Para toda la vida: Los Camarena y Los Estefan González

Los Estefan González

La historia de amor entre Gaby González Casillas y Carlos Estefan Guerra comenzó a principios de los años 80, cuando un buen día, por azares del destino, él la vio caminando por la calle.
“Carlos estaba con unos vecinos míos en Jardines del Bosque, ahí vivía yo de chiquita, y bueno, chiquita porque tenía 18 años”, platica Gaby, “yo iba camino a casa de unas amigas y él estaba afuera con varios amigos, me vio, investigó quién era y cómo me llamaba”.
Gracias a esos vecinos, Carlos logró conseguir el teléfono de la casa de Gaby, por lo que comenzó a marcarle para platicar y saber más de ella.
“Me estuvo hablando durante tres meses sin conocernos físicamente”, recuerda Gaby.
En ese lapso, ella aprovechó para averiguar detalles de él a través de unos familiares que lo ubicaban.
“Como es de ascendencia libanesa, yo tengo dos tías que están casadas con libaneses, y les hablé a mis tías, ‘oigan, me está pretendiendo un muchacho que se llama Carlos Estefan’.
“Mis dos tías conocían perfecto a su familia, y ya sabes, las tías (me dijeron) ‘¡claro!, hijo de Costo Estefan, sal con él, es una familia hermosa, los conocemos perfecto’, y pues mis tías me metieron el gusanito y, después de tres meses de insistencia, empezamos a salir, pero no nos hicimos novios hasta un año después”.

Gaby González Casillas y Carlos Estefan Guerra

Fue así como a mediados de 1983, Gaby y Carlos comenzaron un bonito noviazgo que culminó en boda el 7 de diciembre de 1985, en el Templo de Nuestra Señora del Carmen; ella tenía 20 años de edad, y él, 24.
“Un hermano mío acababa de comprar una casa y la tenía vacía, no hicimos fiesta en grande porque mi padre (Fernando González) acababa de morir. Yo estaba de luto y Carlos tampoco tenía papá, entonces hicimos una fiesta pequeña, como para 200 personas, y fue en la casa de Memo, mi hermano”, explica Gaby.
Esta pareja cumplirá 40 años de matrimonio este año, un acontecimiento que celebrarán en compañía de sus tres hijos: Carlos, Marifer y Diego Estefan González.
Su familia ha crecido con los años, pues ahora tienen dos nietos que adoran, Gonzalo y Regina Estefan Álvarez, y están esperando al tercero, Santiago, quien nacerá en junio de este año.
“Lo que más nos gusta a los dos es la unión familiar, siempre estar con nuestros hijos y con los nietos”, afirma Carlos.

Sobre su matrimonio

Gaby confiesa que estos 40 años de casados no han sido fáciles, pero juntos han logrado superar los obstáculos gracias a que conversan y escuchan la opinión del otro.
“Las parejas que me dicen ‘yo nunca me peleo con mi marido’, volteo y les digo ‘ups, o no te creo, o qué aburrido’. Yo creo que los pleitos y las reconciliaciones es lo más importante, y cada que te peleas con tu pareja y arreglas el pleito, es como un escalón más (en la relación)”, comparte Gaby.
“Me enojo, se enoja, pero al fin de cuentas sabemos que ahí estamos los dos. No estaremos de acuerdo en muchas cosas, pero ahí vamos, y ahorita, precisamente con estos años, y viendo que ya se está casando nuestro último hijo (Diego), estamos tratando de ser un poquito más tolerantes, porque con la edad la tolerancia baja”.
Aunado a esto, ambos tienen muy presente que el amor a la pareja y a la familia es lo más importante para seguir juntos en este camino.
“Bendito Dios que hay amor entre Carlos y yo, porque a mí se me hace lo primordial, no entiendo cómo hay parejas que se quieren casar sin estar enamorados, nada más por casarse, porque la verdad, si el matrimonio es difícil amándonos, imagínate no amándonos”, explica Gaby.
Por su parte, Carlos cree que lo primordial de su matrimonio ha sido educar con el ejemplo, pues así han contribuido a que sus hijos tengan buenos noviazgos y matrimonios.
“No es descubrir el hilo negro de las cosas, es solo tratar de llevar una buena convivencia y el respeto ante todo”, ahonda Carlos.
“Somos bendecidos, somos afortunados de no tener algún tipo de problema, de salud o algo, bendito sea Dios que seguimos bien, y ellos, (los hijos), con sus parejas, con sus familias, siento que van por el mismo camino”.

