“Coincidimos en el mundo del automovilismo y fueron sus ojitos azules los que me cautivaron, todo inició hace dos años y medio, pero el año pasado formalizamos”, compartió Cinthya, mercadóloga de 30 años.
“Empezamos como amigos, por lo cual desarrollamos un fuerte lazo de confianza y, de repente, estábamos completamente enamorados; el tema de la epidemia, al vivirla juntos, nos hizo conocernos aún más, por eso estamos aquí con muchas ilusiones”.