Especia rojo profundo, muy atractiva, de las moras secas del arbusto homónimo. Es ácida, muy cítrica, comparte un poco la acidez de las flores de jamaica, pero con notas marcadas de limón, incluso funciona como sustituto.
El uso clásico es con huevos, pero funciona muy bien con pescados, mariscos, y verduras. En general, va bien con todos los alimentos a los que les cae bien un poco de limón, incluidas las palomitas con mantequilla, sin tener que agregar líquido.
Es delicioso mezclado con aceite de oliva, en aderezos o marinadas; con yogur o jocoque, para una salsa rápida; inclusive con frutas, en postres. Es perfecto sobre queso de cabra o feta al horno para una ensalada.
Una de las preparaciones más tradicionales en Palestina es el pollo marinado en aceite de oliva, con cebolla morada, ajo, comino, piñones y cantidades generosas de sumac. Tras hornearlo o cocinarlo a la sartén, toma un color fucsia brillante y sabor aún más interesante.
Para los aventureros, perfuma una ganache extraordinaria, ya sea con chocolate blanco u oscuro.