¿De qué va?

¡Algo horrible ha ocurrido! Una extraña niebla ha cubierto a la ciudad de Tokio y se ha llevado a cientos de miles de personas. Ahora, seres fantasmagóricos llamados Visitantes vagan por las calles, buscando almas para absorber.

Afortunadamente, un chico llamado Akito logra ‘sobrevivir’ a un aparatoso accidente, luego de que el espíritu de un antiguo policía con el nombre clave de K.K. se introduce en su cuerpo, con tal de mantener su existencia en este plano y, además, al proporcionarle unas habilidades especiales para combatir a los Visitantes. Pero Akito tiene una prioridad: ver a su hermana, quien fue hospitalizada hace un tiempo.

Al llegar al lugar, un sujeto enmascarado, quien se atribuye todos estos fenómenos sobrenaturales que acontecen, secuestra a la chica y deja a Akito al borde de la muerte. Sin embargo, la simbiosis que se genera con la esencia de K.K. le permite volver a la vida para investigar lo que pasa e intentar recuperar a su hermana.

¿Cómo se juega?

Al ver cualquier cosa de Ghostwire: Tokyo podrías pensar que Shinji Mikami nuevamente nos entregará un experiencia de Survival Horror, como en Resident Evil o The Evil Within, pero no es el caso. Ghostwire: Tokyo es un juego de acción y aventura que mezcla algunos elementos de RPG.

Con una perspectiva en primera persona, exploraremos la desolada ciudad de Tokio al ponernos en los zapatos de Akito, un chico atormentado al ser poseído por K.K. y al estar preocupado por el bienestar de su hermana, a quien busca desesperadamente, pero sin hacerse de la vista gorda ante la desaparición de todos en la ciudad.

Algunos espíritus aún permanecen visibles, otros están cautivos en cajas a manos de los Visitantes, quienes desean sus almas, mientras que algunos más están atrapados de diferentes maneras.

Para liberarlos, Akito utiliza unas figuras de papel llamadas Katashiro, que contienen las almas hasta que las transporta por medio de las cabinas telefónicas que están esparcidas por toda Shibuya y llegan hasta Ed, un amigo de K.K. que se encargará de devolverlos a la vida.

Mientras más espíritus liberes, obtendrás más experiencia y dinero, llamado Meika, que puedes gastar para adquirir comidas y bebidas que repongan la salud del protagonista o le otorguen atributos especiales por tiempo limitado, así como también puedes comprar flechas o más Katashiro, pues aunque a lo largo de la aventura encontrarás varios de ellos, es probable que quieras adquirir más, ya que limitan tu capacidad de recolección de almas y hay muchas de ellas: ¡240 mil 300!

Esta cifra suena aterradora, pero no es tan malo como parece. Las almas están divididas por grupos, así que en algunos lugares recolectarás 900 de ellas de golpe, o más.

Y es que Ghostwire: Tokyo tiene muchos tipos de collectathon. Además de buscar almas, puedes encontrar objetos que remiten a la cultura japonesa, también descubrirás grabaciones y documentos con más contexto de la historia y del folclore nipón e incluso hallarás a tanukis que están escondidos por ahí, con su capacidad de transformarse en objetos comunes, pero con su característica colita peluda que los delata.

Los animales tienen una importante presencia en Ghostwire: Tokyo, pues los gatos y perros han sobrevivido al fenómeno y puedes interactuar con ellos al acariciarlos, alimentándolos para que te recompensen después o al leer sus pensamientos, gracias a las habilidades legadas por K.K..

En cuanto a la estructura del mapa, es una especie de mundo semi abierto que se expande gradualmente, ya que debes purificar las zonas para que la niebla se disipe y puedas seguir explorando. Además de ello, Shibuya cuenta con varios edificios y templos a los que puedes entrar y salir, con breves tiempos de carga gracias a las cualidades de PlayStation 5.

Estos tiempos de carga cortos también son visibles en los viajes rápidos, que ocurren entre los portales que vas purificando, luego de que hayas derrotado a un grupo de visitantes que resguarden la zona.

Hablando de ellos, hay diferentes espectros a los que enfrentarás, desde las colegialas sin cabeza, especializadas en el combate cercano; los oficinistas grises vestidos de traje, sin rostro y armados con un paraguas que puede rechazar tus disparos en ocasiones; una mujer que te ataca con unas tijeras capaces de hacer cortes que proyectan energía oscura y fantasmas que vuelan y disparan hacia ti con una gran precisión, aunque lentamente.

Estos son sólo algunos de los Visitantes a los que combatirás, pero hay distintas variantes entre ellos, algunas más mortíferas que otras o con capacidades especiales.

Gracias a las habilidades sobrenaturales que K.K. le concede a Akito, podemos realizar poderes utilizando el Tejido etéreo, movimientos que consumen éter, el cual puedes obtener de diferentes maneras, ya sea al destruir objetos imbuidos en él o al eliminar a los entes chocarreros.

