La inflación, que es el proceso generalizado del incremento de precios, impacta también en el peso.
El incremento constante de los precios provoca que los consumidores se adapten a los nuevos costos y en caso de que tengan ingresos limitados, reducirán la cantidad de bienes comprados, por lo que disminuirá su poder adquisitivo.
Desde marzo del año pasado, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) ha registrado tasas de crecimiento de más de 4 por ciento hasta llegar al 7.68 por ciento en abril, lo que ha mermado el poder adquisitivo de los mexicanos.