Después de un desayuno en la Hacienda La Purísima, en el cual recibieron las últimas indicaciones, en punto de las 9:00 horas, los cerca de 40 excursionistas abordaron sus camionetas para comenzar la travesía, uno de los más entusiasmados fue el piloto Jacobo Michan.
“Empecé con este deporte apenas el año pasado, ésta es mi cuarta excursión, siempre en compañía de mi papá; además de la adrenalina que se siente en momentos complicados, es la confianza al volante que uno mismo genera lo más disfruto”, dijo el estudiante de 17 años.