La vida de Eduardo Massé ha estado impregnada de retos, aventuras y cambios de rumbo; el primero llegó cuando dejó su natal Perú para buscar nuevas oportunidades en Norteamérica y, así, abrirse paso en un mundo de posibilidades.
“A los 17 salí de mi país, que estaba quebrado por la inflación y el terrorismo. Comencé estudiando Business, pero no terminé y me mudé a Canadá para hacer la carrera de Mercadotecnia, sin embargo, mi inclinación fue conocer la conducta humana”, platicó el “Creador de Comunidades”, como lo llaman.
De manera fortuita, en un evento en Toronto, conoció a Tony Robbins, autor y conferencista estadounidense, a quien admira.
“En medio de la multitud y con mucho entusiasmo, levanté uno de sus libros que llevaba para que me lo firmara. En ese momento, me llamó a backstage y, ahí, me reclutó para ser parte de su equipo”, dijo el empresario Eduardo Massé.
Eduardo continuó con su trabajo en el área de marketing de un corporativo multinacional y, a la vez, recibía la mentoría de Robbins, hasta que vislumbró un nuevo camino.
“Expandimos la empresa, así que me vine a vivir a México. Me había ido muy enojado de América Latina, pero reconecté con mis raíces, extrañaba el calor y me enamoré perdidamente de esta Nación; incluso, aquí nació mi primer hijo”, comentó el conferencista Eduardo Massé.
Una experiencia que lo marcó fue cuando, en una hospitalización por meningitis, conoció a René, una joven de 33 años que luchaba contra el cáncer de mama.
“Tres semanas después de que estuve con ella falleció. Su muerte me sacudió profundamente e hizo que encontrara mi ‘greater good’, que es ayudar a los demás y apreciar la vida en colectividad”, resaltó.
Bajo esta filosofía, Massé emprendió un viaje de introspección en el que replanteó sus prioridades, transformó sus relaciones con sus seres queridos y encontró un nuevo propósito.
“Mejoré la forma en la que veo al mundo y, desde ese instante, intento que cada etapa sea mejor. Me hice consciente de muchas cosas, comencé a ser un padre más presente y me di el chance de enamorarme de nuevo”, compartió el escritor de tres ejemplares.
Tras un largo periodo de soltería, Massé conectó con la polaca Marta Kozak a través de una aplicación de citas. El flechazo fue instantáneo en la primera cita y supieron que su vínculo perduraría.
“Me enamoró por completo su acento, mirada y la química que sentimos. Al mes de salir, nos casamos en Cusco y fue una de las mejores decisiones, verdaderamente mágico”, expresó Eduardo Massé.
Todo lo importante en tu vida es trabajo. Tu salud, relaciones y sueños, esto requiere esfuerzo, lo que le da verdadero significado”.
+ Más que amigos
+ A lo largo de los años, Eduardo Massé ha tejido una red de amistades que trascienden lo cotidiano, pues son pilares fundamentales de su felicidad y bienestar.
+ Bajo el nombre ‘Lupo´s Family’, este grupo comparte sus momentos más preciados y forja una relación de conexión profunda.
+ ‘Friends are God’s apology for the family he gave us’, es la filosofía que los define y encapsula la importancia de elegir conscientemente a las personas con quienes compartir la vida.
+ Celebra cada día
+ Para Eduardo Massé, es indispensable encontrar en cada momento una oportunidad para disfrutar la vida al máximo. Por ello, fechas significativas como el Día de Muertos se convierten en ocasiones perfectas para rodearse de sus seres queridos.
+ Cada año, él y Masha, como llama de cariño a su esposa, celebran en grande su amor con ceremonias de agradecimiento, las cuales organizan junto a sus seres queridos en diversos estados de la República.
+ Su apodo ‘Lupo’ proviene del italiano y significa ‘lobo’. Éste, representa su papel dentro de su manada y evoca su lealtad y protección hacia aquellos que ama.