Gaby González Casillas y Carlos Estefan Guerra

Lo que los une

Ambos coinciden en que son muy amigueros, por lo que les gusta hacer reuniones en casa y salir de viaje con sus diferentes grupos de conocidos.
“Él siempre trató de llevarse bien con los esposos de mis amigas para que yo no perdiera la relación con mis amigas, y lo mismo hice yo con las esposas de sus amigos, y ha funcionado”, platica Gaby.
“Él hace su esfuerzo, yo hago mi esfuerzo, y tenemos la verdad una relación tan padre con varios amigos que hasta viajamos con ellos, y en eso nos hemos compaginado muchísimo”.
Otro punto importante en su matrimonio, según dice Gaby, es que siempre estuvieron de acuerdo en el estilo de crianza que querían implementar en su familia.
“Lo que fue la religión y el deporte nos ayudó mucho a la educación de nuestros hijos”, explica Carlos. “La religión pues por los valores, y el deporte por la disciplina”.

A detalle

Muy enamorados

+ Carlos platica que lo que más le gusta de Gaby es que se preocupa por él y su familia; también le encanta que siempre se conserva en buena forma y muy guapa.
+ Gaby expresa que Carlos es muy divertido y la hace reír, y hace énfasis en que lo admira profundamente.

Sus hobbies

+ En pareja: les gusta ir al cine, ver series, salir con amigos y viajar (aunque también hacen viajes por separado, con amistades o familiares).
+ En familia: actualmente se han vuelto muy aficionados a los juegos de mesa, entre sus favoritos están Sequence y Catan.

Lo más difícil

+ Gaby confiesa que lo más complicado ha sido enseñarse a vivir con una persona que tiene una manera distinta de pensar, sin embargo, esto nunca ha sido motivo para rendirse y dejar de luchar por su relación.
+ Al principio de su matrimonio, ambos trabajaban arduamente en sus negocios y les habría gustado pasar más tiempo con sus hijos.

Carlos Estefan Guerra y Gaby González Casillas

En sus propias palabras

Lo mejor

“Seguir juntos, estar cada vez más enamorada, y mis hijos. Lo más bonito es la familia que hemos formado”.

  • Gaby

 

“Que estamos juntos, que hemos logrado que nuestros hijos, bendito sea Dios, sean un orgullo para nosotros, que eso es importantísimo, traen buena educación, ¿quién va a hablar mal de sus hijos, no?, ¿quién vende pan frío?”

  • Carlos

Lo que han aprendido del otro

“Su tenacidad, nunca se echa para atrás, si un negocio no le funcionaba, todavía no cerraba ese negocio cuando ya estaba pensando en el próximo. Me encantaba que fuera tan tenaz, y eso es lo que yo siempre he admirado muchisísimo”.

  • Gaby

 

“Ella es el eje de la familia y siempre trata de que todos estén contentos, es superanfitriona, ella es muy dada para atender a las personas, y eso es lo que me gusta mucho”.

  • Carlos

Su secreto

Según Carlos y Gaby, los pilares que los han mantenido casados durante casi 40 años son el respeto y el amor, dos aspectos que, lamentablemente, no figuran en muchas parejas de hoy.
“Los matrimonios jóvenes ya quieren aventar la toalla a la primera, no quieren sufrir nada, y como que las parejas de antes le echábamos más ganas en eso, ahorita muchos ya ni se quieren casar, dicen ‘a ver si funciona’, o ‘vivimos juntos'”, comparte Carlos.
“Lo que pensábamos antes era formar una familia, tener hijos, y ahorita es ‘bueno, vamos juntándonos’, ‘si funciona nos casamos’, ‘si funciona tenemos hijos’, o ‘vamos a tener perrijos’.
“Y nosotros como que todavía tenemos un poquito las costumbres de antaño”.
Para alimentar el amor de pareja, ambos sugieren intercambiar atenciones que, incluso siendo pequeñas, pueden generar grandes efectos.
“No te olvides de tratar de ser novios diario, algún detallito, de lo que tú quieras, con el puro hecho de decir ‘buenos días’, ‘que tengas buen día’, ‘te amo’, o cada vez que se hablen decirse ‘te quiero’, cualquier cosa de esas, cualquier detallito de esos”, afirma Carlos.

