Entre una actividad y otra, Sonia tuvo la oportunidad de reencontrarse con viejas amistades y ponerse al día, así como conocer a nuevas personas.
“Es la primera vez que convivo con Kitty Spencer y me encantó, es una niña muy dulce, educada y bella”, relató la boliviana, quien, además, le obsequió un vestido de su propia colección.
“Le dije: ‘no me puedo resistir, tus ojos tan azules, como el mar de La Baja, me han inspirado y te tengo que regalar esta prenda para que te la lleves contigo’, estaba feliz, fue como una bienvenida para ella”.