Nunca antes su rugido había sido tan feroz.

Lleva, por primera vez, el emblema de la marca Cupra, separada de Seat en 2019, y luce una musculatura preparada para lanzarse a la cacería en las pistas de competencia: el nuevo Cupra León está justo enfrente de mí.

Precisamente, nuestro encuentro ocurre en un circuito a las afueras de la Ciudad de México. Luce agresivo, con los rines de 19 pulgadas en color cobrizo, la parrilla horizontal con el emblema de Cupra al centro y escape doble en la parte trasera, justo debajo de la tira LED color rojo que recorre todo el ancho del hatchback. Y ese es sólo el preámbulo.

A nivel mecánico, todo en este León fue calibrado para las eventuales visitas al autódromo (¿cómo resistirse a visitar uno teniendo este hot hatch aguardando en la cochera?).

El protagonista, claro está, es el motor turbo de 2.0 litros con 300 caballos que se acompaña con una transmisión de doble embrague y siete cambios. Se le suma una suspensión deportiva más rígida, y un sistema de dirección progresiva que permite apuntarlo con precisión.

Incluso, su centro de gravedad es más bajo que el del León de Seat, presentado en México un par de meses atrás. Frente a éste, el Cupra ofrece 25 milímetros menos de altura en el eje delantero y 20 menos en el posterior.

En cuanto me pongo al volante y me acomodo en el asiento tipo cubo para recorrer la pista, activo el modo de manejo Cupra desde la pantalla del tablero. Entonces, piso el acelerador.

Inmediatamente se hace notar el empuje sólido, sin retraso en el accionar del turbo. Conforme el tacómetro va escalando, el sonido del motor va en aumento, el sistema de escape petardea, y, en la primera curva cerrada, el Cupra León se aferra a seguir la trayectoria, sin dejar de mantenerse bien plantado. Siempre bajo total control de la situación.

En la siguiente recta, su rugido vuelve a retumbar.

Tras la prueba de pista, toca llevar al León a carretera y a ciudad. Al cambiar al modo de manejo Normal, el sonido del motor se reduce y la dirección pierde ligeramente rigidez. Mantiene su carácter deportivo, pero la bestia feroz se convierte en un auto perfecto para el día a día.

De hecho, el habitáculo, más amplio que el del León de la generación pasada, incluye todo el equipamiento para arropar con comodidad y toques de lujo a los pasajeros. Además de que el clúster de instrumentos es completamente digital, la pantalla del sistema de infoentretenimiento controla todas las funciones del vehículo y es compatible con Apple CarPlay y Android Auto de forma inalámbrica, lo que se complementa con el cargador para smartphone por inducción ubicado en la parte baja de la consola.

El sistema de sonido de Beats incorpora 9 bocinas y un subwoofer, además de que se cuenta con un asistente de voz que puede controlar el audio y la navegación.

Hace 21 años, la denominación Cupra se estampaba en el León para distinguirlo como la versión más deportiva del hatchback. El nombre se volvió un objeto de culto. Hoy, ya convertido en leyenda, renace como Cupra León. El primero de la estirpe.

En un vistazo:

Cupra León

  • Motor: 2.0 litros turbo
  • Potencia: 300 hp
  • Torque: 295 lb-pie
  • $684,900

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