Susana Palazuelos
Con más de 40 años de experiencia dentro de la industria, la chef que radica en Acapulco revolucionó el modo en el que se realizaban los banquetes y bodas destino, al partir de la idea de que los invitados debían comer tan delicioso como ella lo hizo.
Heredera de una tradición culinaria familiar y con influencias de la cocina internacional y mexicana, Susana asegura que sus creaciones hicieron que la Reina Isabel “limpiara el plato”, por lo que lleva a todas partes el orgullo de representar los sabores nacionales.
Chef que más admira: Su hijo, Eduardo Wichtendahl y Jonatan Gómez Luna.
La motivación de que la gente coma rico me ha llevado a promover al País, de tal manera que la gastronomía y turismo están perfectamente unidos".
Eduardo Wichtendahl
Desde los 8 años de edad, el egresado del Glion Institute of Higher Education supo que su camino estaba trazado hacia el sector gastronómico.
Es así que para continuar el legado de su madre, Susana Palazuelos, se preparó a través de viajes, estudios y experiencias que le permitieron innovar, lo cual resultó en una cocina con matices e influencias basadas en la comida mexicana y tailandesa.
Chef que más admira: Susana Palazuelos.
Lo que más me gusta de mi trabajo es la emoción, adrenalina y capacidad de crear nuevas cosas, es decir, utilizar el poder de la comida para hacer que los sueños de los clientes se hagan realidad".
Grace Ramírez
De ascendencia venezolana, es una apasionada de servir a los demás, por lo que atesora su vocación de atender a la gente que ama y al prójimo.
Estos valores la han llevado a otro nivel, pues durante la pandemia trabajó en conjunto con la organización World Central Kitchen, a través de la que ayudó a entregar más de 100 mil comidas a médicos de primera línea, en Nueva York.
Chef que más admira: José Andrés.
Esta industria es una hermandad hermosa, en la que dependes mucho de tu equipo; siempre he sido muy autosuficiente e idealista, pero en la cocina entendí lo que era esta fraternidad y hacer conjunto".
Abel Hernández
Hace casi 24 años, el también empresario comenzó un recorrido lleno de satisfacciones, cuando se asoció para abrir su primer restaurante; ahora, con más experiencia, spots y planes por delante, las ganas de compartir su visión están más latentes que nunca.
A lo largo de su trayectoria profesional, ha viajado, conocido a muchas personas y, además, ha tenido la oportunidad de cocinar junto a otros grandes talentos, por lo que se considera afortunado, pues todo ha aportado a su estilo propio de cocina.
Chef que más admira: Thomas Keller.
Tenemos que luchar todo el tiempo para mejorar y cuando creemos que ya lo logramos, debemos entender que podemos crecer aún más".
Ana Martorell
Para la chef del restaurante Aida, dedicarse a esta profesión, más que ser una elección, fue una cuestión del destino, pues se recuerda con una pasión innata por encender el fuego y preparar deliciosos platillos.
Aunque reconoce que las cocinas de otros países influyen en sus creaciones, también comparte que los acentos mexicanos son imperativos, ya que en ellos encuentra todo el amor necesario para que sus manos trabajen del mejor modo.
Chef que más admira: Enrique Olvera y Abigail Mendoza.
Me gusta que no le llamo trabajo, es un estilo de vida. Para mí, es casi tan importante estar con mi familia como dentro de la cocina, porque, al final, ambas me hacen sonreír y ser mejor persona".
Lula Martín del Campo
A los 17 años, la fundadora del restaurante Cascabel se fue a Suiza para estudiar francés, donde tomó la materia optativa de Gastronomía, clase en la que se desempeñó como asistente de la maestra, y, al desenvolverse entre sartenes y cacerolas, descubrió que eso era lo suyo.
Entre los aspectos que más disfruta de su labor está el descubrir nuevos sabores e ingredientes, conocer productos, su procedencia y no olvidarse de toda la cadena anterior para transformar un insumo.
Asimismo, a través de su experiencia, recomienda a los chefs en formación no perder la vocación y espíritu de servicio.
Chef que más admira: Martha Ortiz y Drew Deckman.
Es un privilegio aportar a la cultura culinaria de un País tan diverso como México, ya que somos herederos de un linaje que nos distingue y una identidad que tenemos viva".