Tras una orden de arraigo inicialmente de 40 días, la cual se amplió hasta 80, las autoridades solicitaron al juez de control Daniel Ramírez Peña la orden de aprehensión contra Jarquín y sus coimputados.
El juez, sin embargo, negó en tres ocasiones las órdenes de aprehensiones al estimar que no había elementos para proceder en su contra.
Fue así que, en el cuarto y último intento de judicialización del caso, la noche del 3 de junio, el juez determinó citar a los sospechosos a una audiencia de imputación, la cual acordó llevar a través de videoconferencia y no en las instalaciones de la Colonia Doctores, en la Ciudad de México.
En las primeras horas del 4 de junio, el juzgador emitió un acuerdo en el que decretó al libertad de “El Chaparrito” y coacusados, “exhortándolos” a que se presentaran de manera puntual a la audiencia de imputación programada para ese mismo día, por la mañana.
El juez les advirtió que si no asistían serían declarados sustraídos de la acción de la justicia, pero desde esa fecha ya no supieron del paradero del capo y los otros detenidos.