Al inicio, Akito sólo podrá usar el Tejido etéreo con movimientos de aire, que consisten en proyectiles que se pueden cargar al mantener apretado el gatillo y así causar más daño. Luego desbloqueará los poderes de fuego, que sirven como granadas poderosas, aunque más limitadas en cantidad; y poco después aprende a controlar el agua para hacer ataques de corto alcance, pero con una buena cobertura para afectar a los enemigos cercanos y salir de un apuro.

Luego encontrará talismanes que pueden paralizar por breves segundos a los fantasmas, pero que no funcionarán con los enemigos más poderosos; y también obtendrá accesorios que aumentarán ciertas cualidades, como un rosario que eleva la capacidad de daño de los ataques de aire.

Akito también tiene la opción de modificar su vestimenta, aunque esto es meramente estético y no aporta alguna variable sobre su rendimiento en el campo de batalla y tampoco luce tanto, pues al tener una perspectiva en primera persona, únicamente verás a Akito vestido como querías cuando se active alguna cinemática.

Para abastecerte de lo necesario para sobrevivir, hay varias tiendas atendidas por nekomata, gatos de dos colas que ofrecen todo tipo de productos, como onigiris o dangos y otros platillos, dulces y botanitas japonesas que curan al protagonista. También hay otros nekomatas que buscarán objetos específicos, que suelen hacer referencia a las festividades, tradiciones y creencias en Japón, desde figuras de arcilla, juguetes, pinturas y más artículos que están esparcidos en todas partes.

Además de las misiones principales, las misiones secundarias ofrecen retos bastante interesantes, desde buscar una muñeca poseída para purificarla, hasta eliminar al espíritu de un acaparador que ha llevado su obsesión al más allá, al generar hoyos que lo absorben todo, incluso a otros espíritus.

Estos retos opcionales aportan mecánicas interesantes, como identificar puertas que no se ven a simple vista o seguir el rastro de las amenazas fantasmales al usar el poder de K.K., con el objetivo de ayudar a las almas en desgracia para que puedan pasar al otro plano.

Para rendir mejor en el campo de batalla, Akito cuenta con un árbol de habilidades que desarrolla al obtener puntos de habilidad conforme sube de nivel. Además de liberar almas, cada Visitante eliminado y cada misión secundaria aportan puntos de experiencia. Sin embargo, también hay algunos objetos que son necesarios para desbloquear ciertas habilidades y que se obtienen al derrotar a Yokai de las misiones secundarias.

Además de sus poderes que consumen éter, Akito tiene la capacidad de disparar flechas con un arco, lo cual sirve para derrotar a enemigos aéreos, pero también para romper los puntos débiles de árboles de corrupción que impiden el paso y resguardan a decenas de espíritus atrapados.

Otra forma de ampliar las capacidades de Akito es al rezar a las estatuas de Jizo, que elevan de manera permanente los PE máximos, que es la energía necesaria para usar el Tejido etéreo, en otras palabras, la munición que le permite a Akito acabar con los Visitantes.

Luego de generarles mucho daño, los entes mostrarán una oportunidad de obtener sus núcleos y destruirlos, para obtener PE y salud. Sin embargo, puede ser difícil lograrlo, ya que hay varios enemigos que atacarán de todas partes e interrumpirán el proceso. Afortunadamente, Akito puede utilizar un escudo espiritual y si se activa en el momento justo, evitará todo daño y hasta reflejará los proyectiles, aunque como es de esperarse, no será útil contra los ataques más fuertes e imparables.

En otros movimientos, el joven protagonista puede avanzar en cuclillas para hacer ataques sigilosos que eliminan a los enemigos al instante al llegar detrás de ellos, pero también puede saltar e incluso elevarse más con un gancho que se sujeta a otros Yokai llamados Tengu, que son algo similares a las harpías, pero no nos harán daño.

El juego tiene mucha verticalidad, con escaleras, túneles y otros elementos que te permiten explorar con gran profundidad a la ciudad de Tokio y encontrar hasta la última alma perdida, ya que Akito incluso puede deslizarse brevemente por el aire para alcanzar mayores distancias al saltar desde lo alto.

¡Lo mejor!

Ghostwire: Tokyo es una excelente oportunidad de visitar a Shibuya con una perspectiva totalmente distinta. Debido a la cualidad de collectathon que tiene esta obra de Tango Gameworks, hay mucha motivación para conocer cada callejón y recoveco de este mapa, que poco a poco se revela para aumentar la variedad de entes a los que te enfrentarás.

La jugabilidad es excelente, con una variedad de armas exacta para que la experiencia no se vuelva aburrida durante las primeras horas, al pasar de los disparos de aire a las granadas de fuego y a los cuchillazos de agua, entre otras habilidades, que se vuelven más efectivas conforme progresas en el árbol de habilidades.

Las cinemáticas son de una calidad muy buena, acompañadas por actuaciones espléndidas. Es bueno saber que aunque puedes escuchar los diálogos en el japonés original, el cual preferí, también está la alternativa de disfrutar el doblaje al español latino.

