Baúl de tesoros naturales
Ubicada en Baja California Sur, la Reserva de la Biosfera de El Vizcaíno destaca por ser el santuario de la ballena gris. En su espacio se encuentran las lagunas de Guerrero Negro, San Ignacio y Ojo de Liebre. Además de la población de ballenas, el santuario protege a otras especies y en peligro de extinción, como tortugas marinas, lobos marinos, borrego cimarrón y focas.
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Hermosas viajeras
La Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca, ubicada en la frontera del Estado de México y Michoacán, recibe cada año a millones de mariposas que emprenden el viaje desde el este de Canadá y hasta los bosques del centro-occidente de México, en un viaje de más de cuatro mil kilómetros. Con más de 56 mil hectáreas, este santuario recibe a turistas de noviembre a marzo y también resguarda especies de oyamel, pinabeto, pino de las alturas, encino, aile y sauce.
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Paraíso en la tierra
Con más de 500 mil hectáreas, Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an, en Quintana Roo, es hogar de especies como el jaguar, el tapir, el manatí y el pecarí. Vale la pena recorrer sus canales y lagunas, observar lo verde del paisaje. Esta reserva, ubicada a unos 25 kilómetros de Tulum, también comprende una zona arqueológica abierta a los visitantes.
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Grandes avistamientos
La Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, que comprende parte de Puebla y Oaxaca, es considerada la zona árida o semiárida con mayor diversidad biológica en Norteamérica.
En el lado poblano de la reserva está el Jardín Botánico Comunitario Helia Bravo Hollis, que resguarda especies endémicas como la pequeña cactácea Mammillaria hernandezii, de brillantes flores púrpura. El complejo cuenta con zona de cabañas y varios senderos interpretativos.
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