Cincinnati

Pilsner alemana

Antes de que la fermentación a bajas temperaturas aligerara el panorama cervecero mundial, en Ohio se bebían pintas de Porter, Ale y Stout servidas por inmigrantes ingleses, irlandeses y franceses, según documenta David Stradling, historiador de la Universidad de Cincinnati.

El panorama cervecero de aquellas latitudes cambió repentinamente en 1828. El detonante: la construcción del canal Miami and Erie, que trajo consigo una inmensa migración alemana y el desarrollo del barrio Over the Rhine, el segundo más densamente poblado de Estados Unidos en aquella época.

En 1841, el bávaro Christian Moerlein llevó consigo los preceptos de la ley de pureza alemana –que dictan que la cerveza se elabora sólo a partir de agua, malta, lúpulo y levadura– y la tecnología de fermentación a bajas temperaturas, que da como resultado cervezas lagers.

Debido a los numerosos habitantes y su amplia vida social en salones, bares y biergardens, en poco tiempo la tradición de las cervezas alemanas se extendió de la comunidad donde se gestó a todo el país. Tanto así que, antes de la prohibición, Cincinnati era una de las cinco ciudades cerveceras más importantes de EU, registra el cervecero Richard Dubé.

Steven Hampton, director ejecutivo de Brewing District Community Urban Redevelopment Corporation afirma que, para 1893, el consumo per cápita en aquella ciudad era de 152 litros, más del doble de la media nacional y más del 90 por ciento de la cerveza consumida era elaborada en esa región.

Sobre el estilo

La Pilsner alemana es una cerveza dorada, ligera y carbonatada, con buena retención de espuma, aromas de lúpulos florales, especiados y/o herbales, destacan ligeramente un perfil dulce de las maltas y toques de miel. En boca se percibe primero el dulzor de las maltas seguido por el sabor a lúpulos alemanes y el amargor. El final es largo y seco.

Prueba: Krombacher Pils

$1,205, la caja con 12 en walmart.com.mx

Los Ángeles

Lager americana

Aunque California puede considerarse la meca del movimiento cervecero artesanal estadounidense y, desde 1854, los lúpulos forman parte del paisaje en Sonoma, la ciudad de Los Ángeles, bordeada por palmeras, permaneció ajena a la revolución que estalló en San Francisco y San Diego para extenderse por todo el país. 

“A pesar de la madurez que ha alcanzado en otros lugares, la cerveza boutique nunca ha encontrado una bienvenida particularmente cálida en Los Ángeles. ¿Por qué? Nadie lo sabe realmente; algunos culpan al clima, otros sostienen que la zona es simplemente demasiado turística y transitoria.

“Ninguna cervecería ha logrado unir lo que es esencialmente una dispersión de vecindarios individuales sin centro perceptible”, detalla Garret Oliver en “The Oxford Companion to Beer”.

Los Angeles County Brewers Guild, asociación fundada apenas en 2013, registra que hasta hoy el gremio artesanal en esta Ciudad está integrado por 87 firmas. 

Los pioneros fueron también migrantes alemanes: Joseph Maier y George Zobelein compraron, en 1882, Philadelphia Brew House, una de las primeras cervecerías en la historia de Los Ángeles, que rebautizaron como Maier & Zobelein.

Tras la muerte de Maier, Zobelein se retira de aquel negocio y compra Los Angeles Brewing Company, firma con 10 años de antigüedad. Elabora desde lagers pálidas hasta bocks bajo la marca Eastside.

En 1948, la familia Zobelein vende Los Angeles Brewing Company a la legendaria Pabst, con sede en Wisconsin y cuya Lager americana, Blue Ribbon, era anunciada como “la cerveza premium a precio popular”.

sobre el estilo

La Lager americana es una cerveza dorada pálida, ligera y muy carbonatada. Aroma sutil a maltas, con matices dulces y de maíz, acompañado por tenues notas de lúpulo floral o especiado. En boca es relativamente neutral, de sabores tenues, generalmente a maíz y amargor medio-bajo con toques de florales, herbales y especiados de los lúpulos. 

Prueba: Budweiser

$460, la caja con 24 en beerhouse.mx