Eduardo Arellano Félix fue detenido en octubre de 2008 en el exclusivo Fraccionamiento Chapultepec California, de la delegación de Mesa de Otay, en Tijuana.

Para evitar su aprehensión, el capo apodado “El Doctor” se atrincheró y disparó contra las fuerzas federales durante varios minutos antes de ser sometido.

Su identidad fue confirmada por las quemaduras de sus brazos y pecho.

La DEA y los Alguaciles Federales (U.S. Marshals) entregaron información a autoridades mexicanas, entre ellas el Ejército, del domicilio donde se encontraba.

La DEA ofrecía 5 millones de dólares por su captura. Además, era buscado por la Interpol desde abril de 2004 por importar y distribuir cocaína y mariguana a gran escala, entre 1986 y 2002.

Es uno de los seis hermanos que fundaron el Cártel de Tijuana. Nació el 11 de octubre de 1956 en Culiacán, Sinaloa.

Tras la captura de Francisco Javier Arellano Félix, “El Tigrillo”, en 2006, Eduardo habría asumido el liderazgo del cártel.

Sin embargo, quien era considerado el verdadero líder era Luis Fernando Sánchez Arellano, “El Alineador”, hijo de Enedina Arellano Félix, una de las tres mujeres que conforman el clan de los 10 hermanos que en la década de los años 80 estableció el cártel de la droga en Tijuana, Baja California.

Para la entonces SSP federal, Eduardo Arellano era sólo el líder moral.

“Él (Eduardo) quedó como figura moral e histórica de la organización, sin embargo, es el hijo de Enedina Arellano Félix, al que conocemos como ‘El Alineador’, quien se hizo cargo”, explicó el subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial de la SSP, Facundo Rosas Rosas.

Eduardo Arellano siempre mantuvo un perfil mas bajo que el resto de sus hermanos. Aparentemente era el encargado de administrar la riqueza que los secuestros, asesinatos y tráfico de estupefacientes le producía a la familia, así como la recuperación legal de sus inmuebles.

En 2012 fue extraditado a Estados Unidos y en 2013 se declaró culpable.