Finalmente, Daniel se mostró satisfecho de sus logros, no sólo como empresario platero, también como integrante de una relación homosexual, pues recordó que al inicio de su noviazgo, a finales de la década de los 90, la discriminación y rechazo social predominaron.
“En su momento no fue nada sencillo, pero Max y yo teníamos claro que lo íbamos a lograr, estuvo complicado porque no existía la apertura de hoy, pero los años pasaron y comenzó a ser natural”, comentó el originario de Taxco, Guerrero.
“En parte sentimos la responsabilidad de abrir y compartir nuestra historia para que mucha gente pueda vivir en plena libertad y apertura con sus familias y amigos, pero lo más importante, con ellos mismos”.