El Hospicio Cabañas fue bautizado así en honor al obispo Juan Cruz Ruiz de Cabañas. El religioso llegó a la Ciudad en 1796 y uno de sus propósitos fue edificar un albergue para los más vulnerables: niños, personas con discapacidad y ancianos desprotegidos. La empresa, que fue encargada al arquitecto español Manuel Tolsá, empezó a construirse hasta 1801 y empezó a funcionar hasta 1810 como la Casa de la Caridad y la Misericordia.


El recinto, construido con cantera dorada de Huentitán, fue diseñado en un estilo neoclásico. Destaca por su fachada sostenida por seis columnas dóricas y jónicas y por el despliegue majestuoso de 23 patios trazados en distintos tamaños con áreas de jardines, fuentes y cubiertos arcos y pilares en una planta de un solo piso. El amplio recinto cuenta también con 106 habitaciones, 78 pasillos y dos capillas. 

El símbolo característico y más llamativo de este importante recinto es la cúpula de la capilla mayor que se alza a más de 32 metros sobre el suelo y en la que en 1937 José Clemente Orozco pintó 57 murales que se extienden por mil 250 metros cuadrados. Ahí fue que el muralista de Zapotlán El Grande pintó “El Hombre de Fuego” (en la foto), considerada su obra maestra. 

Este gran monumento histórico y artístico pasó por varias etapas antes de convertirse en museo. Se transformó en cuarte durante la guerra de Independencia y se le conoció como Hospicio Cabañas, en honor a su impulsor, a partir de 1834. 

Entre los distintos conflictos armados y políticos, este edificio abandonó y reanudó sus actividades humanitarias a lo largo de su historia, hasta que en 1980 cambió de vocación gracias a un decreto del Gobierno del Estado, para convertirlo en un sitio para la divulgación y promoción de la cultura y las artes.

Fue el 7 de diciembre de 1997, hace casi 25 años, que su historia y trazo arquitectónico, convirtieron a este monumento en el primer edificio de México en ser considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. 

Los principales criterios para ganar esta distinción se refieren a que este edificio es una representación del genio y la creatividad humana, que ha provocado un intercambio de valores sociales y culturales a lo largo de su historia que se han sabido insertar en el contexto cultural y arquitectónico de la Ciudad para conjurar sus tradiciones en un sitio único y además ser un contenedor de fenómenos culturales de belleza excepcional a nivel mundial.

Este 7 de diciembre de 2022 se celebran 25 años de esta histórica distinción en este recinto de invaluable valor, que al año ha llegado a recibir a más de 250 mil visitantes. 

Fotos cortesía de: Museo Cabañas, Instituto Nacional de Antropología e Historia y Hospicio Cabañas.