Carlos Estefan Guerra y Gaby González Casillas

Consejos para los casaderos

+ No se casen si no están enamorados, el amor es de suma importancia en un matrimonio.
+ Respétense siempre.
+ Es básico sentir admiración mutua.
+ No solo te casas con tu pareja, también te casas con la familia de esta.
+ Lo ideal es que tengan valores y educación similares.
+ Siempre compórtate de forma correcta para no ridiculizar a tu pareja, no se vale que la hagas quedar mal solo por lucir bien tú o por hacerte el gracioso.
+ Ayuda mucho tener gustos iguales o similares, como en el tema de la comida.
+ Cuídense entre los dos, preocúpense por el bienestar y la felicidad del otro.
+ Sean detallistas como cuando eran novios, aunque sea de vez en cuando.
+ Llevarse bien con la familia de tu pareja evitará conflictos a futuro.

Frases

“Crean en el matrimonio, porque me da mucha tristeza que ya ahorita hay muchas parejas que no creen en el matrimonio, y yo respeto muchísimo cuando se quieren ir a vivir juntos, pero el hecho de que no tengan el compromiso de haber llegado al altar o de haber firmado un papel es cuando ya no le echan ganas”.

  • Gaby

 

“Si tú decidiste casarte, pero tuviste un altercado, un problemita, un malentendido, claro que funcionan las cosas hablándolas, platicándolas, trabajándolas y yendo a terapias, benditas terapias, la verdad”.

  • Gaby

 

“A la hora que tú te vas a casar, vas a tener que convivir con la otra familia, tienes que llevártela bien, imagínate, de por sí el acoplamiento es difícil en un principio, y que no te acoples con la familia o que ella no se acople con tu familia o algo, es más difícil todavía”.

  • Carlos

Los Camarena

Maritza de Camarena tenía 29 años de edad cuando conoció en Puerto Vallarta a Pedro Camarena, su alma gemela.
“Nadie me había hecho reír tanto en toda mi vida, te lo juro”, comparte Maritza, “estábamos en la playa y de ahí fuimos a cenar. Y después se usaba ir a las discotecas”.
De su etapa de noviazgo, que ambos describen como muy hermosa, Maritza recuerda especialmente una ocasión en la que, cuando Pedro llegó a su casa para ir a pasear, ella lo recibió sin estar arreglada, para después invitarlo a entrar a que conociera su hogar.
“Era muy importante que yo le dijera quién era realmente”, explica Maritza, “porque nada más nos veíamos para salir. Y ya de ahí se formalizó más nuestra relación. Porque había que ser muy honestos. Te quieren por ti, por cómo eres. Te conocen bien, con tus defectos y tus virtudes”.

Pedro y Maritza Camarena

La boda de estos enamorados fue un evento íntimo que tuvo lugar en la casa de un familiar de la novia, durante el atardecer del 5 de mayo de 1990.
“La gente se casa con la mejor persona que encontró durante su vida”, dice Pedro, “esto es muy importante porque vas a construir una vida con quien elijas”.
El 14 de febrero de 1995 nació su hija, Maritza “Miñy” Camarena, quien hace unos meses contrajo matrimonio con Joseph Graf.
“La hija nos ha salido muy cariñosa y muy complaciente”, platica Pedro, “en cada momento nos habla para ver qué se nos ofrece […] todo nos soluciona”.

