Aunque no viven con sus mamás por distintas circunstancias, seres queridos de habitantes de una casa de retiro no perdieron la oportunidad de visitarlas en su gran día para llevarles un obsequio y, lo más importante, agradecerles por haberles dado la vida.
“Mi madre, Sofía Chávez Peón, fue la primera residente aquí hace cinco años y le cambió la existencia para bien, está feliz y estamos muy contentos todos porque podemos visitarla cuando sea, pero, lo más bonito, es la calidad humana de todas las personas que trabajan aquí”, expresó Sofía Vega.