Gráficamente, Ghostwire: Tokyo luce muy bien. Recomiendo ampliamente jugarlo en una pantalla OLED, ya que al ser un mundo muy oscuro, se aprecia mucho mejor en un televisor que ofrezca negros más profundos. En mi caso, usé un LG OLED C1 y todo se veía impecable.

Otro apartado a destacar es el audio, ya que al escuchar todo en un headset, puedes sentir la horrible sensación de que te acercas a una zona invadida por Visitantes al escuchar susurros, pero si juegas con una barra de sonido, el audio es complementado con los efectos que se transmiten con el DualSense, como la voz de K.K. al orientarte, los maullidos de un gato que sugieren que hay un objeto cerca y más.

A esto se suma una muy buena implementación de la tecnología del DualSense, con la retroalimentación háptica y los gatillos adaptativos que aumentan la tensión conforme le disparas desesperadamente a los Visitantes e intentas arrebatarles sus núcleos con el Tejido etéreo.

Lo menos cool...

El mundo semi abierto de Ghostwire: Tokyo no es tan denso como esperaba. Hay varias puertas que no puedes abrir, edificios a los que no puedes entrar y otros detalles que limitan la exploración más profunda. Además, no hay muchos momentos en los que te sientas atemorizado, porque el juego recae mucho más en la acción que en el horror y me hubiera encantado que fuera lo contrario.

En ocasiones había pequeñas caídas de frames cuando los combates se volvían muy explosivos, con varios enemigos que aparecían en pantalla. Esperemos que la experiencia mejore bastante una vez que se habilite la ya anunciada frecuencia de actualización variable (VRR) en televisores con tasa de refresco de hasta 120Hz con HDMI 2.1. Por ahora, Ghostwire: Tokyo ofrece 6 modos gráficos diferentes, 4 de ellos con HFR (Alta Velocidad de Fotogramas), un modo con velocidad de fotogramas sin límite y ajustes a la calidad gráfica que le permitan dar una experiencia de velocidad de fotogramas mayor.

Por otro lado, la historia no es la mejor. Las conversaciones entre Akito y K.K. la mayor parte del tiempo carecen de trascendencia y entre buscar todo lo del collectathon y hacer las misiones secundarias, es fácil perder el interés por las tareas principales, pues no son tan enganchantes como lo llegaron a ser en The Evil Within 2.

Finalmente, la mayoría de los movimientos y poderes de Akito se desbloquean rápidamente en la primera mitad del juego, por lo que luego dejan de aparecer sorpresas o novedades que renueven la emoción al progresar.

Lo que hizo falta...

Si hay algo a destacar en los juegos de Mikami es que los puzzles pueden ser muy divertidos e interesantes. En esta ocasión hay chispazos, pero muy leves, en los que tienes que buscar la salida en un tiempo límite en ‘escape rooms’ muy básicos. Con un mundo como el de Ghostwire: Tokyo, en el que las dimensiones colapsan por la corrupción fantasmal, se siente desaprovechado que no haya muchos retos de este tipo o que sean más elaborados.

Por otro lado, me hubiera gustado una mayor variedad de enemigos, pues llega un punto que al igual que las habilidades y poderes, ya no surgen nuevas amenazas que te hagan implorar por tu vida o que te orillen a replantear tu forma de jugar.

Y debido a su cámara en primera persona, me parece que Ghostwire: Tokyo sería una gran adición a la oferta de VR de PlayStation. Ojalá que cuando salga PlayStation VR2, el juego pueda ser actualizado para funcionar con este nuevo sistema. Sería interesante.

¿Debería comprarlo?

Ghostwire: Tokyo es un acercamiento muy interesante a la cultura y creencias de Japón. Con su perspectiva en primera persona, puedes sentir que realmente andas en Shibuya, siendo acechado por los Visitantes y descubriendo diferentes tipos de Yokai que vagan por ahí, para bien y para mal.

La jugabilidad es divertida durante las primeras 9 horas de aventura, pero luego se dosifica gradualmente conforme dominas los movimientos de Akito y dejan de aparecer nuevos adversarios que te pongan contra la pared, pues a excepción de los jefes, el resto de enemigos básicos son repetitivos.

Sin embargo, hay mucho por destacar de Ghostwire: Tokyo, desde su dirección de arte, diseño de audio y hasta el aprovechamiento de las cualidades de PS5, como las tecnologías del DualSense, la frecuencia de actualización variable y los tiempos de carga, que en conjunto ofrecen una experiencia que disfrutarás bastante.

Puede que no sea la mejor historia que Mikami nos ha ofrecido, ni la más atemorizante, pero aporta cosas muy interesantes al combinar lo sobrenatural con el género de FPS. Sin duda, es un juego que vale la pena probar y tener en tu colección de PlayStation 5.

Ghostwire: Tokyo

Desde $1,079 en PS5 y PC
Calificación: 4/5 🌟🌟🌟🌟
Clasificación: B15, para mayores de 15 años
Desarrollador: Tango Gameworks
Distribuidor: Bethesda Softworks
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