Sobre su matrimonio

Pedro admite que la vida conyugal es difícil, pero luego añade una clave para tener éxito, la cual consiste en aprender a ceder y a encontrar un término medio.
“Es cierto que tendrás muchos problemas”, agrega Maritza, “te vas a desesperar y tendrás ganas de tirar la toalla. Quizá hasta llegues a entender los asesinatos de 40 puñaladas. Pero si tu pareja tiene más virtudes que defectos, ya estás del otro lado. Y cada vez que un defecto te moleste tanto, repite sus cualidades y se irán minimizando.
“Si tienes más días buenos que malos a su lado, date cuenta, eres muy, pero muy feliz. Y si sabes que cuentas con ese ser especial con el que decidiste compartir tu vida, tanto en las buenas como en las malas, y hará todo por ti, eres el ser más afortunado del mundo.
“Y la gratitud es muy importante. Es hermoso agradecer cada cosa que hacen por ti y la familia. No des por sentado que es su deber, ya que la gratitud es la memoria del corazón”.
Para ilustrar su punto, Maritza comparte una anécdota de sus primeros años de matrimonio: ambos se encontraban de visita en Michoacán, y cuando se sentaron en una plaza, vieron a un niñito necesitado que solo llevaba puestos una camiseta y un calzón. A ella se le partió el corazón y, acto seguido, Pedro se dirigió a comprarle ropa al pequeño y además le dio dinero para que lo llevara a su familia.
“Y yo me sentí muy feliz y dije ‘no me importan tus defectos. Con ese gran corazón que tienes, yo me quedo a tu lado toda la vida. Porque solo bastó mirarte para que entendieras lo que sentía mi corazón y tú lo solucionaste’. Eso se me hizo hermosísimo. Y ahí me megaenamoré de Pedro. Hasta ganas me dan de llorar de recodar la bondad de su corazón”.
Por su parte, Pedro agrega que, como el físico se acaba con el paso del tiempo, lo importante es fijarse en el modo de pensar de la pareja, así como en su estilo de convivencia.
“Porque eso se va a necesitar más entre más tiempo pase”, aconseja Pedro. “Yo ahorita estoy muy agradecido con la señora y con mi hija porque yo he estado enfermo en repetidas ocasiones de gravedad. Y no se me separan en ningún momento. Y eso lo agradezco porque me demuestran el cariño que me tienen”.

Pedro y Maritza Camarena

A detalle

Muy enamorados

+ Maritza admira mucho el hecho de que su esposo siempre ha sido un gran caballero que nunca se opuso a que ella tuviera una carrera profesional; también aprecia que los dos han sabido darse su espacio para permitirse extrañarse.
+ A Pedro le gusta que, desde antes de casarse, Maritza siempre fue muy atenta con sus padres; también estima que los dos supieron asumir la responsabilidad de educar a su hija, y que las veces que él ha estado enfermo, ella le ha demostrado de varias maneras cuánto lo ama.

Sus hobbies

+ A ambos les gusta la cocina y decorar su hogar para recibir a sus amistades.
+ También disfrutan estar en la casa juntos, compartiendo deberes como el de ir por la comida, prepararla, poner la mesa y limpiar.

Lo más difícil

+ Este matrimonio está de acuerdo en que las mayores pruebas que han enfrentado juntos han sido las enfermedades de Pedro; sin embargo, Maritza afirma que luchar por la salud de su marido es su prioridad.
+ Pedro añade que también ha sido todo un reto aprender a ceder, como cuando vas a ver una película que no se te antoja, pero a tu pareja sí.

Pedro y Maritza Camarena

En sus propias palabras

Lo mejor

“Al final de esta vida, que ya mi esposo y yo somos personas de la tercera edad, se me hace muy bonito verlo a él envejecido. Me da una ternura. Es más, me enamora más. Seguir tomándonos de la mano al caminar por la calle o andar en un centro comercial es precioso. Es muy bonito porque lo tomo de la mano porque de verdad se me antoja. Me encanta andar agarrada de la mano con él. Se siente muy bonito y es algo que no me voy a perder hasta el último de mis alientos”.

  • Maritza

 

“Ver convertidos a tus hijos en seres humanos de bien, productivos, y buenos seres humanos para este mundo, es hermoso. Es hermoso y volteas y dices ‘misión cumplida, lo logramos’. Y obviamente es pesado, es difícil, pero vale muchísimo la pena”.

  • Pedro

Lo que han aprendido del otro

“Yo estoy muy agradecida con Pedro porque ambos nos hemos aceptado imperfectos. Muy, muy importante. Yo a mi hija le hice ver que no existe la perfección, y cuando la buscas te vas a meter en algo terrible”.

