N’Golo Kanté celebra el título de la Champions League, tras ser elegido como el mejor jugador de la Final.

Kanté no para de correr… y de ganar

Édgar Contreras

@ContrerasCANCHA

Ya Claudio Ranieri, aquel técnico que lo llevó a la Premier League, sospechaba que N’Golo Kanté escondía un paquete de baterías bajo el short durante su etapa en el Leicester.

“Hey, N’Golo, más despacio. No corras tras el balón todo el tiempo, ¿está bien?”, le pedía el italiano, según confesó en The Players Tribune.

“Sí, jefe, sí, está bien”, respondía el francés, ese que hoy es campeón de la Champions League con el Chelsea tras el triunfo contra el Manchester City.

Diez segundos después, Ranieri lo veía otra vez recorriendo la legua.

Se trata de un jugador que hace seis años era un desconocido, que hizo historia con el sorprendente Leiscester, que justificó los 30 millones de euros que el Chelsea desembolsó por él, que ganó la Premier League con ambos equipos antes de conquistar el título del Mundial 2018 con la Selección de Francia y ahora de la Champions League con los Blues.

Solo que toda su fama contrasta con el estilo de vida que lleva, muy lejos de la extravagancia de aquellos que, como él, tienen méritos para considerarse estrellas del futbol.

Prefiere su Mini Cooper al Porsche

El medio inglés The Mirror no aguantó la curiosidad. ¿Por qué si N’Golo Kanté podía llegar al entrenamiento de los Blues en un auto de lujo seguía utilizando un Mini Cooper?

Los 30 millones de euros que pagó el Chelsea por el francés parecían un motivo suficiente para que el futbolista comprara un Lamborghini, Porsche o hasta un Ferrari, como la pléyade del futbol.

Solo que el volante se empeñaba en llegar al entrenamiento de los Blues en su Mini Cooper. Es más, alguna vez se vio involucrado en un accidente de tránsito en el que casi pierde el espejo retrovisor, pero no halló mejor solución que pegarlo con cinta adhesiva.

“Nunca he sido un amante de los carros. Cuando era joven mi ambición nunca fue tener un carro o algo por el estilo”, dijo a pregunta expresa sobre su estilo de vida.

Se recuerda que en sus primeros años como profesional, con el Bolougne, se trasladaba en un scotter.

Un chaparrito muy tímido

A más de uno le sorprendió que N’Golo Kanté no arrebatara el trofeo a sus compañeros de la Selección de Francia, tras conquistar la Copa del Mundo 2018.

El máximo de los galardones para un futbolista ya estaba más que manoseado. Quizá hasta había pasado por los utileros, hasta que un jugador galo se percató de la situación y fue a llevárselo a Kanté.

The Mirror reporta que el francés, de 1.68 metros de estatura, es un jugador muy tímido, así que no se atrevía a pedirle el trofeo a sus eufóricos compañeros.

La situación aumentó aún más la simpatía que la gente siente por N’Golo.

Del origen humilde a su canción

A N’Golo Kanté lo rechazaban por su estatura. Mide 1.68 metros, lo que parece una desventaja en un futbol tan físico como el actual. Solo que el francés venció el escepticismo. Había quien pretendía frenarlo, pero él corrió más y más.

De ascendencia maliense, N’Golo debutó en el Bolougne de la Ligue 2 en mayo de 2012. Muy pronto mostró esas cualidades que lo llevarían a jugar para el Caen, primero en esa misma División y después en el Máximo Circuito, entre 2013 y 2015.

Claudio Ranieri conformó un equipo de jugadores que de ninguna manera pintaban para estrellas, pero que tocaron el cielo: Kante fue uno de ellos, clave para la conquista de la Premier League con el Leicester en 2016, año a partir del cual ha llenado de logros su currículum.

Es más, hasta tiene una canción favorita, Ramenez la Coupe a la Maison, en la que una de las estrofas está dedicada a él por la conquista del Mundial.

Run, Kanté, Run…

A nadie le sorprendió que N’Golo Kanté fuera elegido como el jugador del partido de la Final de la Champions League.

El futbolista fue fundamental en la recuperación de balón, en las coberturas defensivas, en la salida de su equipo, en la proyección para los ataques.

De acuerdo con @Squawka, el mediocampista francés completó el 85 por ciento de sus pases, tocó 53 veces el balón, ganó 11 duelos por tierra y 4 por aire, recuperó 10 veces el esférico, además de que provocó 2 faltas.

Se jugaba ya la compensación de un partido de alta exigencia y Kanté seguía corriendo. Quizá más de uno se identificó con Ranieri y sus sospechas.

La Champions, cereza en el pastel

N’Golo Kanté ha tenido un meteórico ascenso en el futbol. De jugar en la Segunda División con el Caen, en Francia, a ganar títulos casi cada año. En 2016, contra todo pronóstico, se coronó en la Premier League con el Leicester, equipo que se impuso pese a la presencia del Big Six. Un año después repitió título, pero ahora con el Chelsea. Su gran rendimiento le abrió las puertas de la Selección de Francia, con la cual conquistó el Mundial. En 2019 ganó la Europa League con los Blues y ahora, dos años después, aumenta la gesta al ser el hombre clave para darle a su equipo la segunda Champions de su historia.