Lo primero por hacer es identificar cuáles de las especies de tu jardín son más resistentes y cuáles más vulnerables a las bajas temperaturas.
Las más delicadas son las de interior, media sombra y tropicales. Éstas últimas son las opciones originarias de zonas en donde no se dan temperaturas bajas.
“Son plantas que están acostumbradas a tener temperaturas muy altas, entonces, si viene una helada, son las primeras en irse”, señala Gerardo Tamez, gerente general del vivero El Escorial, en Santiago.
Entre las más comunes en la Ciudad, están la julieta, el helecho, la hoja elegante, las drácenas y algunas palmas.
Si están en maceta, se recomienda resguardarlas dentro de casa o espacio que las cubra del frío.
Las plantas que son más resistentes y no necesitan resguardarse son las de la región, pues están adaptadas al clima de aquí.
Algunos ejemplos son las suculentas, los cactus, los árboles de la región y los pastos.