MÉXICO 68: FIGURAS Y HECHOS

Los Juegos Olímpicos de México 68 marcaron un antes y un después en el movimiento olímpico no solo por ser los primeros en celebrarse en un país de América Latina y de una lengua no inglesa, también por las hazañas de varios participantes, sobre todo en atletismo, deporte en el que se tenían dudas por la altura de la Ciudad de México.

Sin embargo, muchas marcas se rompieron en la pista del Estadio Olímpico Universitario que vio como, por ejemplo, Dick Fosbury impuso un nuevo estilo para el salto de altura y Bob Beamon voló en el salto de longitud, implantando una plusmarca mundial que tardó más de dos décadas en ser superada.

Aunque para muchos son otros los que deberían estar en la lista, a continuación se presentan 7 de los deportistas que, a consideración de CANCHA, destacaron por sus actuaciones en los Olímpicos de México 68 que se inauguraron hoy hace 53 años y que fueron los primeros en varias cosas como aplicar controles antidopaje, utilizar una pista sintética en las pruebas de atletismo y usar cronómetros electrónicos, además de transmitirse por televisión a color.

HISTÓRICA

Especialista en 400 metros planos y 80 metros con vallas, Enriqueta Basilio se convirtió en la primera mujer en encender un Pebetero Olímpico en la historia de los Juegos.

La atleta corrió el último relevo portando la antorcha olímpica en el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, para subir los 92 escalones que la llevaron a encender el Pebetero el 12 de octubre de 1968.

La imagen de Queta Basilio encendiendo el fuego olímpico quedó grabada en la mente de más 600 millones de tele espectadores pues la ceremonia de inauguración se transmitió al mundo por primera vez vía satélite y a todo color. Fue la audiencia más numerosa alcanzada hasta ese entonces en unos Juegos Olímpicos.

Queta no superó la primera ronda en las tres pruebas en las que compitió y no volvió a competir en unos Olímpicos.

SALTO AL OLIMPO

El estadounidense Bob Beamon se agenció el oro en salto de longitud con marca de 8.90 metros, que aplastó el entonces récord del mundo de 8.35 m del ruso Igor Ter-Ovanesyan implantado en la Ciudad de México el 19 de octubre de 1967.

Beamon llegó a México 68 en calidad de favorito ya que con apenas 22 años de edad y su 1.90 metros de estatura había ganado 22 de las 23 pruebas en que había participado y tenía un récord personal de 8.33 metros.

El despegue fue tan bueno que hubo quienes estimaron que durante su “vuelo” alcanzó más de un metro y medio de altura. Su “aterrizaje” fue perfecto.

La distancia fue reportada en metros, por lo que Beamon no la entendió: había saltado 8.90 metros. Con eso rompió su récord personal por 57 centímetros y el récord mundial por 55. Al entender ese resultado, Beamon entró en shock y empezó a llorar. Su récord se mantuvo vigente 23 años.

 

LA REINA

La gimnasta checa Vera Caslavska fue la reina de los Juegos de México 68 tras ganar cuatro oros y dos platas.

EL 23 de octubre de ese año refrendó su título All Around Individual (AA) de Tokio 64. La europea ya se había echado a la bolsa al público mexicano por su simpatía y sencillez. Ejecutar su rutina de piso con música mexicana terminó de conquistar al público anfitrión.

Caslavska relegó a las siguientes tres posiciones a exponentes de la entonces URSS, potencia que había invadido su país en agosto de ese año en la llamada “Primavera de Praga”, por lo que el triunfo tuvo un sabor muy especial para ella, pues justamente por la acción de los soviéticos estuvo a punto de no competir en México.

El 26 de octubre, la checa se casó por lo civil en la embajada de su país con su compatriota y exponente de atletismo de medio fondo Josef Odlozil y por lo religioso en en la Catedral Metropolitana.

 

LEGADO PERMANENTE

La técnica del saltador de altura Dick Fosbury, que sorprendió al mundo entero, consistió en correr hacia la varilla siguiendo una trayectoria curva para que, al estar más cerca de la misma, ir en dirección transversal para tomar impulso y saltar de espaldas al mismo.

Fosbury se proclamó campeón olímpico con marca de 2.24 metros, que representaron entonces récord de los Juegos. Dejó como legado el “Fosbury Flop”, que se mantiene vigente.

 

RECORDWOMAN

La nadadora estadounidense Debbie Meyer fue la primera mujer en ganar tres medallas individuales en unos mismos Juegos, con triunfos en los 200, 400 y 800m libres, esta ultima una prueba femenil que debutaba en el programa olímpico.

Meyer impuso récords olímpicos en las tres competencias: en los 200 metros con 2’10″5, en los 400 m con 4’31″8 y en los 800 m  con 9’24″0.

¿BUENOS O MALOS?

El estadounidense Tommie Smith ganó los 200 metros planos y su compatriota John Carlos se había agenciado el bronce. Sin embargo, destacaron en los Juegos el 16 de octubre de 1968 por protestar en pleno podio al alzar cada uno un puño enfundado en un guante negro, señal conocida como “Black Power”, justo cuando sonada el himno de Estados Unidos, para cuestionar la segregación racial en su país.

Ambos fueron expulsados de la Villa Olímpica e impedidos de por vida a competir en otra justa olímpica, pero en EU fueron recibidos como héroes por la comunidad afroamericana.

Según Pedro Ramírez Vázquez, titular del Comité Organizador, desde la Embajada de EU le solicitan expulsar del País a ambos. Pero el Gobierno mexicano se negó a intercambiar sus visas especiales por otras de turistas.

TIBIEZA DE ORO

Felipe Muñoz, un joven nadador de 17 años, se adjudicó el oro en los 200 metros pecho en una Alberca Olímpica Francisco Márquez que registró sobrecupo y que lo consideró entonces héroe nacional.

“El Tibio” Muñoz estremeció a México el 22 de octubre de 1968 al aportar el primer oro para la delegación anfitriona, y la tercera medalla para el País.

Muñoz siguió la estrategia de su entrenador, Ronald Johnson, para cerrar en el momento justo, en una piscina que fue considerada entonces la más rápida y moderna del mundo, tocar primero y propiciar que el Himno Nacional se escuchara por primera vez en una instalación olímpica mexicana.

El mexicano relegó al segundo lugar al ruso Vladimir Kosinsky, recordista mundial de la prueba, y al tercero al estadounidense Brian Job, quienes eran los favoritos. Felipe cronometró 2’28″7 y la plusmarca del orbe del ruso era de 2’27″4. Es hasta el momento el único campeón olímpico que tiene México en la natación.