serie por Amazon Studios); y Shannara, de Terry Brooks (adaptada a serie por MTV como The Shannara Chronicles).

Varias locaciones de la saga fílmica también se convirtieron en puntos turísticos en Nueva Zelanda, país en el que se grabó, sobretodo Hobbiton, el pueblo de la Comarca de donde salieron los hobbits Frodo y Bilbo Bolsón, al cual se puede acudir contratando una guía en diversos paquetes en su sitio web oficial, hobbitontours.com.

De igual forma existen diversos lugares creados por fans que se inspiran en el universo de Tolkien: desde cafeterías y bares, hasta centros de reuniones y clubes exclusivos; también se han desarrollado festivales especiales, como el Middle Earth Festival, en varias regiones del mundo, en donde los fanáticos conviven y comparten experiencias con sus textos de Tolkien preferidos, se hacen actividades inspiradas en la narrativa, se intercambian objetos, y mucho más.

Sus premios

La primera película logró llevarse 120 galardones de diversas asociaciones y galas, como los Óscar, los Globos de Oro, los People’s Choice Awards, los Grammys, entre otras. Mostramos aquí algunos de sus triunfos más relevantes.

Premios Óscar: se llevó 4 de las 13 nominaciones que tuvo en el 2002: Mejor Maquillaje, Mejor Banda Sonora, Mejor Fotografía y Mejores Efectos Visuales.

Premios BAFTA: se llevó 3 de las 11 nominaciones que tuvo entre su edición normal e infantil: Mejor Película, Mejor Logro en Efectos Visuales Especiales y Mejor Maquillaje y Peinado; también se llevó una presea especial, el David Lean Award, para el director Peter Jackson.

Premios Award Circuit Community: se llevó 7 de las 9 nominaciones que tuvo en 2001: Mejor Director, Mejor Actor de Reparto, Mejor Guion Adaptado, Mejor Elenco Ensamblado, Mejor Fotografía, Mejor Banda Sonora y Mejores Efectos Visuales.

Premios Golden Schmoes: se llevó 7 de las 17 nominaciones que tuvo en 2001: Película Favorita del Año, Mejores Efectos Especiales del Año, Mejor Actor de Reparto del Año, Poster de Película Favorito del Año, Mejor Trailer del Año, Mejor Secuencia de Acción del Año y Mejor Escena Memorable en una Película.

Premios de la Asociación En Línea de Cine y Televisión: se llevó 12 de las 21 nominaciones que tuvo en 2002, entre ellas: Mejor Película, Mejor Director, Mejor Escritura de un Guion Basado en Material de Otro Medio y Mejores Efectos Visuales.

Otros premios importantes:

    🏅 Academia de Filmes de Ciencia Ficción, Fantasía y Horror de Estados Unidos: tres premios Saturn a Mejor Película de Fantasía, Mejor Actor de Reparto y Mejor Dirección.

    🏅 Premios Grammy: un galardón a Mejor Álbum de Banda Sonora para una Película, Programa de Televisión u Otros Medios Visuales.

    🏅 Premios Hugo: una presea a Mejor Presentación Dramática (por producción, guion y dirección).

    🏅 Premios MTV Movie & TV: dos preseas a Mejor Película y Nuevo Actor Masculino.

    🏅 Premios People’s Choice: dos galardones a Película Favorita y Película Dramática Favorita.