La sensación al conducir es increíble. La física del juego se siente muy bien desarrollada, pues al tener un vehículo pequeño, puede que no generes mucho daño, pero es más fácil de maniobrar a comparación de una camioneta, que se siente más lenta, pero poderosa. Además, el uso de las habilidades me parece que está muy bien implementado.
La integración con DualSense es muy buena. La vibración de la retroalimentación háptica te alerta en el momento exacto en el que tu auto está a punto de explotar, además de la barra indicadora que te muestra en la pantalla la condición de tu vehículo.
Por otro lado, el control cuenta con la función de los gatillos adaptativos, para sentir los cambios al frenar y acelerar y los altavoces internos del control emiten sonidos según lo que ocurre en el juego, sobre todo al chocar.
Visualmente, el juego se ve muy bien detallado. Desde que los AllStars saludan al público al comienzo de cada partida, hasta que destruyes el carro del enemigo en cámara lenta, el juego te deleita muy bien en el apartado gráfico.