Las marchas feministas, para exigir justicia por la violencia de género en la Ciudad, pasaron de la diamantina a la represión.

Amnistía Internacional presentó el informe, “México: La Era de las Mujeres”, sobre la violencia, ejercida contra manifestantes feministas, por parte del Estado, en 2020

El 12 de agosto de 2019, las mujeres se manifestaron frente a las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, luego de las denuncias por abuso sexual, por parte de policías, de dos adolescentes; allí, le arrojaron diamantina rosa al entonces titular de la Policía local, Jesús Orta.

Pero la reacción de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ocasionó que cuatro días después, se llevara a cabo una de las marchas feministas más visibles y mediáticas en la capital del País.

"(La manifestación fue) una provocación (…) lo que esperaban es que respondiéramos con más violencia"
R6662370
Claudia Sheinbaum
Jefa de Gobierno

Pandemia, represión y estigmatización

La estigmatización incrementó y para el 2020, el ambiente se volvió más hostil. 

De acuerdo al informe de Amnistía Internacional, la respuesta de las autoridades escala a convertirse en formas de violencia de género dirigidas contra las manifestantes y a la vulneración de múltiples derechos humanos

Las manifestaciones han tomado diversas formas: marchas, concentraciones, ocupaciones de instituciones públicas.

En ocasiones, las manifestantes han pintado consignas y símbolos en paredes, pisos y monumentos públicos, así como hecho intervenciones en monumentos

Estas acciones están protegidas por el derecho humano a la libertad de expresión, incluso, el arrojar harina o diamantina a funcionarios o cuerpos de seguridad es considerada como una expresión que no pone en riesgo la integridad de las personas y, por lo tanto, no pueden ser clasificadas como violentas.
Amnistía Internacional instó a las autoridades a que reconozcan, de forma constante y de manera amplia, la legitimidad de las manifestaciones y grupos feministas, además de abstenerse de hacer declaraciones estigmatizantes contra las manifestantes, quienes este 8 de marzo, saldrán de nuevo a las calles por el Día Internacional de la Mujer