DÍA DEL MAESTRO
CONVIERTEN SUS SUEÑOS EN TRIUNFO DE ALUMNOS
Detrás del trofeo que ganó el equipo de jóvenes de la Selección de Centros Comunitarios de Nuevo León en España durante el torneo de futbol World Challenge 2023, hay tres profesores que transformaron sus propios sueños en el triunfo de sus estudiantes.
Jonathan Arista Balderas, Brenda Paulina Morales y Jesús Chávez dejaron a un lado sus descansos y días festivos para dedicarse a entrenar a los 12 niños y niñas que resultaron campeones tras anotar 21 goles.
Los maestros fueron seleccionados dentro de 10 candidatos y desde entonces acompañan a su equipo.
Jonathan Arista, quien es Licenciado en Ciencias del Ejercicio, dio clases en la Academia de Tigres y Atlas, y actualmente es promotor de deporte en el Centro Comunitario Revolución Proletaria.
Su sueño era ser futbolista profesional, pero 12 años después de arrancar con su carrera deportiva busca que ese sueño se le cumpla a alguno de sus alumnos.
“Mi mayor sueño fue ser jugador de futbol profesional y ningún alumno mío ha llegado a un nivel así, pero trabajo para prepararlos para que alguno pueda llegar a serlo”, reveló.
“La mayor satisfacción que tendría es ver que mis muchachos son personas de bien”, indicó. “Mi mentalidad es que si yo tengo grupos de
10 y uno de esos me sale bien, hice un buen trabajo”.
Brenda Morales pasó de ser alumna del Centro Comunitario Independencia a entrenadora en ese mismo lugar.
“Yo tengo 4 años trabajando aquí, pero empecé como alumna”, dijo.
“Me gustó tanto el deporte que decidí estudiar la licenciatura en Ciencias del Ejercicio. Es una satisfacción muy grande el estar viendo los talentos que se hacen en los Centros”.
VA DE LA BIOLOGÍA A SER ‘CONSEJERA’
Aunque es maestra de biología, Carolina López Puente, conocida por sus alumnos como Miss Carito, es vista como una “consejera” y la “profe buena onda” de la Secundaria Número 24 Guillermo Prieto.
Sus clases se distinguen porque, además de ser divertidas, son inclusivas porque participan alumnos con problemas neurológicos y motrices.
Su misión como maestra, dijo, es hacer que sus estudiantes con capacidades diferentes aprendan igual que el resto, se integren y sean tratados de la misma forma.
Tal es el caso de Mariam, estudiante con cuadriparesia espástica, quien actualmente cursa primero de secundaria.
“Fue un reto importante dedicarle más tiempo a ella sin que se diera cuenta que se le daba más atención, para que su autoestima subiera. Sus papás también la han apoyado mucho”, dijo.
Mis Carito estudió en la Escuela Normal Básica, se tituló como Licenciada en Bilogía en la Normal Superior del Estado (ENSE) y cursó una Maestría en Biología.
Aseguró que al graduarse siempre buscaba dar clases en dos o tres secundarias, incluso, formó parte de concursos de laboratorio a nivel estatal, para los que junto con sus alumnos tuvo que prepararse acudiendo a la escuela sábados y domingos.
El secreto, ahora, contó la maestra, está en dedicarle el tiempo suficiente a cada uno de sus 34 estudiantes y fungir como consejera durante el recreo.
“Yo me siento en las banquitas en una área que el alumno me vea y que pueda acercarse a contarme lo que él quiera”, dijo López.
“A veces llegan devastados, y cuando se acercan pienso que vienen a preguntarme algo de biología y no, llegan con una situación emocional”.
EDUCA A PERSONAS PARA SU LIBERTAD
José de Jesús Santacruz Guevara es un docente en Ciencias Sociales y Humanidades con 28 años de antigüedad que labora en la Preparatoria Pablo Livas y dedica parte de su tiempo a dar clases en línea a personas privadas de su libertad.
Ingresó a la universidad como trabajador de limpieza, pero su empeño por aprender lo llevó a inscribirse en la preparatoria, donde sigue trabajando.
