El ‘Dream Team’
El Barcelona no se entendería sin la influencia de Johan Cruyff. Ficharlo como técnico en 1988 fue una decisión tan determinante como utilizar una servilleta para firmar a un jovencito argentino muchos años después.
En aquel equipo que llevó el futbol a su máxima expresión destacaba un jugador que no era ni fuerte ni rápido ni muy técnico, pero el cual veía múltiples opciones para tocar el balón (siempre con ventaja al compañero y anticipándose a las jugadas siguientes, cual ajedrecista) a diferencia del futbolista común que solo encuentra una o dos soluciones, nada menos que Pep Guardiola.
La Selección de España que ganó el Mundial de 2010 debe gran parte de su éxito a la amalgama entre el pragmatismo del Real Madrid y el juego posicional del Barsa; no es casualidad que la Final se decidiera gracias a las oportunas atajadas de Iker Casillas y al gol de Andrés Iniesta, curiosamente, ante un representativo de Holanda que traicionó la filosofía heredada por Cruyff.
El Barcelona dirigido por Johan ganó 4 Ligas, 3 Supercopas españolas, una Copa del Rey, dos Recopas de Europa, una Supercopa europea, pero todo mundo destaca aquella Copa de Europa en 1992 en la que el equipo no tenía rival, ni siquiera la poderosa Sampdoria, y en la que un holandés (Ronald Koeman) marcaría el 1-0 definitivo, como para incrementar los simbolismos.