Este testigo presenció el ocaso de Diego. Lo acompañó durante su “olvidada” última temporada en Europa e, incluso, fue protagonista de algunos de los más oscuros desencuentros del astro argentino.

Inanimado, sí, pero para nada silencioso, el acompañante rugía en 1992 por Sevilla con su motor de 6 cilindros de 3.6 litros mientras Maradona se dirigía a los entrenamientos. Y ahora este Porsche 911, conducido por “la mano de Dios”, ha sido lanzado a la venta a través de la casa Bonhams.

El ejemplar, cuya subasta arrancó el miércoles pasado y que durará hasta el 10 de marzo, se trata de un 964 Carrera 2 Cabriolet, una versión que permitía disfrutar de la experiencia de un 911 convertible, y que, para darle un toque más exclusivo, contaba con el equipamiento Turbo Look que incluía salpicaderas y paragolpes ensanchados, así como el sistema de frenado y los neumáticos del 911 Turbo 3.3.

Sólo mil 200 unidades del Carrera 2 Cabriolet Turbo Look salieron de la planta de Zuffenhausen, en Stuttgart. Y la de “El Diego” fue entregada a finales de 1992.

Para ese momento, el futbolista cumplía su primer mes tras debutar en el Sevilla, a donde llegaba entre luces y sombras. Portaba el mérito de haber conquistado el Calcio con el Nápoles en dos ocasiones, pero acarreaba también una suspensión de 15 meses por dar positivo en una prueba de drogas.

Instalado en una lujosa villa ubicada a las afueras de la ciudad, Maradona recibió su Porsche el 6 de noviembre de 1992 y pronto comenzaría a volverse un auto habitualmente visto por las calles andaluzas. Para bien y para mal.

Precisamente en este 964 Diego sería parado por la policía tras pasarse un semáforo en rojo a, nada más y nada menos, que 180 kilómetros por hora en pleno centro de la localidad. Aunque su Porsche no se trataba de uno de los 911 turboalimentados de la época, bien era capaz de alcanzar 260 kilómetros por hora e ir de 0 a 100 en sólo 5.6 segundos.

Se espera que el 911 de Maradona alcance un valor de 240 mil 800 dólares durante la subasta, pero, según Gregory Tuytens, especialista en automóviles de Bonhams entrevistado por Reuters, el ejemplar podría costar mucho más.

“Definitivamente atraerá no sólo a los coleccionistas de autos, sino también a los fanáticos del futbol y simplemente a las personas que amaban a la persona, al dios del futbol Maradona”, dijo.

Maradona sólo disputó 29 encuentros de aquella temporada 1992-1993, marcó 8 goles y ubicó a su equipo en un tibio séptimo lugar. Después, el astro volvería a Argentina para dar fin a su carrera como jugador.

El vestigio de aquella olvidada época es el que busca nuevo dueño.

Con información de Reuters.