Día inolvidable

En una terraza al lado de la Mezquita Azul, en Turquía, la bloguera recibió el anillo de compromiso por parte de Lázaro Álvarez, quien le propuso matrimonio con un hermoso atardecer en Estambul como testigo.

“Justo me dio el anillo en el momento del llamado a la oración musulmana y fue espectacular”.

Enlace único

Tras tres años de noviazgo, en febrero de 2016 se casó con el amor de su vida, Lázaro.  La pareja eligió Mérida, de donde es originaria ella, con el propósito de que estuvieran rodeados de recuerdos y de una mágica algarabía, misma que los acompañó a ellos y a sus invitados durante cada segundo del festejo.

“Fue una cosa demasiado divertida. Vinieron 200 amigos de la Ciudad de México más los invitados de aquí de Mérida. El festejo duró cuatro días, todo el mundo venía muy emocionado porque era un fin de semana lleno de diversión”.

De luna de miel

En Asia como destino, los recién casados se aventuraron a disfrutar de una luna de miel sorprendente, la cual organizó y planeó la propia Mariana, ya que ambos habían tenido la oportunidad de conocer este continente y estaban enamorados de los atractivos que les ofreció en su momento.

“Regresamos a algunos lugares a los que habíamos ido cada quien por su cuenta y que nos habían encantado, como por ejemplo, Hong Kong, que nos fascina a ambos; todo estuvo lleno de fiestas, es de mis highlights de viajes”.

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De paseo por el Vaticano

Hace casi cuatro años, asistió con su esposo a la boda de su prima, quien se casó con un miembro de la guardia suiza, por lo que tuvieron el privilegio  de conocer una parte distinta del Vaticano, muy diferente a las postales turísticas que muchos conocen.

“Estuvo muy divertida la boda y fue una experiencia increíble, desde entrar al Vaticano todos vestidos de fiesta y caminar no en la parte turística, sino donde viven, ver esa parte fue surrealista”.

A la espera de Jero

Antes de que se convirtiera en mamá, disfrutó muchísimo todo el proceso que implicó la gestación, pues las ansias por conocer al bebé en camino eran muchas por parte de ambas familias.

“Los dos estábamos buscando el embarazo, fue la noticia de noticias”.

Mamá primeriza

Cuando nació su hijo, Jerónimo, en 2018, más allá de la felicidad que trajo consigo, también modificó por completo su rutina diaria, pues la maternidad era un concepto del cual desconocía muchas partes.

“No tenía idea de nada, hay gente que se informa, pero yo no sabía qué era lo que estaba pasando, con él lo sentí mucho más difícil”.

Su primer viaje juntos

A propósito del nacimiento de la hija del hermano de Lázaro, los tres tuvieron su primer viaje como familia cuando fueron a Canadá, en el que disfrutaron de bellos paisajes y donde el matrimonio experimentó lo que era salir del País con un bebé en brazos.

“Fue un caos, pero, al final, nuestro primer viaje en familia de la historia, ¡estuvo muy padre!”

Crece la familia

Con embarazo incluido, los tres se trasladaron en marzo del año pasado a Mérida, con la idea de pasar dos semanas allí; sin embargo, al ver cómo cambiaba el panorama de la pandemia, sus planes también lo hicieron y se quedaron alrededor de cinco meses. Por ello, ante su cuarentena y la poca movilidad que tenía Mariana por la gestación de su bebé, no se dio la oportunidad de tener muchas fotos, por lo que las pocas que tiene las aprecia mucho.

 “Fue importante para mí porque no tengo casi nada por estar encerrada en la casa casi todo el tiempo; incluso, para esa foto, en cinco o seis meses se trató de la única vez que me paré de mi cama y me puse unos tacones. A la semana nació Aitana”.

Su princesa

Desde que supo que estaba embarazada por primera vez, ya guardaba la ilusión de tener a una niña y llamarla Aitana, por ello, hace casi un año explotó de felicidad cuando se enteró que su sueño se haría realidad.


“Moría por una niña, fue una gran noticia que la segunda, y según yo, la última, fuera niña”.

Dichoso encuentro

Debido a la pandemia por Covid-19, su papá, Rodrigo Rubio, así como gran parte de la familia, no había tenido la oportunidad de conocer a Aitana, por lo que cuando por fin lo hizo le causó en ella gran alegría.

“Esa foto es importante para mí porque mi papá conoció a Aitana hasta que tenía tres meses”.

Con información de: Luis Hernández

Edición: Liliana del Olmo