Si no se está en la posibilidad de adquirir e instalar el equipo antes mencionado, que puede oscilar entre los 20 mil y 40 mil pesos, hay otras formas de no desperdiciar la lluvia.
Encauzar el agua desde los techos hacia un tambo o cubetas es la principal opción, como en la imagen, que corresponde al agua de la primera lluvia del año, que resulta con alto nivel de turbiedad y solo sirve para riego.
La ventaja es que su mantenimiento es sencillo, pero hay que mantener cubiertos estos almacenes para evitar accidentes o que se conviertan en criaderos de moscos.
Para conocer otras alternativas, así como asesoría técnica y capacitación, la Asociación Mexicana de Sistemas de Captación de Agua de Lluvia tiene su sitio web donde atiende inquietudes para los interesados en equipamiento de estas características.