“Soy Licenciado en Derecho y Ciencias Sociales”, contó, “era personal de limpieza, pero la universidad ha sido mi Alma Máter, me permitió terminar mis estudios, una Maestría en docencia en nivel Medio Superior en la Facultad de Psicología.
“Litigué en algún momento, pero al final terminé inclinándome por la parte educativa”.
Hace 2 años se sumó a un proyecto de enseñanza en los penales del Estado a través de la asociación “Faro en el Camino”, intermediaria entre los centros de reinserción social y la UANL.
Desde entonces su meta es que las personas privadas de su libertad se reintegren a la sociedad con ayuda del conocimiento.
“Al inicio había incertidumbre cuando el director nos presentó el proyecto, (y) al final nos terminamos encontrando con seres humanos que están tomando la mejor de las decisiones en el peor de los momentos”, contó.
Su grupo de alumnos más reciente es el del Centro Femenil, en Escobedo.
“Han sido clases en línea por cuestiones de seguridad y protocolos”, dijo.
“No había muchas opciones para la educación femenil… Muchas de las personas privadas de su libertad me dicen: ‘Profe, yo afuera nunca pensé que iba a volver a estudiar la preparatoria’”, expresó.
PONE EN MARCHA PLANTEL INCLUSIVO
Su pasión por educar a niños con capacidades diferentes llevó a Olga Luz Alvarado Flores, actual directora del Jardín de Niños Juan Álvarez, ha realizar los trámites para que el plantel ubicado en San Nicolás fuera inclusivo.
Se graduó como Licenciada en Educación Especial en la Escuela Normal de Educadoras Laura Arce, carrera que complementó con una licenciatura en Psicología, y actualmente tiene 36 años de servicio.
“Me fascinaba ir a la escuela”, contó, “ y empecé a jugar a la escuelita. Siempre dije que iba a ser maestra”.
Aseguró que desde el inicio de su carrera tuvo grupos con niños con parálisis, y eso la motivó a realizar los trámites correspondientes en la Secretaría de Educación para poder dar oficialmente atención a menores con discapacidad.“Cuando yo llegué como directora hace 8 años no teníamos equipo de apoyo y no había niños de inclusión, por ende se mandaban a otros jardines porque no teníamos el equipo”, mencionó.
“Empecé a hacer el proceso para que nos mandaran un equipo de apoyo porque empezábamos a detectar casos, y yo tenía la carrera, pero mis maestras no tenían las herramientas”.
Explicó que cuatro años después del trámite tienen el equipo de apoyo.
“Tenemos nueve niños autistas y ayuda de la Unidad de Educación Inclusiva de Nuevo León”, dijo.
“Están al pendiente de los niños autistas, una niña con hidrocefalia y otros con problemas de aprendizaje. En total son 21”, añadió.
DA CLASES A TODOS EN EL EJIDO
Pese a la falta de algunos servicios en el ejido Santa Efigenia, en Cadereyta, Gamaliel Cleto Luis se sumó hace siete años a la lista de profesores multigrado que ejercen en comunidades rurales.
Aunque quería ser pediatra, la falta de recursos lo llevó por un camino similar, a una profesión que también atiende a menores, y actualmente trabaja en la Primaria Benemérito de las Américas.
“Hoy contamos con una planta de cinco maestros”, detalló.
“Yo soy maestro multigrado: tengo un segundo y tercer grado.
“La comunidad tiene todo lo que se necesita, pero no tenemos drenaje porque es una comunidad rural. Manejamos el tipo de pedagogía de colaboración, de democracia”.
Otro de sus retos como profesor de primaria es atender también a niños con habla indígena y hasta a migrantes.
“A diferencia de una escuela urbana donde se tiene todo lo que se necesita, aquí con el apoyo de los padres de familia se cubren las necesidades para evitar un rezago educativo”, afirmó.
Además, al no haber una capacitación o cursos como tal para educadores multigrado, los maestros tienen que recurrir a buscar por cuenta propia conferencias e intentar actualizarse.
Uno de sus logros fue convertir un proyecto que surgió a raíz de la pandemia en un acervo bibliotecario.
“Lo que yo hice fue implementar un Proyecto multigrado a distancia, donde yo hacía visitas domiciliarias a mis alumnos”, explicó.