  • Maritza

 

“Yo creo que la gente, cuando dura casada el tiempo que sea, la vida es más fácil. Porque ya le sé su modo de ser y ella ya sabe mi modo de ser. Qué me gusta, qué me molesta. A qué hora hace esto, lo otro. Y de recién casados pues tiene uno la ilusión y las maravillas y todo es nuevo y todo es novedad. Pero todo es nuevo porque yo no sé qué te gusta. Y ya de tiempo de casados, ya sé qué te gusta, qué te desagrada, entonces no lo hago. Siempre y cuando haya cariño. Si no hay cariño, les vale sorbete a los dos”.

  • Pedro

Su secreto

Cuando se le pregunta a esta pareja cómo se le hace para que dure un matrimonio, ellos empiezan por aclarar que no existe una relación ideal.
“Eres solo tú dando lo mejor de ti, y él dando su mejor versión”, elabora Maritza. “De antemano, debes fijarte no en el físico de tu compañero, ni en su profesión o posición social. Eso no te asegura nada con el paso de los años.
“Busca en tu pareja sus valores de vida y la congruencia de los mismos, en su forma de ser día a día. Por ejemplo, a mí me enamoraba la manera de pensar de mi esposo y de su familia. Todo era congruencia”.
Por su parte, Pedro aconseja que los esposos sean prudentes el uno con el otro.
“Es ‘tú y yo’, no ‘tú contra mí'”, explica Pedro. “Se unifican los dos. Cada quien con su lugar, con su posición. Somos tú y yo. No somos enemigos. Y si quieres algo muy diferente a lo que yo quiero, está bien. O le mediamos o accedo y hacemos lo que tú quieres, y mañana me toca a mí, por decir algo. No lo estoy contando de que ‘ya van tres veces que yo accedo y tú no’.
“Cuando sea necesario. Si diario es necesario yo ceder, diario será. Hay muchas cosas también que hay que tomar a consideración en un matrimonio. Hay que tomar a consideración lo más conveniente y benéfico para ambos. No por un capricho mío se tiene que hacer, quieras o no quieras”.

Maritza y Pedro Camarena

Consejos para los casaderos

+ Si pretendes formar una familia, busca a alguien que ame la familia sobre todas las cosas.
+ No hay que ser ingenuos y creer que son reales los grandes romances de la literatura, de Hollywood, o de los cuentos de hadas; la vida estará llena de retos increíbles que afrontarás con tu pareja.
+ Que tu cónyuge sepa que cuenta contigo al millón por ciento, en las buenas y en las malas.
+ Vive cada etapa de tu vida intensamente y disfrútala, porque evolucionará; sé sabio para aceptar los cambios que la edad te irá regalando.
+ Construye una relación que te brinde plenitud en todos los aspectos: físico, mental, espiritual, social e intelectual.
+ Se vale pedir perdón y se vale aceptar que la regaste.
+ No trates de resolver peleas cuando los dos están enojados, es mejor enfriarse, analizar, valorar la culpabilidad propia, y entonces sí, resolver.
+ En una discusión no hay que señalar, pues el problema ya está y se puede enfrentar, de buenas o de malas, pero es mejor de buenas y unidos.
+ Busca que tu pareja sea divertida, tu gran amiga, alguien que te apoye, que te ayude.
+ Entiende que no es responsabilidad de nadie hacerte feliz, pues eso es cosa tuya.

Frases

“Estoy agradecida de habernos aceptado imperfectos y de recorrer juntos esta hermosa vida llena de retos; juntos, de la mano de Dios como nuestro guía”.

  • Maritza

“¡Amo y adoro a mi hermosa, divina, amorosa, divertida, disfuncional e imperfecta familia con todo mi ser!”

  • Maritza

“Los hijos te unen mucho. Se siente una satisfacción muy agradable de decir ‘esta muchachita es mía. La voy a cuidar, la voy a enseñar, la voy a querer, y todo eso’. No que la hagas una réplica tuya, ella tiene su personalidad, claro, pero sí que le des tú una educación, que le enseñes hasta dónde puede llegar”.

  • Pedro
Maritza y Pedro Camarena

Información: Carolina Herrera y Jimena de la O. Fotos: Ángel Llamas.