El seguro de la flota aérea ha sido problemático para Sedena. En la licitación de 2018, varias empresas advirtieron que la póliza podía volverse incosteable si no reducía la siniestralidad, especialmente de helicópteros.
Entre agosto de 2016 y febrero de 2018, la FAM reportó treinta siniestros que habían obligado a generar reservas para pago de seguro por 96 millones de dólares, entre ellos diez por fallas al aterrizar, cinco por agresión con arma de fuego, y la pérdida total de un helicóptero Black Hawk de tres millones de dólares, volteado por el viento cuando estaba en tierra.
En 2018, Sedena informó a las aseguradoras que tuvo que cesar a finales de 2017 las operaciones de su flota de casi cien helicópteros, realizar un Congreso de Seguridad Aérea, y sacar del retiro al General de División Misael Orrostieta, piloto de los Presidentes durante cinco sexenios, para impartir pláticas al personal.