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Una apariencia pulcra no es el único beneficio de mantener un hogar libre de polvo, pues hacerlo contribuye a evitar la exposición a metales que pueden ser tóxicos.

Ya que las personas pasan hasta el 90 por ciento del tiempo en interiores, un grupo de científicos de 35 países aspiraron sus casas para recolectar muestras de polvo y analizarlas en busca de trazas metálicas.

Son elementos metálicos como arsénico, plomo y zinc que se encuentran en concentraciones muy bajas en el medio ambiente. Los seres vivos necesitan pequeñas cantidades de algunos de ellos, pero en niveles altos llegan a ser tóxicos.

En todos los países, incluido México, se encontraron estas trazas metálicas, de acuerdo con la investigación liderada por la Universidad de Macquarie, Australia, con participación de la Universidad de Sonora (Unison).

¿Qué pueden ocasionar?

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Si bien todas las personas pasan más tiempo en interiores debido a los confinamientos por el Covid-19, los niños preocupan más a los científicos porque pasan la mayor parte del día en sus casas o adentro de algún inmueble.

Además, sus cuerpos en desarrollo son más sensibles la exposición a trazas metálicas, que están relacionadas con menores habilidades cognitivas durante la adultez, neurodegeneración, neurotoxicidad, esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad de Parkinson y Alzheimer.

¿De dónde vienen?

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Cada elemento metálico proviene de distintas fuentes, según el estudio. El plomo, por ejemplo, está relacionado con emisiones de gasolina y pinturas, que antes solían incluir este elemento.

El cobre y el zinc están vinculados a la degradación de materiales de construcción, ricos en ambos.

Por estos motivos fue más común encontrar concentraciones elevadas en casas antiguas, que están más desgastadas y han estados expuestas a emisiones del tráfico por mayor tiempo.

Otra fuente es la tierra porque es arrastrada desde el exterior a interiores por personas y mascotas. Así también se transportan las trazas.

¿Cómo evitar exponerse?

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Algunos consejos que ofrecen los autores del estudio son:

▪️Aspira, trapea y limpia el polvo con un trapo mojado en tu casa. Usar una aspiradora además ayuda a reducir la presencia de otros contaminantes, como microplásticos.

▪️Mantén en buenas condiciones la pintura si vives en una casa vieja. Asegúrate de que no se desprenda.

▪️Sigue prácticas de seguridad al pintar o renovar la pintura en interiores. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos cuenta con una guía en línea y la Revista del Consumidor de Profeco ofrece recomendaciones sobre qué pintura usar.

▪️Considera que los pasatiempos relacionados al plomo afectan la exposición a trazas metálicas. Por ejemplo: pesca, tiro deportivo, caza y trabajos metálicos.

▪️Evita fumar en interiores para disminuir la exposición a cromo y manganeso.

▪️Cubre tu tierra al aire libre con pasto, mulch o cubresuelos.

▪️Usa dos tapetes de entrada: uno en el exterior y otro en el interior.

▪️Quítate los zapatos al entrar y limpia a las mascotas con lodo antes de dejarlas pasar.